MORADAS CELESTIALES


PLANOS - SISTEMAS - FRACTALES


BEATRIZ INÉS MAURER

 

©Derecho de Autor: Beatriz Inés Maurer

Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita del titular del Copyright, la reproducción parcial o total de esta Obra. República Argentina

Año 2015


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Diseño de Tapa: Lidia Orellano
Ilustraciones: José Luis Kokus

Bibliografía de la Autora Beatriz Inés Maurer:


“El Porqué de la Existencia – Tomo I y II"

“El Ego Superior en el Concierto Universal de la Vida"
“Qué es Dios"
“El Espectador de los Cielos”

 

PRÓLOGO


Es este un tratado póstumo que, por voluntad de la autora, ve ahora la luz y viene a completar su blog.

Es una recopilación y ensamble de una gran cantidad de páginas, dispersas algunas, pero que, siguiendo la vibración del contenido, iban colocándose cada una en el sitio que le correspondía. Si algo no parece coherente no es error de Beatriz, sino de quien las recopiló.

Según me manifestara la autora, no es fácil plasmar las visualizaciones mentales que, por lo general, eran respuestas a sus inquietudes de investigadora de la vida espiritual. Es así: cuando el discípulo está preparado, el Maestro aparece. Y, realmente, esta buceadora de la Sabiduría Divina estaba preparada, y los conocimientos que se vuelcan en las siguientes páginas, así lo demuestran.

Departiendo con la autora, le manifesté cierta vez, la impresión de que había temas que se repetían innecesariamente. Ella, con su sonrisa bonachona característica, me hizo notar que solo en apariencia eran repeticiones, puesto que, si me detenía un poco más en el texto, vería que siempre se agregaba algo que ampliaba el concepto, y que, además, todo, en la Creación, está relacionado con todo, nada puede explicarse independientemente del resto, nada está suelto o aislado; hasta el engranaje más pequeño del mecanismo universal es importante y cumple su función.

Parafraseando a la autora en el prólogo de “El Espectador de los Cielos”, se entrega este tratado sobre “Las Moradas Celestiales” “…a las almas que vibramos en la misma búsqueda espiritual de la Verdad, cada uno a su modo y tono de expresión, pero todos en la Luz de Cristo, Nuestro Señor”.

José Luis Kokus

 

INTRODUCCIÓN


¿Qué son las Moradas Celestiales?

Llamamos Moradas Celestiales a los Planos Espirituales. Tenemos la tendencia a pensar que estas moradas fueron creadas para albergar seres espirituales en un nivel específico de Conciencia. Pero, en realidad, es la vibración la que determina estos niveles, y ella, a su vez, se resuelve en frecuencias. Estas frecuencias son las moradas de los seres que vibran en la misma sintonía.

Todo, en la Creación, se organiza por afinidad vibratoria. Esto regula y ordena el proceso evolutivo universal. No hay jerarquías ni jueces que determinan a los seres desencarnados su lugar. El ascenso frecuencial es simple y natural: el Ser es atraído a su morada natural según la conciencia crística que haya conquistado.

Cada individualidad del Sistema estará en el plano vibratorio que haya alcanzado, aunque siguen unidos a su Ego por el cordón fluídico. No olvidemos que cada individualidad del Sistema se compone de los reflejos que pertenecen al Sistema y la facultad crística alcanzada en el Universo Experimental.

La totalidad en que vivimos y somos, abarca dos universos opuestos y complementarios, que se expresan en forma simultánea: Universo Absoluto (Original) y Universo Relativo (Reflejo, Experimental). Estos universos cuentan con un centro cada uno y forman un Eje que permite el movimiento que lleva a la formación de conciencia.

Existen, simplificando, nueve niveles o planos de conciencia crística (quizás haya más), que son los más definitorios del Sistema Evolutivo Universal. Todo está resuelto para que el hombre de la experiencia cumpla con el propósito que le señala el Espíritu.

El estado de conciencia crística determina las moradas de las almas y, simultáneamente, las construye, siendo las moradas las frecuencias de la Vibración Original.

La Creación es una formación ordenada, coordinada y perfecta. Así, en los tres primeros niveles habitan las almas que, por su densidad vibratoria al desencarnar, se ubican en el plano de la misma frecuencia que traen de su vida de encarnados. Dicho en otras palabras, el estado de conciencia determina la morada de las almas. Entre medio de cada plano hay uno intermedio, plano higienizador donde el ser álmico limpia emocionalidades y condensaciones magnéticas.

El cuarto nivel es de transición entre lo humano y lo angélico. En el quinto plano las almas viven en un estado celestial interno, ya sin conflictos existenciales. El sexto nivel es el hábitat de los Egos que están trabajando para la evolución y desarrollo de su sistema. Lo hacen por medio de los reflejos crísticos, y las energías que cosechan de las experiencias encarnatorias de sus individualidades.

El séptimo nivel es el hábitat de Arcángeles Instructores, Sabios, Mentores y Mesías. Son los Egos ascendidos de los universos en desarrollo de conciencia. Seres espirituales que aún pueden encarnar.

En el octavo nivel se expresa la gracia del alumbramiento más grandioso de la Creación: los fractales, cunas de los Egos. En este plano se produce el renacimiento de la Creación.

En el noveno nivel de conciencia el proceso evolutivo llega a su fin. Estos Arcángeles han logrado la despersonalización total de su Yo. Solo expresan Espíritu, la esencia misma del Ser Perfecto.

Ascender uno a uno por los niveles de conciencia crística es un largo camino al Hogar verdadero. Conquistar moradas celestiales es despojarse de los cuerpos densos que nos sostuvieron en nuestro proceso evolutivo para poder llegar el Espíritu a la misma Esencia Crística en el Noveno nivel. Es haber modulado capacidades para cumplir con el propósito del Espíritu Santo.

 

CAPÍTULO I

MORADAS CELESTIALES


- ¿Qué deberíamos entender por moradas celestiales?

Dice la Voz:

Son planos o niveles vibratorios de conciencia, hábitat de los seres espirituales en evolución. Dicho de otra manera, son universos de conciencia y sus moradores son los que han alcanzado todos o algún nivel de identificación con la Imagen y Semejanza del Hombre Ideal. Este desarrollo escalonado los hace ubicarse en la frecuencia afín. Luego, los planos o niveles son formas energéticas estructurales para ordenar los estados de concientización. Se inicia con la demostración fraternal, sigue con la crística y culmina con la incorporación de una actitud de entendimiento y compresión de la universalidad del ser. Ser de la Creación que es libre de expresarse en un modo y en un tono del amplio abanico de la Vibración Creadora.

Las frecuencias son las moradas de los seres que vibran en la misma sintonía. Todo, en la Creación, se organiza por afinidad vibratoria. Esto regula y ordena el proceso evolutivo universal. No hay jerarquías ni jueces que determinen su lugar frecuencial a los seres desencarnados. El ascenso es simple, natural y proporcional: a mayor luz de conciencia, mayor definición en la frecuencia afín.

En cada plano suceden fenómenos de gran importancia que regulan los ascensos frecuenciales de los seres. En los últimos niveles se transforma el cuerpo plasmático (plano 7°), el cuerpo etérico (plano 8°) y el cuerpo espiritual (plano 9°). Cada desprendimiento es una densidad que se transforma y desciende a sus planos afines para bendecir a sus pares en evolución.

La totalidad, en la que vivimos y somos, abarca dos universos complementarios y opuestos que se expresan en forma simultánea en sus variadas modalidades de expresión: Universo Absoluto (u Original) y Universo Relativo (o del Reflejo). El primero, cuya Matriz es perfecta, el otro, es experimental.

Estos universos cuentan con un centro cada uno: Uno es el Esencial y, el otro, su Reflejo; y en este perfecto diseño infinito se mueven ondas espiraladas y expansivas de sustancia Etérica (partículas que también pululan entre ellas), que determinan las moradas de conciencia crística. Estas partículas son chispas neutras, poderosas, que, al ser modeladas por el pensamiento de mentes avanzadas en dirigir procesos evolutivos del Universo, se adecúan a cubrir las necesidades del cosmos. (1) También recurren a ellas las mentes en evolución encarnadas. Estas energías solo responden si lo hacemos despersonalizando el “yo quiero”, “yo necesito”, etc., o sea, afirmando nuestra verdadera identidad: “Yo Soy ahora lo que soy en la eternidad”. Todo está resuelto para que el hombre de la experiencia cumpla con el propósito que le señala el Espíritu. Así, estas energías se convierten en la forma adecuada para cubrir la necesidad y restituir la verdadera identidad del Ser.



image

 

En el esquema apreciamos un símil del movimiento totalizador: Del Centro Esencial parten ondas expansivas en descenso, estableciendo las moradas o planos activos de Conciencia Espiritual.

PLANOS

FRECUENCIAS

9 1
8 2
7 3
6 4
5 5
4 6
3 7
2 8
1 0


Este “cambio de frecuencia” es una nueva modalidad de reflejar el propósito alcanzado. Esto enriquece al Ego Superior y al Sistema de Individualidades. Es una facultad que se integra, por reflejo, al Sistema.

Las individualidades de un Sistema Ególico son muy favorecidas cuando ocupan los últimos lugares para demostrar algún aspecto de su Ser verdadero en el plano encarnatorio porque se han enriquecido con los reflejos vibratorios de las encarnaciones de sus pares anteriores y que fueron proyectados a todo el Sistema. A ellas, el Ego Padre-Madre les encomienda tareas experimentales muy importantes y, si triunfan en ellas, el Sistema logra completar sus frecuencias vibratorias.

Las primeras individualidades en encarnar, tienen un Sistema que está aún débil en reflejos activos, porque el Ego recién comienza su desarrollo. Así, poco a poco, el Ego va logrando activar sus campos energéticos estáticos hasta lograr su total activación y reflejar esta luz a todo el Sistema.

Cuando una individualidad no pudo vibrar, su densidad la lleva a perder, por cortarse el cordón fluídico que la une al Sistema, su chispa. Se aparta, y este ser sombrío se convertirá en plasma denso como mineral, o bien, en una forma plasmática animal. Estos seres, al no pertenecer ya al Sistema Evolutivo por no estar unidos al Ego, siguen tomando materia por el vehículo que le da la diástole y sístole impersonal de la Creación.

 

CAPÍTULO III

PLANOS HUMANOS


PRIMER PLANO O NIVEL:

En este nivel habitan almas muy densas, allí llegan los que no interpretaron ni llegaron a la más mínima noción de los valores espirituales que enriquecen al hombre en su acción demostrativa del sí mismo. No hay en ellos un comportamiento fraternal ni una ética. Solo expresaron en su vida experimental un instinto animalesco cruel. Estos seres oscuros del primer nivel, al llegar allí, deambulan sin rumbo manifestando sonambulismo. La fuerte densidad que generan, corta el hilo-fluídico que los conectaba al Ego Superior. Nunca pudieron vibrar a Su semejanza. Ellos ya son cascarones sin alma y son instrumentos de fuerzas sombrías, opuestas a la Luz, no responden ya a los procesos evolutivos.

-¿Cómo puede ser que ocurra esto en un Universo perfecto?

-Por eso mismo, porque es perfecto se manifiesta en el movimiento evolutivo la Ley Vibratoria: según vibres a imagen y semejanza de tu Ser Original, allí estarás por afinidad. Quién no encuentre su frecuencia no puede vibrar. Luego, esos seres se anulan a sí mismos, ya no existen. El extravío permanente y la disociación con su chispa sagrada genera tal densidad magnética que no permite expresar ni un hálito de luz. Es así como el hilo Fluídico que lo une a su Ser Superior se corta y su chispa vuelve al campo etérico de donde salió. La chispa jamás puede contaminarse. Ella contiene la Imagen Sagrada del Hombre.

El Universo tiene un ritmo encarnatorio. Es la diástole y sístole de la Creación. Una expande y la otra atrae. Cada individualidad del Sistema tiene su diástole y sístole encarnatoria de desarrollo. En el Sistema esto obedece a un plan progresivo. No ocurre así con los seres del primer nivel.

Estos cascarones con forma humana, sin alma, son instrumentos de fuerzas oscuras, del bajo astral (magos negros, brujos, hechiceros, etc.) que los usan para sus nefastos poderes haciéndolos encarnar y desencarnar, aprovechando la diástole y sístole de la creación, y los usan como instrumentos de sus planes diabólicos para provocar el sufrimiento de la humanidad que quiere avanzar en perfección. Estos “caballeros de la muerte” hacen nacer, una y otra vez, a estos despojos del primer nivel en un entorno afín en densidad, similar a ellos mismos. Estos sombríos seres, y sus mentores, son vampíricos. Roban energías a sus pobres víctimas, especialmente en el derramamiento de sangre. Son procesos inmolatorios de las víctimas. Estas son inocentes del proceso inmolatorio por el que pasan, pero, al desencarnar, se dan cuenta que se ha sellado para ellos un ascenso de conciencia, que han vencido y limpiado alguna densidad del Sistema. Ningún sacrificio se pierde en la Conciencia Universal. La inmolación, por no haber cedido el ser a la fuerza bruta, es bendecida por la Divinidad. El mal nunca ve más allá de su propia malignidad.

