Padre nuestro que aquí te encuentras
santifica nuestras actitudes
para que podamos santificar tu nombre.
Venga hacia nosotros tu riqueza interior y
tu ejemplo de bondad.
Que tu voluntad, sea la nuestra,
que sepamos valorar a nuestro hermano,
independiente de su color y situación económica.
El pan nuestro de cada día,
sea compartido en todo lugar que sea necesario
para que podamos alimentar a nuestro hermano
más hambriento y falto de atención.
Perdona nuestras flaquezas,
y las tantas veces en que la vanidad
gritó mas alto que la espiritualidad.
No permitas que yo continúe preso
y sumiso a los valores materiales
y llévanos a la construcción de un nuevo mundo,
donde el amor sea la única bandera.
Que yo sepa entender que la cruz,
que en mis hombros pesa tanto,
es el precio de mi aprendizaje,
que todas las veces que yo mire a mi
alrededor y no te encuentre,
es porque me cargas en tu cuello
sin yo darme cuenta.
Que no te culpe por mi sufrimiento,
o por la insatisfacción, que aprenda
a encontrar tu camino de luz y verdad
en todos las preguntas e indecisiones.
Líbrame del egoísmo,
la falta de perdón y de solidaridad,
que me impiden ser mejor.
Cúbreme con tu Manto para que pueda ser
siempre un ejemplo de bondad,
un camino de luz.
Amén
NOTA: me lo hicieron llegar vía e-mail