El Amor es el único que nos bendice. Cuando aceptamos la inmolación, sea de lo más simple a lo más intenso para el alma, estamos friccionando e iluminando nuestro Ser y el Sistema al que pertenecemos. La misión mesiánica lleva un desarrollo de nueve ciclos, donde cada individualidad mesiánica cubre uno de los nueve ciclos. El último será el Iluminado, el Cristo. Esta vibración, no solo redime al planeta en el final de ciclo, sino que llega a todos los niveles de las moradas espirituales inclusive la del primer nivel.

Para penetrar en este infierno se hace necesaria la colaboración de las Huestes de Luz, para proyectar un cono de energías crísticas que protegerá la penetración mesiánica en esta densidad amorfa. Aquellos habitantes de este nivel que perciban tenuemente la Luz vibratoria están salvados de ser reducidos al polvo.

-¿Por qué ocurre esto?

-Porque sólo por haber percibido una tenue luminosidad energética del Bien, pudo escasamente vibrar, siendo así reconocido e identificado en la Creación Divina. Luego, será rescatado e iniciará un sacrificado retorno a las leyes evolutivas que llevan al Ser a interpretar lo que siempre fue. Los seres sombríos que han percibido tenuemente la vibración crística, por afinidad, serán desplazados a otros Sistemas Ególicos que recién inician su desarrollo en planetas muy primitivos.

En este primer nivel se mueven seres vampíricos que pueden manejar energías poderosas del Universo. Las energías son neutras, y de ellas se nutre el Cosmos manifestando la polaridad de quien la refleja. Negatividad que desaparece en un final de ciclo mesiánico porque su alta condensación magnética es atraída por el gran magneto universal.

Los procesos evolutivos del Sistema son difíciles de transitar en este primer nivel por su excesiva densidad. Esto se produce porque las primeras experiencias encarnatorias se hacen en planetas que recién admiten la vida humana. Pero si el ser de la demostración muestra un atisbo de identificación vibratoria, seguirá en el proceso evolutivo del Sistema favorecido por las bendiciones que ello implica.

SEGUNDO PLANO O NIVEL:

Los seres que llegan al segundo plano han logrado vibrar en algunas frecuencias crísticas, ayudando a formar conciencia activa con la realidad intuitiva superior. Si bien lo han logrado solo en algunos instantes de su experiencia encarnatoria, su densidad no llega al extremo de cortarse el hilo fluídico que los une a su Ego como ocurre a los mencionados antes. Estas almas ya se incluyen en el proceso evolutivo espiritual del desarrollo a Su semejanza; si bien son los primeros pasos del desarrollo del Sistema, el Ego Superior se activa en Su Imagen y los reflejos empiezan a proyectarse y circular en este conjunto evolutivo. Serán individualidades que, en el tiempo de ascender, serán desplazadas a otros sistemas.


TERCER PLANO O NIVEL:

En este nivel de conciencia se encuentran las individualidades con un bagaje de energías vibratorias que las hacen más fuertes en la elección del camino crístico. Se activa su mente intuitiva, su pensamiento, puede captar frecuencias de fraternidad, responsabilidad y formas de conciencia del humano medio. Podemos observar a estos seres en la búsqueda de respuestas espirituales. Es el hombre de la experiencia que se inicia en investigaciones científicas, proyecciones artísticas e interrogantes metafísicos.

En este nivel se inicia el Ser en el principio conciente del desarrollo de sus campos energéticos de Sabiduría y Amor intuitivos. Ya observamos una mente mortal más atenuada y mejor controlada.

 

CAPÍTULO IV

PLANOS ANGÉLICOS


NIVEL CUARTO:

Es un nivel de transición entre lo humano y la conciencia angélica crística. Aquí moran almas que siguen patrones de desarrollo en las fuerzas neutrónicas. El Yo inferior, la mente mortal, muestra una tendencia positiva a desaparecer. Se busca el Bien por el Bien mismo. La experiencia los lleva a la despersonalización del poder. Saben que el poder les viene de la Divinidad y que ellos solo son un canal. Son los que se desarraigaron de la personalidad como fuerza despótica y egoísta. Al lograr un primer paso de desarrollo en conciencia angélica, estas almas se sustancian con las fuerzas neutrónicas o etéricas, propias de este plano, llegando a usar y manejar estas poderosas energías.

Este nivel es crucial para la formación de conciencia: o canalizan estas fuerzas despersonalizando el poder, o lo concentran para sí mismos con fines personales y altamente egoístas. Responden a la metáfora del “ángel caído”. Almas oscuras que no abandonan este nivel porque en él se sienten poderosas, trabajando “en el mal por el mal mismo”. Además, no pueden ascender a planos arquetípicos totalmente desmagnetizados, Al conquistar estas fuerzas neutras, su poder lo ejercen en el bajo astral de los planetas. Sobreviven así hasta que se cumpla un ciclo mesiánico en un planeta, donde todo lo que vibra será reubicado por afinidad. O bien se disolverán en polvo que volverá al polvo por falta de sostén vibratorio.

Cuando estos seres actúen como canales neutros de estas vibraciones, serán angélicos: antenas transmisoras de las energías celestiales en toda su pureza, sin obstrucción de personalismo, del “yo tengo el poder”. Que sí lo tienen, pero para usarlos en beneficio de las humanidades.

El Sistema Ególico es perfecto en su diseño evolutivo. Tiene, para toda probación, las individualidades vírgenes que aceptarán la prueba que está demandando el nivel al que pertenecen. Estos seres angélicos encarnan en el planeta, muchas veces en misiones individuales, y otras, en grupos angélicos que pertenecen a variados Sistemas. Es el caso de los que encarnan y forman parte de la legión que acompaña la labor y misión planetaria de un Mesías.

Ejemplo de seres angélicos encarnados son muchos que fueron ejemplo de vida, algunos fueron los Pitagóricos, los Alquimistas científicos, hombres y mujeres de iglesias, etc.

En este tiempo, como en otros momentos evolutivos, encontramos en el Planeta angélicos encarnados con misiones de comunicación y concientización de valores crísticos que despertarán a grupos humanos en conceptos elevados que determinen ascensos evolutivos, pero están ocultos para la humanidad de pensamiento horizontal. Los habitantes de estos niveles angélicos que, a veces, encarnan entre la humanidad terrestre, son los neutrones que se vuelven neutrinos.

Otros seres angélicos que encarnan en el Planeta son los moradores intraterrenos. Sus cuerpos, aptos para sobrevivir en el interior terrestre, son de sustancia etérica densa. No olvidemos que los que hacemos nuestra experiencia terrestre nos nutrimos de energías electrónicas y, los intraterrenos, de energías neutrónicas.

Para comprender la polarización que se plantea por la oscilación entre el Bien y el mal, es conveniente un repaso de las causas y efectos que generan los opuestos vibratorios en el proceso evolutivo de la Creación.

-¿Por qué se manifiestan el Bien y el mal como opuestos simultáneos en el proceso de desarrollo del hombre?

-Porque en el Universo Relativo de la experiencia, los opuestos se manifiestan en forma simultánea, con una fuerza muy presente que marca el movimiento oscilatorio que llevará al ser a la experiencia de comprensión evolutiva. Quien ve su opuesto malo, siente con inquietud el reclamo que le hace su opuesto bueno. O bien puede ocurrir a la inversa.

-Esto es similar a una ilustración en la que se muestra una persona con la imagen de un ángel a la derecha y otro a la izquierda de su cabeza. Ambos tratando de conseguir alguna aprobación a sus sugerencias. No cabe duda de que esto es la lucha entre dos opciones de conductas a tomar. Si obramos en sentido horizontal (razonamiento humano), no cambiaremos el rumbo. Si, en cambio, nuestra posición es en sentido vertical (sentido intuitivo de la Verdad del Ser Original), habremos ascendido en vibración crística.

Así es que, en este cuestionamiento que hace oscilar el péndulo a uno y otro opuesto, llega un instante de revelación intuitiva que lo coloca en el Eje de la idea correcta que lo alineará con su verdadera identidad y realidad de su vida. Los opuestos están porque son necesarios para seguir nuestro programa de ascenso vibratorio.

El “ángel caído” es aquél que, llegando al cuarto nivel, sintió una profunda atracción y afinidad con la densa oscuridad del poder, negándose a la oscilación evolutiva que determina el eje del Equilibrio Universal que nos alinea a Su Imagen y Semejanza. Esta fricción de los opuestos es una realidad permanente en el ser encarnado, experiencia necesaria para su desarrollo espiritual.

Luego, los que se niegan a la oscilación, nunca recibirán los reflejos de la vibración creativa que emana del Eje Universal del Si mismo. El “ángel caído” llega a un estado de no- vibración por su misma densidad, que le impide desplazarse cuando llega a este punto del no-ser, llega la Hora Cero, son los tiempos del no- tiempo de la Creación en que, por no vibrar, se desintegran.


NIVEL QUINTO:

Este es uno de los niveles más apacibles y energéticos del proceso evolutivo. Este nivel no es transitado ya por el “ángel caído”. Es un descanso para el alma, se distienden las luchas internas, donde el yo inferior es desplazado por el Yo Superior, y la despersonalización ya está cerca. Esta actitud es propia del estado encarnatorio y es el que expresan en la morada espiritual correspondiente a su nivel angélico donde todo es luminoso y fluido. Cada individualidad mantiene esta vibración tanto al encarnar como en el nivel álmico. El ser angélico ya está capacitado para aprender y ser sabio en manejar las fuerzas neutrónicas del Universo.

Viven en un estado celestial interno ya sin conflictos existenciales. El proceso de amatoria, todo el saber archivado en los Arcanos Divinos. Encarnan entre la humanidad con esta finalidad. Son los Sabios, Mentores, Instructores, los Pacíficos que dejan a la humanidad legados brillantes de Sabiduría y belleza espiritual.

Ellos han llegado a ser en este mundo los misioneros del Cristo, Idea de redención. Son sus legiones las que sostienen en un planeta la Imagen Crística. Los hay en todos los modos y tonos frecuenciales que una misión necesite. Están, entre ellos, los que se desarrollan en el plano espiritual y son los Guardianes que tienen autoridad para penetrar en todo espacio de conciencia humano.

Están los que encarnan en los planetas de la experiencia. Son Guías que funcionan como Faros de Luz para la especie humana. Ellos siembran en la Tierra la semilla crística de la Vida (la conciencia). Es la única que se recrea y se multiplica cuando ha germinado en nosotros en el calor de la Verdad. Otro modo de experiencia que adoptan algunas de las individualidades del Sistema es la de plasmarse en las franjas intraterrenas de los planetas. Estos seres se mueven en espacios subterráneos, de la Tierra en nuestro caso. Hacen de su hábitat verdaderos laboratorios de investigación y estudio de las fuerzas neutrónicas, cuyos asombrosos resultados serán reflejados en todo el Sistema enriqueciendo sus capacidades.

Al lograr las individualidades del Sistema la despersonalización, están aptos para ser antenas y canales (sin oposición) de las energías neutrónicas. Estas facultades, resultado de la interpenetración entre el alma y energías, darán, en un futuro (Era de Acuario), conocimientos sorprendentes de cómo actúan estas fuerzas etéricas. Entre ellos, citaremos algunos:

-La invisibilidad.

-La Unidad del Todo.

-En el Reflejo se desarrolla el Universo Holográfico, donde el Universo se multiplica hasta el infinito en universos múltiples, desde el microcosmos al macrocosmos.

-Expansión Sidéreo-Etérica.

-Secuencias frecuenciales desconocidas hasta el momento.

-La telepatía desarrollada será el medio más común de interrelacionarse. Se privilegiarán la mente y el silencio.

La Ciencia Experimental y la Ciencia Espiritual serán unificadas, porque el ámbito de desarrollo de una y otra se dará en forma simultánea y simbiótica. No nos olvidemos de que en nuestra actual experiencia electrónica (humana) nos nutrimos de las energías electrónicas, y los intraterrenos de energías neutrónicas (angélicos).


NIVEL SEXTO:

Este nivel es el hábitat de los Egos que están trabajando para la evolución y desarrollo de Su Sistema. Lo hacen por medio de los reflejos crísticos y las energías que cosechan de las experiencias encarnatorias de sus individualidades.

-¿Cómo forma el Ego Superior, en este sexto plano, su Sistema Evolutivo?

-La formación del Sistema no es un acto de voluntad, es un proceso que se da por afinidad vibratoria, donde cada chispa, por una ley de atracción, se ensambla en el Sistema y, cuando cada chispa se complementa con las otras del Sistema, conforman la Imagen vibratoria que será el propósito a lograr. Cada individualidad palpita en una frecuencia de la vibración que las contiene y en la que realiza la experiencia encarnatoria.

En el escrito “El Ego Superior en el concierto Universal de la Vida” podemos acceder al desarrollo evolutivo del Sistema Ególico. Sería el complemento informativo de este tema.

El Sistema Ególico es perfecto en su diseño evolutivo. Tiene recursos experimentales para cada encarnación de sus individualidades vírgenes que aceptan la experiencia de desarrollo que está demandando el nivel vibratorio del que forman parte.

-¿Quién o qué determina su ubicación?

-En todo el Universo la ubicación la da la afinidad con la vibración frecuencial. Cuando parte del Sistema logra el complejo de

frecuencias de una vibración angelical, los Egos ascienden al Séptimo plano Arcangélico. Aun así, las individualidades del Sistema siguen unidas a su Padre: El Ego Superior. Estas individualidades ya completaron los estados encarnatorios, y por experiencia y reflejos, siguen trabajando en los planos vibratorios de las energías neutrónicas y electrónicas, colaborando con los procesos evolutivos de los planetas y los astros.

Si bien el Ego Superior asciende a Arcángel, en Su Sistema quedan aún individualidades que, enriquecidas por los reflejos crísticos recibidos de su Padre, el Ego, y de sus pares del Sistema, formarán la Legión futura de los misioneros del Mesías. Estos Señores del Sexto Cielo, encarnarán entre esas legiones siendo parte de ellas, haciendo estrechas simbiosis con sus pares más iluminados del plano sistémico espiritual.

CAPÍTULO V

PLANOS ARCANGÉLICOS


Estos planos albergan seres de vibración arcangélica. Sus vibraciones tienen la fuerza de expansión por el Infinito Sideral. Son fuerzas poderosas de activación y desarrollo.


NIVEL SÉPTIMO:

Es el hábitat de Arcángeles Instructores, Sabios, Mentores y Mesías. Quienes integran estas categorías son los Egos ascendidos de los Universos en desarrollo de conciencia. Seres espirituales que aún pueden encarnar.

-¡Porqué estos seres del Séptimo Cielo, siendo que su frecuencia energética es tan pura y vibrante, aún pueden encarnar?

-Porque ellos aún conservan parte de su plasma original ya evolucionado, el que actúa como un vaso de contención sobre el cuerpo mental del Ser arcangélico que va a encarnar, caso contrario, esta imagen mental vibratoria no podría ser contenida ni tomar forma, se diluiría en el reflejo. El plasma condensa, contiene la forma y sella la imagen vibratoria a Su semejanza.

Estos Seres Mesiánicos y los Arcangélicos (no todos son mesiánicos), encarnan entre humanidades en desarrollo solo por grandes causas que diseñan caminos evolutivos hacia el desarrollo de conciencia crística, e instalan en el planeta la nueva frecuencia vibratoria a sintonizar para desarrollo y probación. Instalar la nueva frecuencia vibratoria lleva tiempos y más tiempos, y siempre exige de estos Seres grandes sacrificios.

Egos ascendidos, Mentores y Mesías, se presentan en los mundos en evolución. Nueve plasmaciones Arcangélicas Mesiánicas es el ciclo completo que realizan estos seres para cumplir el periplo evolutivo del planeta. En la novena presencia mesiánica siempre hay un sacrificio, y en él se pierde el cuerpo plasmático. El desprendimiento de esta densidad le permite ascender a la vibración del Octavo nivel contando con el Espíritu y el cuerpo etérico, o sea, el alma.

Este cuerpo plasmático desaparece, se desmembra en partículas energéticas que se integran a los campos magnéticos del planeta en el que se ejerció el Mesianasgo. Este hecho de encarnar la novena individualidad, señala un final de ciclo para el planeta y el inicio de otro, después de un proceso que dura siglos. Estamos en esa transición de reacomodamiento de los cuatro elementos de la Naturaleza, ya que ellos recibirán energías plasmáticas del último Mesías. Esto llevará a la Naturaleza a limpiar sus sistemas y organizar otros nuevos. El plantel de los obreros del Mundo Hádico será conocido por el hombre. La sociedad verá romperse viejas estructuras de convivencia. La ciencia tendrá nuevas concepciones y, así, cambiará todo Sistema para dar paso a vivir el Yo Soy. La Naturaleza modificará sus paisajes y el mundo del Hombre Nuevo no será electrónico sino neutrónico.


NIVEL OCTAVO:

Ascender uno a uno por los niveles de conciencia crística es un largo camino al Hogar verdadero. Conquistar moradas celestiales es despojarse de los cuerpos densos que nos sostuvieron en nuestro proceso evolutivo para poder llegar el Espíritu a la misma Esencia Crística en el Noveno nivel. Es haber modelado capacidades para cumplir con el propósito del Espíritu Santo.

Estos tránsitos que da la experiencia tienen como propósito la despersonalización del Ser, cuyo significado no es otro que la liberación de condensaciones magnéticas. El proceso de la despersonalización es un tránsito por los planos que mostrarán las experiencias necesarias por las que pasar, para ir desprendiéndose de la mente mortal (1er cuerpo en 3° y 4° planos), de la sustancia plasmática (2do cuerpo, 7° plano) y del cuerpo etérico (último cuerpo, 8° plano).

El 5° plano, angélico, neutrónico por excelencia, es la prueba, quizá, más fuerte del proceso evolutivo. Aquí, al ser, se le otorga conectarse con las energías más poderosas de la Creación: las neutrónicas; y el vencimiento consiste en despersonalizar estas fuerzas, saber que se es canal de fuerzas divinas y no su persona la que las produce y maneja. Es el caso (ya visto) del “ángel caído” que, sintiéndose poderoso, se olvida de que Dios es el Poder.

El ser angélico tiene que aprender a despersonalizar el poder en el que se mueve, sabiendo que proviene de la Divinidad y él tiene que dejar trascender.

Resumiendo, primero nos desprendemos de la mente mortal, le sigue el cuerpo plasmático y, por último, el cuerpo etérico.

En este último nos detenemos porque el desprendimiento de este cuerpo etérico ocurre en el octavo nivel de conciencia. Aquí, es tan sublime la despersonalización del Ser, que la energía que mantenía unido el campo neutrónico se desmembra, se fractaliza y, por este hecho, cada fractal será una parte del cuerpo etérico, ya puro del arcángel glorificado.

Cada fractal será como un espejo que recibirá la imagen del ser arcangélico que le dio vida. Ellos son los elementos repetidores que permiten que el reflejo se retransmite en este Universo Holográfico. Los fractales son cuna de los nuevos Egos.

-¿Quiénes serán los nuevos Egos?

-Aquellas individualidades de cada Sistema Ególico que, en su final de ciclo evolutivo, hayan purificado y afinado su vibración crística que los llevará a ocupar el Eje Crístico. Allí se desarrollarán y asociarán, por afinidad para formar su propio sistema evolutivo.

El Sistema tiene una guía que le da la Idea Matriz de hombre real y perfecto que, por reflejo, llega hasta la imagen del Ego, que, a su vez, reflejará a su sistema de individualidades. Cada nuevo Ego será el núcleo de un fractal. Toda vibración a imagen y semejanza del Hombre Original demostrada por sus individualidades encarnadas, es recogida por el Ego que, por reflejo, la pasa a su Sistema. Todo el Sistema está unido a su Padre, el Ego Superior, por un cordón fluídico que los sostiene.

Para comprender el proceso de fractalización daremos, como referencia, el significado biológico de Mitosis que, llevado a la comprensión espiritual, se hará más entendible. En la mitosis se dividen núcleos del citoplasma. Este proceso constituye dos células hijas con la misma información genética que la célula madre, y así, sucesivamente, la multiplicación se manifiesta en el sistema biológico.

-¿En el caso de los fractales, ¿cuál sería la célula madre?

-Le llamamos así a la Idea Arquetípica que se va reflejando y, por ende, multiplicando en cada fractal, vibrando en la misma frecuencia de la Idea Matriz que le dio vida. En este caso, la información es la misma vibración que emana del centro de esta Idea Madre. Reflejo que se diseña y se plasma en cada célula o fractal del cuerpo etérico fractalizado.

Cada frecuencia forma cada fractal como algo similar a un mandala, imagen vibratoria que toma una forma geométrica sagrada. Esto hace al fractal habitación de los nuevos Egos, autoexistentes, porque el reflejo de la Idea Arquetípica alcanza a manifestarse en todos. Son autosemejantes, porque comparten la misma genética. Este es el principio de la multiplicación del Universo Holográfico.

Son muchas las transformaciones que se producen en el octavo plano arcangélico. A saber:

-Desprendimiento del cuerpo etérico como consecuencia de la despersonalización de su Ser. En este instante, se revela a sí mismo su cuerpo espiritual, único, real y esencial.

-Nacen los fractales, cuna de los nuevos Egos. Serán individualidades del Sistema del Ego Padre-Madre.

-Se reorganiza para cada Ego su Sistema experimental de individualidades.

-Desprendimiento de la chispa etérica. Vuelve a los campos etéricos. Siendo el Ser Arcangélico solo espíritu, ya no necesita la chispa que le muestra la verdad y le hace sabio. En este grado de conciencia crística él ya es sabio, es Espíritu, es Luz.

Todos los seres en este plano son idénticos, son crísticos. Los opuestos se unifican. El Yo Soy impera.

El Ser Arcangélico del octavo plano ejerce misiones como Espíritu en el Universo Sideral.

Los nuevos Egos son las individualidades que, por haber conquistado la vibración crística, son atraídas, por afinidad, al Eje Crístico. Allí serán núcleos de los fractales del cuerpo etérico del Arcángel ascendido del séptimo nivel. Simultáneamente, el Sistema Ególico se reorganiza. Se cortan los hilos fluídicos que unían las individualidades del Sistema a su Padre Original. Estas individualidades no quedan a la deriva. Algunas se integrarán a otros Sistemas Ególicos muy evolucionados en conciencia crística por afinidad vibratoria. Otras, más atrasadas, integrarán sistemas afines a sus vibraciones densas y, unas pocas, serán atraídas hacia donde está comenzando, en un planeta primitivo, el proceso evolutivo.

Las individualidades que, teniendo la chispa latente, no logran vibrar en su frecuencia para activarla, y tampoco pueden recibir los reflejos activos de sus pares del Sistema, se anularán a Sí mismas. Para la realidad espiritual, estos seres no existen, porque lo que no vibra en la Creación a su imagen y semejanza, no puede ser identificado en el universo frecuencial. Estos seres pierden la chispa vital, totalmente desnutrida, apagándose la vida. Serán polvo en el polvo.

Esto no obedece a un poder arbitrario. Todo en el Universo es vibración. Lo que no vibra no existe.

Muchas individualidades del anterior sistema, entregadas a otros Egos, pasando a integrar un nuevo Sistema, han aportado sus estados de conciencia reflejándolos al nuevo sistema. Esto equivale a un aporte valioso de vibraciones.

CONCLUSIÓN: En este plano octavo se expresa la gracia del alumbramiento más grandioso de la Creación: los fractales, cuna de los Egos. (4)

En este octavo plano se produce el renacimiento de la Creación.

Los arcángeles, en este plano, se desprenden de su cuerpo etérico. El desprendimiento de cuerpos, en el Séptimo y Octavo nivel, cada vez menos densos, como son el plasmático y el etérico, es vibrar en las más puras frecuencias crísticas. Es el logro de haber modelado capacidades para cumplir con el propósito del Espíritu Santo.

La despersonalización absoluta de su Ser lo identifica con el Ser Crístico, y en este plano la identidad es Uno, por ello, son Todos. Trabajan en los Ejes y los Centros del Universo. Han logrado su verdadera identidad espiritual. Ello les vale poder desprenderse de la última densidad: el cuerpo etérico, último bastión de la emocionalidad, para dejar paso a la expansión de energías neutras, sin límites, pura y crística. (5)

-¿Y qué ocurre con el cuerpo etérico?

-Se fractaliza. Pongamos algunos ejemplos. La nieve es un todo, pero cuando se desprenden los copos, esta se fractaliza. Si observamos cada copo en un microscopio, cada uno guarda en su núcleo una figura geométrica sagrada. Otro ejemplo sería el proceso de mitosis. Proceso de reproducción de una célula que consiste fundamentalmente en la división longitudinal de los cromosomas y en la división del núcleo y del citoplasma; como resultado se constituyen dos células hijas con la misma información genética de la célula madre.

La individualidad Crística renace cuando la personalidad se disuelve. Es el instante eterno de alcanzar la identidad original: La Crística.
 

NIVEL NOVENO:

En este nivel de conciencia, el proceso evolutivo llega a su fin. Estos Arcángeles han logrado la despersonalización total de su Yo. Sólo expresan Espíritu: la esencia misma del Ser Perfecto. La novena morada celestial es la más pura y perfecta, ya son solo Espíritus de la Creación. Estos Arcángeles ya son crísticos. Antorchas de Luz, Amor y Sabiduría. Vibraciones esenciales que transmutan, de sí mismos, a todo el Universo. Ellos son seres solares, con retransmisores de vibraciones de vitalidad y transformación de Sistemas Galácticos y planetas habitados por seres en desarrollo de conciencia.

A este plano de conciencia solo llegan aquellos que han logrado identificarse con la Individualidad Divina: El Cristo. Esto los hace idénticos entre sí, porque su identidad es la misma. Estos Seres moran en los Centros de todo Sistema, ya sea planetario, galáctico o sideral del Universo. Desde allí nos llegan estas energías como caricias de amor, vitalidad, sabiduría; energías frecuenciales que nos permiten interpretar la Palabra y traducir la Voz de lo verdadero a las humanidades en desarrollo. Esa Luz llega hasta nuestra chispa y nos vemos tal cual somos, quedamos desnudos frente a la Divinidad, y esa fuerza nos lleva a dejar densidades y seguir el camino diseñado por el alma.


*

-Nunca imaginé que la Luz que emana de los soles podría modificar conductas de vida.

-Dice la Voz:

Son las fuentes de energías neutras que se expanden por el Universo Global para activar el desarrollo espiritual.

-¿Y qué ocurre con las civilizaciones intraterrenas que, escuché, se desarrollan en el interno de los planetas?

-Dice la Voz:

Las energías que emanan desde los soles son cálidas o congelantes. Estas últimas alimentan las humanidades intraterrenas, son neutras y

muy favorables al nivel angélico de conciencia en sus procesos de desarrollo espiritual.

En el UNO se expresa la Igualdad Crística. Por haber logrado ser Imagen real del Hombre Perfecto, ellos son idénticos. El UNO y el TODO se identifican.

Notas: (4) Desarrollaremos este tema en capítulo: “Los Fractales”.

(5) Este proceso de transformación es muy importante para dar cauce y desarrollo a la Vibración Crística Universal.

 

CAPÍTULO VI

PLANOS ESENCIALES


PLANO DÉCIMO:

En este Décimo nivel se expresan los pensamientos perfectos de la Divinidad como formas esenciales a Su Imagen. No son arcángeles ascendidos, son la proyección de Su propia Perfección. Ellos autoexisten con la Divinidad y por la Divinidad. Cumplen misiones que les encomienda el Creador. Son sus ministros, a Su Imagen, cumpliendo las funciones en que representan al origen de su existencia.

La imagen de los Arcángeles Esenciales se muestra teniendo alas, pero, en realidad, son vibraciones energéticas con formas geométricas perfectas que abarcan una o más galaxias y las irradian desde el plexo solar. Estas fuerzas refulgen en sí mismas y parecen ropajes y túnicas, pero son la energía que se desprende de ellos y alimenta, nutre y transforma todo lo que existe en el Universo Global.

Una de las proyecciones de esta dinámica llega hasta el Reino Hádico del Universo vital de la Naturaleza en astros y planetas, resonando en Fa y Fa sostenido, para favorecer las capacidades energéticas de los cuatro elementos fundamentales para la vida.

Esta fuente arcangélica de energías neutras y poderosas, se expanden desde este plano y el Ego Superior las integra a Su Sistema para ser el vehículo, en cada individualidad de la vibración y frecuencia que le envía su Padre-Madre para cumplir el propósito de desarrollo.


PLANO UNDÉCIMO:

El plano Undécimo es la morada de Cristo, la Individualidad Divina. (6) Es la Imagen Perfecta del Hombre Ideal que todos llevamos reflejada en nuestra Chispa. Chispa que se desprende en el Octavo plano como consecuencia de la fragmentación del cuerpo etérico del Arcángel. Principio de la multiplicación de las chispas.

El Arcángel del noveno estado de conciencia ya no tiene la Chispa que lo acompaño en su proceso completo de desarrollo. No la necesita porque es todo Luz, Espíritu. Es un Arquetipo que ya no necesita encarnar en el Universo de la Experiencia. En este nivel, la individualidad es crística.

La diferencia entre los dos últimos niveles (10° y 11°) y el Noveno plano es que, en este último, se termina el proceso evolutivo y llegan a ser los Arquetipos Perfectos de la Creación. En cambio, en el Nivel Décimo, ya no son Arcángeles ascendidos, estos Arcángeles son funciones Divinas, son el cuerpo del Autoexistente, sostienen todo lo creado en evolución y desarrollo.

Relata la Voz:

La Divinidad imaginó al Ser Quién sería el depositario e intérprete de la Su Perfección. Esta Divina Intención diseña, en el Undécimo Plano Mental un Hombre Ideal, de: Toda perfección, y en Él vio plasmada Su propia y verdadera Identidad. Su única Creación: El Hombre Original. A partir de Él, todo en el Universo sería a Su Imagen y Semejanza. No habrá otra realidad que la creada en perfección. Hombre y Universo es una Creación simultánea en el “eterno ahora”. Es así que lo perfecto puede identificarse solo con lo perfecto.

En el instante creativo, este glorioso Ser, Imagen que proyectó la Divinidad, se reconoció a Sí mismo como el Ser completo en Ideas Arquetípicas. Esto, que se mostró en el Interno Sagrado de lo perfecto, se plasmó en Su Externo esencial: el plano Undécimo, donde el Cristo resplandeció. Desde allí se ilumina el Universo (las vibraciones crísticas toman vida), y en ese reflejo universal (esencial), el Ser se mueve buscando y demostrando, en una acción evolutiva, su genética divina: El Hombre Perfecto y Original (Idea en que fue creado).

Este Universo Experimental recibe el reflejo poderoso de este plano Undécimo, del Cristo.Desde aquí, las Ideas Arquetípicas se multiplican infinitamente para modular al Ser cuando las concientiza en Sí mismo. Las energías neutras se transforman en vibraciones de colores, sonidos y modos que se transforman en la Palabra de la Verdad. Es el Verbo que conjuga.

El Todo se diversifica en opuestos, situación que llevó al hombre a descubrir su “otro yo” negativo, corregir conductas que nos alejan de nuestro eje y llegar a la demostración del Ser creado en la perfección. En otras palabras, aquí comienza el proceso evolutivo. La oscilación propia de la experiencia y del cultivo interno, que busca el Centro del Equilibrio que le va a dar el sentido de la Verdad.

Este plano esencial donde impera el Cristo, es el propietario de la Matriz Universal (nuestra Matriz), y en el reflejo de esa Matriz perfecta nos desarrollamos para ser el Hombre creado por la Divinidad, Idea del Ser Perfecto en la que fuimos creados. Para Ser lo que siempre Fue. Dicho en forma más simple: la experiencia y el proceso oscilatorio de los opuestos nos lleva a concientizar nuestro verdadero Ser.

El No-Ser no es una realidad. No existe. Esto ocurre porque quien vive en este estado no vibratorio, sin expresar y sin alinearse con su Semejanza Esencial, que le da el reflejo crístico, manifiesta un estado de tal densidad que se destruye a sí mismo.


Nota: (6) Es la circunvalación inmediata del Núcleo Central de lo Perfecto.

 

 

CAPÍTULO VII

OPUESTOS EN EL SISTEMA


El Ser encarnado en el planeta es la expresión de dos opuestos, donde uno es su experiencia externa en medio de las circunstancias que lo rodean, y, el otro, expresa un estado introspectivo que no es otra cosa que el análisis de uno mismo. En la introspección se dan también los opuestos en forma simultánea.


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SOMBRAS                                                                                    LUZ


En nuestro interno si podemos identificarnos con la Verdad del Ser, como reflejos del Hombre Original y Perfecto, herederos de las cualidades divinas, de Su inmortalidad, porque el reflejo de Su Imagen sostiene al Ser de la experiencia.

Pero todo lo que es luz tiene su opuesto en las sombras. Esto significa que aún tenemos reflejos no resueltos, energía densa de bajísima frecuencia que cuesta cambiar, tomar total conciencia de los valores crísticos.

-¿Cómo limpiar el opuesto oscuro de nuestro ser?

-No debemos estigmatizar la situación. Observar el por qué se producen estas corrientes de negación, ya que tiene que haberse archivado en nuestro inconsciente una situación emotiva desfavorable a nuestro ser, algo que se ha reflejado distorsionado y se ha archivado en el opuesto conflictivo, como ser egoísmo, venganza, mal carácter, envidia, etc. Observar en nosotros que reacción producen las actitudes negativas; si siempre nos encontramos en nuestro entorno con actitudes odiosas para con nosotros, esa es la respuesta de rebote que tenemos para con nuestro entorno, y sí no invertimos en el opuesto de la luz no cambiaremos, y esta situación se repetirá una y otra vez en nuestro entorno experimental, no hemos neutralizado el reflejo y seguirá no resuelto. Tenemos que activar la Luz para diluir las sombras. Los opuestos oscuros nos muestran lo que se debe cambiar. Por eso, con la luz que da la compresión vencemos el error. Descubriendo el error desactivamos el opuesto negativo y, así, en nuestra carrera evolutiva, logramos que nuestros opuestos sean complementarios e idénticos a la única semejanza divina.

Es así que la explicación sería que la polaridad es propia del proceso evolutivo en el Universo Relativo. Pero como en toda esta oscilación de una polaridad a la otra hay un Eje que imparte el Centro mismo del Universo: La Divinidad o Perfección. Este eje o centro hace las veces de equilibrio entre los opuestos.

Para definir en uno mismo el opuesto, que es una forma de conocerse a sí mismo, es como mirarse en un espejo. Allí nos identificamos con nuestra propia realidad y su dualidad. Esta oscilación nos permite experimentar en un opuesto (+) y otro opuesto (-). Pero siempre el Centro o Eje mismo ejercerá una energía magnética (amor) que nos atrae hacia Él. En esta

experiencia, que se manifiesta como una dualidad, es bueno alinearse con la Divinidad buscando el Centro del Equilibrio: La Paz.

En la poesía de San Francisco de Asís, podemos observar cómo en la dualidad de los opuestos él anuncia la Verdad, que emana del Amor Central, buscando, en su semejanza original, el equilibrio y la paz a su mente y su Alma. Es allí, en ese mágico instante, donde los opuestos son idénticos y la dualidad desaparece en la Verdad.

¡Benditos aquellos que encuentran en el Eje de la Verdad, que convierte, en la oscilación de la experiencia, en idénticos estos opuestos, porque invocar la Luz divina todo lo ilumina!

-“¡Hágase Señor Tu Santa Voluntad, que siempre es pura y perfecta para mi Ser experimental! ¡Tus caminos serán mis caminos!”.


“Oh, Señor, hazme instrumento de Tu Paz.

Donde hay odio, que lleve yo el Amor. Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.

Donde haya discordia, que lleve yo la Unión. Donde haya error, que lleve yo la Verdad.

Donde haya desesperación, Que lleve yo la alegría.

Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz. Oh Maestro, haced que yo no

Busque tanto ser consolado, sino consolar; Ser comprendido, sino comprender.

Ser amado, como amar. Porque es:

Dando, que se recibe, Perdonando, que se es perdonado; Muriendo, que se resucita a la Vida Eterna.”

San Francisco de Asís.


-¿Lograríamos anular el opuesto en el caso que explicas?

-Ya no sería un opuesto contrario, sino complementario en la tarea de desarrollo mental y espiritual, hasta llegar a que ambos sean vibratoriamente idénticos. Uno será Amor espontáneo y natural. El otro será Amor comprendido, elaborado y entregado. Ambos fundamentos serán uno en la acción.

Escribamos una lista de nuestros errores, de conductas oscuras, y evaluemos qué cosas nos ocurrieron en el pasado que se plasmaron en el opuesto sombrío y, en el opuesto de la luz, trabajemos dando luz a lo equivocado y alineándonos en la única realidad cristiana de la Creación.

La Divinidad es el Centro Increado y su opuesto es la Creación. Así funciona la Creación, por opuestos:


Autoexistencia……………… Creación

Estático……………………… Dinámico

Nada………………………… Todo

Perfección…………................ Evolución y Desarrollo

Éter…………………………... Plasma

Creencia…………………….. Verdad

Sin opuestos no hay fricción y sin fricción no hay revelación interna, ni unificación con la Idea del Hombre Original de la Creación

*


-El Universo es Centro, no es polaridad. La polaridad es propia del proceso evolutivo.

-El opuesto aparece como un elemento de equilibrio.

-Para observarse hay que separarse, verse como en un espejo, allí se produce la dualidad, que es la forma de observarse a sí

mismo.

-El Universo se proyecta a Sí mismo. Nace la dualidad. Es la única forma en que un ser puede observarse a sí mismo. Aparece la mitosis: se separa la unidad en positivo y negativo para mantener un equilibrio. Cada vez que nos vamos al polo, el Centro nos lleva hacia sí. Es un magnetismo constante: el Centro siempre nos ubica en Su Centro.

CONCLUSIÓN: Los opuestos son complementarios. No podría existir uno sin el otro, ni ignorar uno sin observar el otro, si queremos ascender vibratoriamente en la escala evolutiva. Supongamos dos opuestos contradictorios: amor y odio; en un proceso emocional interno, serían dos polos unidos por la misma línea vibratoria. El amor, expresa la frecuencia más alta de la vibración, el odio, la más baja y densa. Cuando en la búsqueda interna de nuestro yo real oscilamos entre un opuesto y el otro, avanzamos y retrocedemos con nuestro pensamiento. Estamos en la búsqueda del eje introspectivo que nos revelará la Verdad del Sí mismo, logrando llegar al instante sagrado donde lo humano se transforma en divino. Lo sabremos cuando tengamos paz en nuestra alma y nuestro opuesto ya no refleje más el infierno que nos lastimaba.

*
 

Dice la física cuántica: “el observador cambia la realidad”. Esto ocurre cuando nos ponemos del lado de la Verdad del Ser crístico.

El proceso evolutivo es la suma de instantes sagrados, donde invocamos la Verdad que nos protege y nos muestra Su realidad. Busca en tu semejanza original la verdad del mismo Ser crístico. En este mágico instante, los opuestos se vuelven idénticos y la dualidad desaparece. (Ver oración de San Francisco).

ACOTACIÓN: El Ser que viene desarrollando un estado de conciencia en el opuesto de la luz, se siente inquieto cuando no se identifica con su Ser Real. Allí comienza su reencuentro con la introspección, que lo llevará a expresar su Ser Real. No debemos temer a la proyección, ni el reflejo, que nos envía el opuesto sombrío. No olvidemos que este polo es necesario para observarlo y descubrir nuestras debilidades. Este opuesto nos muestra los reflejos no resueltos, que es donde energéticamente somos débiles. Luego, es bueno ingresar en los Arcanos de la Luz, el opuesto que nos dará la revelación de las ideas curativas. Hasta que los reflejos no resueltos se reemplacen por actitudes que reflejen al Ser real de la Creación, seguirán manifestándose en nuestro  interior y en nuestro entorno.

 

CAPÍTULO VIII

LOS SISTEMAS


El Sistema es el medio en que la Creación se mueve y vive. El Universo se organiza en Sistemas: Galáctico, Solar, Planetario, Ególico, Mesiánico, etc.

De acuerdo al diccionario, todo Sistema es un conjunto de leyes y procedimientos que regulan el funcionamiento de un grupo. Así funciona: Seres que forman un cuerpo que, al vibrar en la misma sintonía, se ordenan. La relación vibratoria que tienen entre sí, los hace idénticos. Gracias a esta sublime identidad, el Sistema se proyecta en una Simbiosis perfecta entre todas sus individualidades.

Los Sistemas que se forman en el Universo, regulan sus funciones con un propósito: se multiplica, a diferentes escalas, esta idea sistémica por el Universo Global.

Todos los Sistemas verdaderos, en su acción, deben ser cristianos. Este concepto no hace referencia a religión alguna. Es un código universal de conductas fraternas, y esto lo puede expresar el Ser que vive a Su semejanza, libre y sin rituales. El Sistema fundamenta su accionar en este código, que no es una regla, ni ordenanza, ni imposición. Es el modo en que la Creación se muestra y vive. La Creación es el Amor mismo. Cuando lo Perfecto dijo: “Doy lo que tengo, mi Todo será del Todo”, la Creación toda agradeció la vida. Agradecer es el primer paso para recrear en nosotros mismos el Amor. Esta actitud nos permite ser fraternos y, si somos fraternos, seremos cristianos. Para estos valores trabaja el Sistema. Rescatar las cualidades del semejante es envolvernos ambos en la vibración sagrada del Amor. Quien se mueve en estos conceptos, se unifica con la universalidad de la Idea del Ser Perfecto.

Algunos de los Sistemas de los planos espirituales son el Mesiánico y el Ególico, buscando ilustrar, para sí y para las humanidades, el código universal que nos unifica en el Todo experimental: F.C.U. - Fraternidad Cristiana Universal.

SISTEMA MESIÁNICO:

El Arcángel es un Ego ascendido del Sexto nivel al Séptimo nivel de conciencia arcangélica. En esta morada ejercen funciones espíritus del Amor que se organizan en un Sistema Mesiánico. Lo integran nueve Egos ascendidos que se reúnen por un principio de afinidad vibratoria.

-¿Por qué son nueve arcángeles?

-Porque el nueve, como verás, cierra un ciclo en los cielos y baja a la Tierra su frecuencia a través de una de las individualidades del Sistema Mesiánico. Los ochos primeros dejan, en sus encarnaciones, señales o hitos de formación fraternal, cristiana y universal. Estos ocho son personalidades encarnadas del Sistema, pero, ¿Quién es el Mesías? Es el Noveno, que resume y expresa la vibración completa. Pero todos trabajan en la misma sintonía. Estas nueve individualidades son la parte necesaria de un Todo vibratorio, donde cada uno es como el instrumento de un músico que integra una orquesta. Todos suenan respetando la partitura. Pueden interpretarla un piano, violines, saxos, arpas, etc., pero, juntos, ejecutan la misma sinfonía. La vibración completa requiere del Sistema.

Ahora bien, antes de seguir avanzando tenemos que aclarar que, en cada nivel de conciencia hay uno que es de transición, especialmente el cuarto (angélico-humano) y el séptimo (arcangélico-humano).

-¿Qué significa esto?

-Que, en estos dos niveles, una de las individualidades del Sistema puede encarnar en el plano humano, ya que este último es escuela de probación, desarrollo y plasmación. Allí, el ser es moldeado en sus convicciones hacia la verdad del Ser y en su perseverancia para seguir el propósito que debe alcanzar. Si triunfa, este ser, no sólo asciende él, sino todo el Sistema por reflejo plasmado.

-¿Qué ocurre con las ocho individualidades mesiánicas?

-Las que encarnan, lo hacen sucediéndose una a otra. En el mismo planeta, una vez en cada ciclo, según un orden frecuencial en igual vibración. En el Sistema, ellos serán arcángeles crísticos cuando el último, el noveno, en su triunfo total de la apertura a la trascendencia, sea un cristo. (7)

La simbiosis en el Sistema Mesiánico es notable. Hasta tal punto que, en la novena encarnación, es común lo que llamamos desdoblamiento de la personalidad encarnada con sus pares del Sistema. En realidad, es una simbiosis con todos ellos para centrar la misión última en este Planeta. El Sistema Mesiánico trabaja en una simbiosis perfecta. Son uno y son todos a la vez, ya que trabajan simultáneamente.

-¿Qué refleja el universo espiritual al universo experimental?

-Todo, en el universo espiritual, se organiza en Sistemas, y se refleja así a las humanidades en su experiencia carnal. Cada ser que encarna enriquece a su Sistema con reflejos y energías activas y plasmadas por él en su experiencia. Una idea se plasma solo cuando un ser encarnado la concibe y le da imagen. Es decir, intuye el módulo y le da forma, cuerpo y lo expande.

El ser espiritual tiene su opuesto en el ser experimental (encarnado). Ambos conforman un eje, sin el cual no hay movimiento, sin movimiento no hay acción. No habiendo acción no hay demostración. Sin esto último no hay resultados. Luego, lo espiritual es el principio de lo intuitivo; el ser encarnado es el plasmador de las ideas y formación de conciencia. El espíritu es el origen de todo lo hecho, el ejecutor es el ser experimental, y éste trabaja para el Sistema. Las individualidades del Sistema son enriquecidas por los reflejos vibratorios plasmados y obtenidos por todos ellos. En el Sistema, lo que bendice a uno bendice a todos.

Sistemas, simbiosis, son escalones de una más ajustada comprensión de la verdad que tendremos que transitar con la experiencia, multiplicando en el plano físico estas formas de aprendizaje y realización.

El Mesianismo es un Sistema de alta complejidad de servicio para la Redención de la humanidad, donde el Noveno será el Mesías. Él cierra un ciclo mesiánico y un ciclo evolutivo de conciencia crística, plasmando en el aura del Planeta la arcada de la trascendencia en él. Ya llegó el tiempo del cambio de conciencia a alinearse con el código universal: ser fraternos,

ser cristianos, ser universales en nuestra comprensión; esto nos hace fraternos y la fraternidad nos vuelve más cristianos. Este es el tiempo planetario de transición para comprender y demostrar este código universal. Este momento de transición es como observar un río revuelto por correntadas, vientos y crecidas, hasta que todo vuelva a su curso. En el Planeta ocurrirá lo mismo con los cuatro elementos y humanidades sin rumbo, hasta que, esto transitorio, se calme y renazcan nuevos valores de conciencia. La rectificación es siempre dolorosa, hasta que todo vuelve a su Eje.


*


Si leemos en la Obra Mesiánica de Rosalía Luque Álvarez, ella cita estos nombres: Juno, Numú, Anfión, Antulio, Abel, Krishna, Moisés, Buda, Jesús, de las encarnaciones mesiánicas y los variados aportes vibratorios crísticos que plasmó cada personalidad crística. Estos nueve Arcángeles forman un solo cuerpo porque, al vibrar en sintonía, se ordenan relacionándose entre sí en una simbiosis perfecta. La relación vibratoria que tienen entre sí los hace idénticos. Gracias a esta sublime identidad, el Sistema se proyecta en una simbiosis donde el Uno es Todo y el Todo es Uno. Esta Idea Sistémica completa la vibración mesiánica cuando trabajan en ellas a frecuencias simultáneas. Cada encarnación mesiánica es un sacrificio.

-¿Por qué?

-Porque ellos vienen a rectificar el Eje de la conciencia planetaria y, ya dijimos, que rectificar es dolor. Pero, en este caso, la rectificación no es personal, es de la humanidad, aunque la sufra la personalidad del Sistema que ha encarnado para plasmar la frecuencia correctiva. El sacrificio más extraordinario fue nivelar la oscilación acelerada que se salía del Eje vibratorio de desarrollo espiritual, dejando sin control el proceso evolutivo, llevando a la oscilación angular a más de 180°, tocando las zonas plasmáticas del cono de energía planetaria. Esto acarrea consecuencias catastróficas para el Planeta, ya que se tocan los bordes del plasma instintivo, sin aportes de la energía vertical altamente espiritual.

Cuando se dan estas condiciones, encarna el noveno Mesías. La novena encarnación mesiánica completó el ciclo evolutivo y dejó plasmados dos acontecimientos que solo se dan en este Séptimo plano de conciencia. Dos situaciones que lo definen. Uno fue la plasmación de la Arcada de la Trascendencia, que se dio por primera vez en el Planeta. Arcada que permitiría trascender a la Sabiduría, la Fraternidad, los cambios de conductas de vida, la comunicación fluida con los seres de los planos espirituales, progresos científicos y comprensión de las Leyes espirituales de la evolución y desarrollo de una nueva conciencia en Cristo.

-¿Qué produce tal proceso de trascendencia en el planeta?

-Lo produce la inmolación del noveno Mesías encarnado, y el símbolo plasmado de este sacrificio es la cruz que diseña, en una forma extraordinaria, lo horizontal de la energía humana distorsionada, irrumpida por la fuerza vibratoria vertical de la energía espiritual perfecta. En el cruce de ambas, en el punto de fricción, se hace la Luz, se revela la puerta de trascendencia para Planeta y humanidad.

La otra fase de desarrollo fue la pérdida de la última forma sustancial del plasma de todo el Sistema, que ya no les permite encarnar. Se volatilizan las partículas de esta sustancia plasmática rodeando el planeta. (8)

Esta sustancia sagrada activará la conformación de las energías magnéticas de los cuatro Elementos de la Naturaleza del Planeta.

La depuración de la Naturaleza por la inserción e ingreso de las partículas plasmáticas mesiánicas muy desarrolladas, provocarán modificaciones en los Cuatro Elementos y en las estructuras terrestres. Esto no ocurrirá sin trastornos y situaciones catastróficas de los cuatro Elementos terrestres. La cosecha, en este plano séptimo es el comienzo de una gran transformación. El Sistema se desprende de su primer cuerpo: el plasmático. Densidad que lo libera, dejándolo ascender a su nueva vibración crística.

Las ocho personalidades mesiánicas serán arcángeles crísticos, y la novena individualidad mesiánica se unificará con la Idea Cristo, será una con Cristo. Sólo una vibración tal cual la expresó el Mesías último, pudo plasmar y abrir, en el aura planetaria, la arcada trascendental a lo inmortal.

Esta puerta de trascendencia sería abierta para todo el Planeta, y es necesario que así sea, porque por ella solamente podrán ascender, en este final de ciclo, todos aquellos que hayan alcanzado una nueva frecuencia vibratoria.


*


Las individualidades más evolucionadas del Sistema se ubican en el Eje Crístico. ¿Qué los lleva a ocupar ese lugar? La vibración crística que cosecharon en su experiencia encarnatoria.

-¿Y cuantos serán estos nuevos Egos?

-Serán 9 Egos para un planeta que se organizan como Sistema y serán mesiánicos en algún tiempo. Esto da un total de 72 Egos, futuros Mesías del Sistema Galáctico. Dos de ellos, idénticos, serán uno con Cristo, porque lograron plasmar la puerta (arcada) de trascendencia planetaria.

-¿Por qué dos?

-Porque representan el final de los opuestos que, al convertirse en idénticos, queda plasmado el Yo Soy, cuyo reflejo se proyecta en el conciente de los ocho Sistemas Planetarios, elevando al ser de la experiencia a estados más elevados de conciencia y frecuencias vibratorias.

La unidad es el Todo. ¿Y por qué el Todo es Uno? Porque todos vibran en la misma sintonía crística. El Cristo, la única individualidad divina, es la Imagen real de la Perfección. Quienes llegan a ella por desarrollo espiritual, serán el Todo, integrado y unificado en la misma vibración.

Este principio del Uno y el Todo lleva a la Creación a organizarse en Sistemas. El Sistema, en el proceso evolutivo, también evoluciona en conceptos sobre el mismo tema, antiguo y nuevo, en el presente, para la comprensión de la humanidad: la Simbiosis espiritual.

Sin Sistemas no hay simbiosis, y, sin esta última, el Sistema no puede expresarse. En el Sistema, lo que refleja el Uno se incorpora en todos en forma activa. Es la realidad de todos.


*

 

-¿Cómo explicaría el Sistema Ególico del Padre Cirio y Sus Individualidades Mesiánicas?
 

Dice la Voz:

Este Ser ya es un Arcángel Crístico de Galaxias. Ya sin personalidad, solo es una Forma Esencial. Fue, en remotas edades, un Ego, fractal de otro Ser Esencial. Cuando Cirio se desprende, en el Octavo Plano, de su cuerpo etérico, este se fracciona al descender al Sexto Nivel etérico más puro. Individualidades de Su Sistema, que alcanzaron y le dieron energías crísticas, son los núcleos de cada fractal de su Cuerpo Etérico. Estos se desarrollaron como Egos hasta llegar a Arcángeles Mesiánicos en el Séptimo Nivel, morada de los Arcángeles Mesiánicos.

Ahora bien, tienes o, se debe comprender lo que significa la misión de desarrollar, en una humanidad, la conciencia crística en un planeta con vida electrónica. Esta misión no la realiza una sola individualidad ascendida, porque para cerrar un circuito mesiánico (plan mesiánico) se necesitan nueve encarnaciones. Es decir, serán nueve individualidades las que integran la tarea mesiánica, cada una de las cuales tendrá una misión específica. Las nueve completan una vibración, y cada individualidad plasma una frecuencia. Esto constituye el Sistema Mesiánico: Nueve seres que, en el 6° plano fueron Egos, en el 7° ascendieron a Mesías, donde todos serán Uno en una Simbiosis extraordinaria. Ocho serán eternamente Arcángeles Crísticos y solo uno, el último (Jesús), la novena encarnación, será Uno con Cristo, Su Imagen y Semejanza de la Individualidad del Autoexistente: La Forma Esencial.

Se debe comprender el nuevo concepto universal que se muestra a la mente humana: Todo es Sistema, donde Uno es Todo; donde cada parte del Todo es idéntica, una con la otra; por esta razón puede ser el Todo.

La Individualidad Divina: El Cristo, se forma y se enriquece en un Sistema activo. Cada Mesías de un Sistema que ascendió a ser Uno con Cristo, se integra a esta vibración crística del plano 11°, pasa a formar parte de Él.


SISTEMA EGÓLICO:

Como dijimos antes, todo en la Creación se ordena por Sistemas. El Sistema Ególico es uno de ellos. Lo conforman el Ego Superior y sus individualidades. Este Ego Superior es Uno con el Hombre Perfecto, y sus individualidades, a reflejo de ese Ser Original son, cada una, Uno. Todos, en unidad, Ego e individualidades, forman el Todo en vibración crística. Este Todo, se modela a Semejanza de la Imagen que los sustenta: La de Hombre Perfecto.

Unas individualidades ya han hecho la experiencia, y otras están a la espera. En esta forma, cada individualidad que nace, viene con más recursos energéticos, más sabiduría, más amor y más espiritualidad. Luego, cuantas más energías a su semejanza recibe de sus individualidades encarnadas, más se enriquece la imagen de Hombre perfecto contenido en el Ego Superior. Así, se van conformando en Él las octavas vibratorias del desarrollo espiritual: más recibe, más da a las futuras individualidades que encarnarán. Es así que cada individualidad que alcanza vibración crística, se integra parcialmente al Todo Universal, hasta que el Sistema complete su desarrollo, entonces, su Todo vibrará al unísono con el Todo Universal.

Luego, el Todo es lo verdadero de la existencia. Es lo único, es la Fuente de la Vida eterna. Solo Es, sin espacio, sin tiempo.

Esa Fuente, que podemos llamar Dios, nos otorga Sus energías, infinitas y completas, antes de nacer. Están allí.

Pero volvamos al Hombre Original. Esta Imagen perfecta, que se da en el Universo Reflejo, es el Ego Superior que va a conformar su cuerpo Ególico con las chispas mentales del plano etérico. Cada chispa, a imagen y semejanza de la frecuencia vibratoria del Ego, dará origen a una individualidad de probación y ejecución del propósito espiritual del Hombre Original o Ego (9)

Cuando culmina el proceso evolutivo y de desarrollo del Ego Superior, aparece el Ser Original, que es y siempre fue, ya en conciencia crística. Se desprende de Su cuerpo etérico y plasmático, y toma una forma Esencial, ya es Espíritu activo, capacitado vibracionalmente para abarcar, desde Su Centro, una Galaxia completa, y emitir vibraciones y frecuencias desde Su Centro.

Esta es una explicación de una pequeñísima unidad de la Creación, pero has de saber que, en lo Perfecto, todo se multiplica a Su Imagen y Semejanza. Nada permanece en estado embrionario, todo se transforma; solo Lo Perfecto irradia la Paz de Lo Absoluto.

Desde ese Centro todo se transforma, evoluciona, se desarrolla, hasta llegar al Uno Crístico para ser el Todo. Se recrea una y otra vez en instantes sagrados de Sabiduría y Amor. La recreación es un fenómeno implícito en la Creación, y uno de ellos es la fractalización del cuerpo etérico que le ocurre al Ego Superior o Ser Original llegado a formas esenciales. Su

cuerpo plasmático o denso desaparece, al integrarse (por desarrollo espiritual) al plano esencial. Su cuerpo etérico se fragmenta quedando en cada fragmento la chispa madre que iluminó cada individualidad en su experiencia encarnatoria, A cada uno de estos fragmentos se le llama fractal y serán los nuevos Egos Superiores que iniciarán el mismo recorrido de su Patrón frecuencial anterior (Ego). Cada fractal es uno con Cristo y por ser Uno son Todo. Todos son un reflejo perfecto de la Imagen original, y en esta frecuencia cada uno formará otro Sistema Ególico.

Así, todo se multiplica en este Universo Holográfico. Todos los humanos encarnados somos un fractal de nuestro Padre, antes, la Imagen Perfecta, ahora, forma esencial arcangélica.

Nuestro Mesías agotó su cuerpo plasmático y su cuerpo etérico se multiplicó en fractales donde cada uno será, a través de su chispa central, el reflejo de Su Ser Original, será Ego en evolución.

El Ego Superior o Ser Original que ha conquistado, después de siglos, ser ascendido al plano décimo, ya es Espíritu, donde es imposible conformar un cuerpo, una individualidad, y donde su Alma o Cuerpo etérico se descompone en fractales. ¿Quiénes conforman el Alma o cuerpo etérico? Todas las individualidades que, por constituir el Alma, son las que buscan el camino hacia la perfección y se desarrollan en esa frecuencia.

Las individualidades que se sintonizaron en Ella, son los fractales que, con su chispa, serán futuros Egos. Así, del cuerpo etérico, se desprenden las Imágenes a semejanza de su origen celestial. Así nacen los Egos, así se cumple el formato del Universo Holográfico: la multiplicación de Imágenes.

Ahora bien, qué pasa con las individualidades que no pudieron interpretar la frecuencia o la sintonizaron a medias. Son adoptadas por otros Egos que recién inician su desarrollo y que cuentan con estos fractales para sostén de la experiencia que Él inicia, es decir, se integran como individualidades al Sistema Ególico de ese Ego que los integró.

Otros fractales que desarrollaron vibraciones muy bajas y nada aportaron al Sistema, al no reflejar la Imagen de Conciencia Crística, son disueltos, no así la chispa, que se desplaza fuera del Eje Crístico y pasa a ser una molécula más del Alma Universal.

En resumen: las nueve individualidades mesiánicas, ya ubicadas en el Eje del cuerpo etérico, son ascendidas al nivel Décimo, el del Espíritu Absoluto; luego, son Espíritu: Formas Esenciales. Pero la única que se integra al Rayo o Imagen Crística, donde es una con Cristo, es la novena que, en el caso de nuestro Planeta, es Jesús. ¿Por qué solo Él? Solo Él porque fue el único que plasmó, en el Universo de la Experiencia, la prueba de la Trascendencia a los Arcanos del Amor, la Sabiduría, la Justicia, la Verdad. Esta Arcada de Trascendencia, simbolizada en la cruz, le valió ser uno con Cristo.

Las ocho restantes, ya Espíritus Arcangélicos, serán Fuegos Magnos, Antorchas, Centro de Soles o Galaxias. Seres alados, ya sin cuerpos, sólo brilla en Ellos una Forma Esencial que, reflejada, alimenta universos de experiencia, humanidades en desarrollo y evolución.

En cuanto al Ego Superior, Centro de Su Sistema Ególico, este Ser Original, recuperó la supremacía que le confiere Su Imagen y será el Señor de cuanto exista en la Creación. Estos Egos activan lo creado y manejan, por medio de la inspiración, los pensamientos creativos de las humanidades para el progreso de la ciencia, el arte, descubrimientos y el pensamiento intuitivo. Por haber vivido las experiencias encarnatorias de sus individualidades, conoce los procesos formadores de conciencia crística y aporta todo Su saber y energías correctoras, restitutivas, evolutivas y de desarrollo para que el ser encarnado cumpla con el propósito del Espíritu y el Alma diseñe el camino para lograrlo.

-¿Cuándo nos movemos en el plano encarnatorio de la experiencia y desencarnamos, nuestra Alma trasciende?

-Si. No hay muerte, hay trascendencia del cuerpo al Alma. Pero es una trascendencia parcial, donde el Alma se ubica en el plano mismo de su vibración. La real trascendencia es el avance hacia un nivel de conciencia superior. Llegar a un nivel crístico de conciencia es haber trascendido por la Arcada de la renuncia al personalismo y la negación del Yo ególatra.

Nuestro Mesías plasmó, como ya vimos, esa Arcada de Trascendencia para Sí mismo y para la humanidad. Por eso nos dejó como legado sus palabras: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida”.

No hay otra razón que ser Uno con Cristo, la entrega absoluta al Plan Divino. Y ¿Cuál es ese Plan? Terminar con la dualidad, redimir los opuestos que, en su manifestación simultánea, nos hace confundir y creer en un Yo Soy inferior.


*


En este Universo de la experiencia y plasmación, el hombre se verá y conocerá a sí mismo. Será un largo y empinado camino a su real morada, donde todo le será revelado.

-¿Y dónde tiene la matriz poderosa que le dice su verdadera identidad?

-En el Universo Absoluto, donde cada Ser es Uno y Todo, porque será uno con Cristo (en vibración), la suma de instantes sagrados en alineación con la Verdad del Ser, el hombre autoexiste con la Divinidad. Ella es el Infinito Ser y el hombre de la experiencia es el que interpreta y conjuga el Verbo Divino, la Palabra, la Vibración.


*

También tenemos que explicar que en el plano físico tenemos muchos sistemas, pero citaremos el que nos interesa: el sistema genético, o sea el sistema familiar. Heredamos genéticamente errores de conducta. Se nace en el grupo familiar que observe el error o creencia negativa (o debilidad) que corresponda curar a la individualidad a encarnar. Sólo se realiza la experiencia en el error específico, no con otros que la individualidad encarnada ya tiene superados.

Hacer un paneo de las debilidades de nuestros parientes más directos es dar con la clave del porqué de algunas debilidades

nuestras. Pero nacer con esa herencia genética distorsionada, no es casual, al contrario, antes de nacer el Sistema busca la pirámide genética invertida que dará, al ser que encarna en ella, la posibilidad de resolver, en la experiencia, este vacío vibratorio del Sistema. Luego, la simbiosis resuelve (unificación) los espacios de ausencia vibratoria, ya que se interpenetran en frecuencias con el ser de la experiencia.

Nadie se resume en la chispa del otro. El Todo permanece intacto, y el Uno, sin perder su individualidad sellada con la chispa, seguirá siendo parte del Todo.

Notas: (7) LLAVE DE ORO - CAP.”LA ÚLTIMA ALIANZA”: “Llegados a esta postrera alianza, no soy ya más Juno, Numú, Anfión, Antulio, Abel, Krishna, Moisés, Buda, Jesús, sino solo el Cristo que os unge para el grandioso apostolado de la Verdad y del Amor Fraterno.

(8) ARPAS II - CAP. “EL DIARIO”:…” Pero la hora llega ineludiblemente de la suprema clarividencia, de tu Yo Superior. Para entonces estaremos contigo como en tu cuna, pero acaso desde el espacio infinito, adonde entrarás en gloriosa apoteosis, mientras tus magos del Oriente desintegrarán en átomos imperceptibles la materia que te sirvió para tu última jornada en la Tierra.

La Eterna Ley que nos mandó cooperar con ella desde tu nacimiento, nos mandó también destejer como un velo sutil tu envoltura de carne y que los átomos envuelvan la tierra…”

(9) Ver: “El Ego Superior en el Concierto Universal de la Vida” y “El Espectador de los Cielos”.

 

CAPÍTULO IX

PROCESO EVOLUTIVO


La onda vibratoria que determina el proceso evolutivo del Ser tiene dos movimientos en su esquema: uno desciende y otro asciende. En el primero se forman, según la pureza de la sustancia frecuencial, los cuerpos que acompañarán el proceso evolutivo. En el otro movimiento se asciende cruzando las ondas vibratorias de las frecuencias que descienden. Esto provoca la fricción de ambas cuando el Ser va tomando conciencia de su Ser espiritual. Esta actitud crística determina la desaparición de los distintos cuerpos que acompañaron sus procesos de desarrollo y evolución: cuerpo mortal, cuerpo plasmático, cuerpo etérico. Desprenderse de esos cuerpos es perder densidad vibratoria y, por ende, alcanzar estados vibratorios más puros.

La Imagen estática del Hombre Perfecto está guardada en el Centro mismo de la Creación. Imagen que se proyecta en una onda vibratoria en descenso, formando cuerpos semejantes a esa imagen, según las frecuencias que atraviese esta. La primera frecuencia sólo diseña un reflejo con forma oval, semejante a un huevo luminoso. Es el cuerpo espiritual guardado en el Noveno plano. En este proceso evolutivo, el Ser que se detecta en el Octavo plano es la Imagen refleja del Hombre perfecto. Está formado el cuerpo etérico en el Octavo plano en el que ingresará la segunda frecuencia de este nivel.

-¿Por qué en cada frecuencia se diseña un cuerpo?

-Porque la energía frecuencial genera, en su entorno, una forma estructural, un modo de expresión y un sonido vibratorio que define, en capacidad y calidad, un cuerpo o estructura energética. La segunda frecuencia corresponde al plano Octavo, allí se dará a luz el cuerpo etérico. Seguirá la tercera frecuencia, donde se formará el cuerpo plasmático del Séptimo nivel. En los demás niveles frecuenciales, ya formados los cuerpos necesarios para el proceso evolutivo, se iniciará el ciclo experimental de los Egos (6° Nivel y 4° frecuencia). El reflejo, descendiendo al Quinto nivel, modula la quinta frecuencia con aportes experimentales en la franja de partículas etéricas. En el Cuarto nivel (angélico), sexta frecuencia, se daría la experiencia de transición entre nivel humano y angélico, donde se forma la mente mortal o yo inferior.

En el plano Tercero, séptima frecuencia, el humano atenúa la mente mortal. En el segundo nivel, la octava frecuencia, es la más baja del Sistema. La más difícil de experimentar y liberar densidades. Son ocho las frecuencias evolutivas. La vibración la componen ocho octavas.

El Primer nivel es un estrato de decantación. Este nivel, de un bajísimo astral, ya no vibra, y allí quedan los lastres que no evolucionaron, luego, no vibran. Estos conforman el No-Ser.

Formados los cuerpos necesarios al proceso encarnatorio y de pruebas, se inicia el ascenso de desarrollo espiritual que activa y dinamiza la Imagen Crística del Hombre Original que se refleja.

El proceso evolutivo consiste en desprenderse de cuerpos densos, tales como el mortal (2°, 3° y 4° planos), el plasmático (7°

plano) y el cuerpo etérico (8° plano), estados necesarios para ascender vibratoriamente.

En el proceso evolutivo, la formación de sus cuerpos se produce en frecuencias descendentes, y en el movimiento ascendente se genera la transformación de los mismos en frecuencias cada vez más elevadas. Estos dos movimientos son la Causa y los Efectos del proceso evolutivo del Ser. Un largo camino a casa donde el fundamento de la Creación es revelado en un hecho demostrado y faro de Luz viviente.

PLANO                       FRECUENCIA


image1ra

(CUERPO ESPIRITUAL)

________________________________

 

image2da

(CUERPO ETÉRICO)

________________________________

 

image3ra

(CUERPO PLASMÁTICO)

________________________________

 

image4ta

(HÁBITAT DEL EGO)

________________________________

 

image6ta

(MENTE MORTAL)

________________________________

 

image7ma

(ATENUACIÓN DE LA MUERTE MENTAL)

________________________________

 

image8va

________________________________

 

1°                                       ---

(ESTRATO DE DECANTACIÓN)

________________________________

 

*


Ascender niveles de conciencia crística, paso a paso, es un largo camino a casa. Es desprenderse (como ya dijimos) de cuerpos, cada vez menos densos, como el plasmático y el etérico. Es vibrar en alguna de las frecuencias crísticas, es el logro por haber moldeado capacidades para cumplir con el propósito del Espíritu Santo.

El proceso de la despersonalización se produce lentamente a través de los nueve niveles de evolución y desarrollo de la conciencia crística. En el Primero, Segundo y Tercero, es un ensayo experimental para descubrir los manejos de la mente mortal y los perjuicios que nos produce seguir sus tendencias oscuras. Cuando el Sistema logra atenuar y resolver estos vicios renuentes, la Luz va ocupando lugares en el Sistema Neuronal del Sistema Ególico, y la energía empieza a circular.

El Cuarto plano es la transición del humano al ser angélico. En el Quinto nivel de desarrollo, los seres que en él se mueven aprenden a manejar las poderosas energías neutras. Luego, la prueba consiste en despersonalizar el poder. El Sexto nivel es el Reino de los Egos que están trabajando para la evolución de humanidades.

Los niveles Séptimo, Octavo y Noveno, se identifican con la conciencia arcangélica, pero, específicamente, con la pérdida de los dos cuerpos sustanciales necesarios para la concientización de las energías crísticas. En el Séptimo se transforma su cuerpo plasmático, y en el Octavo se produce el nacimiento de los Egos por fraccionamiento de su cuerpo etérico. En el Noveno son Espíritu. Su cuerpo es una forma esencial. Su única identidad es la individualidad divina, ya no existe la personalidad. Sin mente mortal, sin sustancia plasmática, sin cuerpo etérico, sin personalidad, son, estos seres arcangélicos, idénticos entre sí. Son los Señores del Universo, son los Arquetipos Crísticos, vibran con la Divinidad. Así se da el desarrollo y evolución del Ser en el Universo Global.

El último intento de supervivencia de la sustancia plasmática ocurre en el Séptimo nivel. Pero el vencimiento sobre el instinto primario, sibien es necesario en los primeros niveles, es desechado en el nivel Séptimo por una inmolación del cuerpo.  Este acto le vale al Sistema Ególico ascender al Octavo plano. Este plano medio arcangélico es atravesado por energías neutras, como todos los que se ubican en las franjas medias de energías neutras. Esta vibración poderosa de las partículas etéricas, reclama a los Egos arcangélicos la despersonalización total del Sí mismo. Su cuerpo etérico, que aún vibra por estados (enfoques) emocionales, puros, inocentes, expresivos, lo lleva a silenciarse, entregarse a esas fuerzas neutras que lo atraviesan. Cuando vivan en sí mismos esas vibraciones, que sean parte de ellas y puedan ser reflejo inmaculado de ellas, como canal divino, estos arcángeles habrán conquistado la vibración impersonal de la Creación.

Su cuerpo etérico se transformará en un cristal de máxima pureza y, por su misma naturaleza, este cuerpo se fraccionará en 72 partes que darán origen a 72 fractales. Cada fractal será la cuna de un Ego, ya arcangélico. Este es el instante más perfecto de la Creación: el maravilloso nacimiento de los Egos, del Sistema y de un nuevo proceso evolutivo a Imagen y Semejanza Divina.

-¿Por qué tienen que ser 72 los fractales que, a su vez, alojen 72 individualidades?

-Es así. Las 72 individualidades mesiánicas, ya ascendidas, serán en este plano Octavo, las que ocupen cada fractal como núcleos, y serán la imagen de Hombre Original que, vibratoriamente, han conquistado. Se agruparán en Sistemas, cada uno en una frecuencia de las ocho que conforman un esquema vibratorio en octavas. Cada sistema Ególico se forma con nueve fractales, cunas de individualidades ascendidas.

En este Octavo plano del alumbramiento, el resto del Sistema Ególico corta el hilo fluídico que lo une al Sistema, y cada individualidad pasa a formar parte de otros Sistemas que los recogen, a excepción de los que han ascendido a arcángeles crísticos y tendrán diversas tareas y misiones.

Luego, el Plano Noveno es habitado por los Arquetipos, Imagen Perfecta de la Divinidad, el Ser que lo interpreta en toda Su dimensión.

Todos son Uno. La Unidad es El Todo. La diversidad de ideas forma El Todo. Hasta que ese Todo no se constituya en Uno por semejanza vibratoria, esa vibración será dispersa. En una especie, por ejemplo, el humano, El Todo se definirá cuando logran integrarse frecuencialmente. Allí serán Uno.


*

Trataré de explicar la imagen de números que se mostraron en la pantalla mental:


image
 

Nueve es un ciclo evolutivo espiritual completo. Para formar un circuito evolutivo completo se necesitan 9 arcángeles ascendidos del 7° Cielo.

El 8 es el número de la fricción de la revelación crística. Esto determina que 8 sistemas lograron friccionar para plasmar la Idea Crística en un planeta en evolución, que solo se logra con 9 Egos de cada uno de los 8 sistemas que alcanzan a dar forma a la Arcada de la Trascendencia. Además, el 8 significa que una vibración se completa con 8 frecuencias dadas en perfecta sintonía.

-¿Dónde se originan estos números cabalísticos?

-Ocho son las frecuencias crísticas que interpretan 9 Mesías. Se repite las 8 frecuencias en 8 veces que 9 Mesías ascendidos interpretan (que el último-el noveno-resume). Luego, ocho veces el nueve dará como resultado 72 Arcángeles mesiánicos en un mismo Universo. 72 suma 9 (7 + 2), que es el símbolo de un circuito del plano espiritual cerrado, terminado. Luego, 72 Seres Mesiánicos fractalizarán sus cuerpos etéricos (Ver capítulo sobre fractales).

El Ser Arcangélico se integrará a las energías protónicas, propias del Conciente Crístico. Sólo será Espíritu enriqueciendo la infinitud sin costas, donde el Universo es la suma de toda vibración, y el Hombre Original es una vibración más.

Los nuevos Egos se ubican en el Eje Crístico del Sexto nivel, Centro del Universo, y, desde allí, envían energías vibratorias a Su Sistema en formación unido por el cordón umbilical a su Padre-Madre: el nuevo Ego. Así renace la Creación, con este alumbramiento de nuevos y, a la vez, eternos individuos a la semejanza del Hombre Original.

Como ya se dijo, los que no vibran se anulan a sí mismos y, para la realidad, no existen, porque lo que no vibra no puede reconocerse. Es la Ley de Afinidad Vibratoria Universal: según vibro, allí me lleva mí misma frecuencia. No vibro, no soy nada. Seré polvo en el polvo. (10)

Los que ascienden a Ego siempre son 72 en todo un Sistema Galáctico. Son 8 grupos de 9 individualidades. Muy pocas veces 2 de ellos quedan detenidos en un estanco evolutivo.

Todos los números que intervienen en estas secuencias son significativos. 72 suma 9, finalización de un ciclo y comienzo de otro. 9 individualidades son las que comenzarán un nuevo ciclo porque el anterior culminó con éxito. El 8 es el símbolo de la fricción perfecta donde un circuito da lugar a otro, y la fricción que resulta de este tránsito es reveladora de la Verdad que queda impresa en la luz que emana de la fricción.

Los dos que quedan en suspenso, son los que expresan el opuesto de la misión mesiánica que inician los Egos (Caino).

Nota: (10) El Universo Divino se organiza frecuencialmente.

 

CAPÍTULO X

FRACTALES


-¿A qué llamamos fractales?

-Dice la voz:

A la Luz de la ciencia humana es un objeto geométrico cuya estructura básica, fragmentada, se repite a diferentes escalas.

A la luz de la ciencia espiritual, es el origen de un proceso de alumbramiento que se da en el Octavo Nivel de los Cielos. Cuando el Ser Arcangélico asciende a este plano, se desprende de su cuerpo etérico, la última densidad de Sí mismo. Este Ser anula todo personalismo, aún lo emocional. Despersonalizar es expresar la Vibración Matriz sin esfuerzo voluntario, sólo canalizarla y vivirla. Se unifica a la Vibración Crística Universal.

En un parto sublime, su cuerpo etérico se desprende y desciende a su hábitat natural: el Nivel Sexto Angélico. Ya no necesitan el cuerpo etérico para recibir el reflejo de la Verdad, serán la Verdad misma, entonces lo “entregan” en un desprendimiento sublime. No teniendo ya la energía que unifica sus partículas etéricas, este cuerpo se desmembra en múltiples fracciones que llamamos fractales. Cada fractal se convierte en el “Hogar” de una individualidad del Sistema, individualidad que será el núcleo o centro del fractal. Así nacen los Egos en el cuerpo radiante de un Arcángel. Cada fractal es una figura geométrica perfecta que vibra en una frecuencia que las nuevas individualidades deben sintonizar y desarrollar en cada encarnación. La suma de las frecuencias hace la vibración crística completa.

-¿Qué ocurre en este proceso con el Sistema Ególico?

-Las individualidades unidas al Ego Superior por el cordón fluídico, no se reordenan en el Séptimo Nivel, sino que ayudan al desarrollo evolutivo mesiánico. Pero sí se desprenden en el Octavo Nivel de su Gran Padre, El Ego, para seguir su camino evolutivo.

-¿Quedan sin resguardo estos seres?

-Comencemos por las personalidades más desarrolladas. Cuando se llega a un Final de Ciclo evolutivo, se reubican las individualidades en los correspondientes planos y niveles de conciencia. La ascensión no se produce en un solo plano. En todos los niveles se asciende simultáneamente. Luego, el Sistema se reordena. Pero como todo es un orden en la Creación, solo 72 individualidades del Sistema pasarán a ser Egos y, por la ley de afinidad frecuencial, tomarán lugar en los 72 fractales que resultaron de la fractalización del cuerpo etérico. Cada Ego será el núcleo de un fractal e irá formando su propio Sistema. Estos 72 han sido los Seres de vibración más pura, semejante a la crística, y serán los futuros mesías de otro ciclo evolutivo. Queda otro grupo de 72 que conformarán Sistemas de Arcángeles Crísticos o Antorchas Solares.

-¿Por qué estas cifras frecuenciales?

-Como verás, el 72 suma 9 (7+2), y este número, simboliza, un circuito evolutivo completo. Ambos (72+72) suman 144, otra vez encontramos el 9 (1+4+4), como la culminación de 8 frecuencias demostradas. Lo que resume que 8 frecuencias interpretadas a Su Imagen por 9 individualidades, da como resultado 72: Sistemas de 9 Seres con 8 frecuencias cada uno.

El cuerpo etérico se fracciona y se completa con cada Ego, que los hace a todos autosemejantes y autoexistente. ¿Por qué ocurre esto? Porque han sido las únicas personalidades que, por desarrollo espiritual, pudieron reflejar con toda pureza la Imagen divina de Hombre Perfecto. Esta identificación los hace ocupar vibratoriamente el Eje Crístico de la Creación. El núcleo de cada fractal es abastecido vibratoriamente por la Idea Arquetípica, que es Absoluta y estática por su perfección.

Todo es multiplicación en el Universo Reflejo, por lo tanto, las ideas, en imagen, que vemos plasmadas, se autogeneraron en el fractal por reflejo. Los universos son fractales, los Sistemas, los planetas, astros y planos frecuenciales evolutivos, las especies vegetales, las especies animales, la especie humana, todos son fractales plasmados. Cada forma fractalizada se automultiplica con su núcleo correspondiente.

Si somos un fractal con un núcleo semejante a la Idea Perfecta, ¿por qué no somos ya perfectos? Porque la Idea Perfecta se “plasmó” en su reflejo, pero es estática. Interpretarla es ponerla en movimiento, es experimentar para tomar conciencia activa del significado de cada idea e integrarla a nuestro modo de ser.

Así es que el cuerpo de los Arcángeles del Octavo Nivel se proyecta en fractales con su núcleo correspondiente; el resto de lo que fue un Sistema, vuelve a su hogar natural: el Sexto Nivel neutrónico donde se reorganizará nuevamente. El Octavo nivel estará abocado a las tareas inherentes a su condición.

Ya expliqué que las 72 individualidades más desarrolladas en Cristo serán los núcleos de los fractales y serán los Egos de un nuevo Sistema. (11) Otras individualidades, habiendo ya cortado el hilo fluídico, ascenderán a otros niveles de conciencia y de ayuda fraterna; y otros seguirán colaborando con otros nuevos Egos. La Ley vibratoria de afinidad no tiene límites en el Universo. No existe, en el Universo, árbitros que determinen niveles de conciencia, todo es por afinidad vibratoria. Esa es la energía que ubica, determina y establece el dónde y el cuándo en el Universo Global.

-¿Qué ocurre con el Sistema Ególico una vez que los Egos han ascendido?

-Como se te explicó, las individualidades experimentales conforman el sistema energético del Sistema. Todas ellas siguen un proceso evolutivo. Los Egos son Arcángeles que logran la vibración crística. Son 8 las frecuencias que conforman una vibración completa. Son 9 los Egos que la alcanzan. ¿Por qué 9 y no 8? Porque 9 es el resumen de los 8 anteriores. Es el que ha alcanzado a expresar la Idea Matriz del Hijo de Dios en Cristo. En vuestro Planeta es el Maestro Jesús; el que abrió y plasmó la puerta de trascendencia a una frecuencia más pura.

La suma de 9 ocho veces da 72 y 7+2=9. Nueve, número que es el símbolo de un circuito espiritual completo y cerrado.

Otros 72 ascienden a Arcángeles Crísticos Solares. En total ascienden 144 individualidades solares, ya Señores de las energías crísticas y evolutivas en el desarrollo de humanidades y Sistemas. Por supuesto que en este proceso se desprenden los hilos  fluídicos del Sistema para establecer un nuevo orden. Se fractalizan los cuerpos etéricos. Liberado y desintegrado el Sistema, se produce el reordenamiento. Los seres angélicos ocuparán, siempre por afinidad frecuencial, el núcleo de los fractales constituyéndose en nuevos Egos, y los de conciencia humana del 3° nivel, alcanzarán el 4° nivel de trascendencia entre humano y angélico. El 2° nivel alcanzará el 3° para experimentar el dolor de expresarse en la mente mortal.

-Pero si ya no tienen Sistema ¿qué los sostiene en el proceso evolutivo?

-Cada Ser, según su estado evolutivo, será trasladado a un Sistema Ególico afín para continuar su proceso de desarrollo.

-Pero ¿en qué condiciones se conectan con su nueva frecuencia?

-Tú lo has dicho, es una nueva frecuencia, y quedan vivos los logros, aunque sean pocos, actuados en la vida anterior. Al adoptarse el nuevo Sistema, recibe los reflejos resueltos logrados por el Sistema que lo adoptó. Este Sistema nuevo oscila entre los niveles 2° y 3° de la experiencia evolutiva. En estos niveles la simbiosis es fundamental para el ascenso vibratorio.

Las nueve individualidades que conforman un nuevo Sistema de Egos, se ubicarán en el Sexto Nivel, ya que esta es la franja etérica y angélica de la Creación y es el hábitat de los Egos. (12) Y los Egos del Sexto nivel que han completado y activado su campo vibratorio, ascienden al Nivel Séptimo, ya arcangélico. El Sistema sigue unido a la nueva vibración por el “cordón plateado” que los une a la vida. Son los Egos ya mesiánicos, Las individualidades, aún vigentes, serán el enjambre de seguidores del Cristo que los protegerá y colaborará con la misión crística. Lograda la vibración mesiánica, dejan su cuerpo plasmático y ascienden al Octavo nivel de conciencia. Este nivel los prepara a ser conductos de energías crísticas de sublime pureza. Para ello se desarrollan espiritualmente logrando la despersonalización total de su individualidad. Sólo serán canales vibratorios de una suma de energías sagradas. Llegados a este estado evolutivo, son la semejanza de la Imagen perfecta del Hombre Original. Sus opuestos son idénticos y su identidad divina resplandece en el Universo. Son Arcángeles Solares.

Ahora bien, estas energías de altísima frecuencia hacen que el cuerpo etérico, último espejo en el que se mira el Ser para saber la Verdad del Sí mismo, se fracciona. Ya no queda nada que de cohesión a este campo magnético de energías neutras. Pero ocurre algo maravilloso en la Creación, cada una de estas “células”, que llamaremos fractales, es una frecuencia del gran espectro vibratorio de este cuerpo etérico que llegó a la perfección, y es, este momento creativo, cuando el Universo Holográfico manifiesta su Ley: la multiplicación de la Idea Matriz de Hombre en cada fractal. Cada fractal, de formas geométricas perfectas, es un cristal en el que se refleja la Imagen del Ser que les entregó su cuerpo. Es su imagen refleja en cada fractal, y Ella será el núcleo, y el fractal Su cuna.

En este Octavo plano suceden, además, otros fenómenos que hacen al proceso evolutivo. Uno es la desaparición de la chispa en estos seres ascendidos, Ya no la necesitan para estar unidos a la Verdad reflejada en ella. Ellos ya son la Verdad inmortal. Otro hecho es el corte que sufre el Sistema Ególico, el que perteneció al Ser ascendido.

-Este acontecimiento me produjo un impacto emotivo. Es romper un lazo muy fuerte de amor y protección. ¿Qué será de ellos?

-Esto es como el niño cuando ya es joven, siente su propia responsabilidad y tiene que buscar sus propios recursos. Pero la Ley del Amor nunca nos deja solos. Unos, seguirán agrupándose en tareas comunes, otros, seguirán integrando sociedades de variadas frecuencias de acción, etc. Otros, serán desplazados a otros sistemas y algún Ego se hará cargo de ellos. Todo es experiencia en la Creación. La Verdad no culpa, la Verdad se muestra y, nuestra propia Ley, nos ayuda a rectificar.

El Octavo nivel es un maravilloso estrato de transformaciones que hacen al proceso evolutivo. En él han nacido los Egos, el alumbramiento más significativo de la Creación. La Ley de afinidad vibratoria los llevará a ubicarse en el Eje Crístico del Sexto nivel angélico, hogar de los Egos que fluctúan allí en un mar infinito de corrientes etéricas.

En la Octava frecuencia se plasma el hombre. Se separan los principios femenino y masculino. Se expresan los opuestos. Se manifiestan los atributos de la Idea.

El fractal nace en el cuerpo etérico de toda Idea Arquetípica. Todas las Ideas poseen un cuerpo etérico y, más que formas son cualidades, propiedades, atributos, funciones que, al reflejarse por fractalización, dan origen a las especies.

Los fractales son los campos etéricos de toda Idea Matriz. Los planetas, que se agrupan en Sistemas, sostienen la Idea de Estancias para el desarrollo evolutivo de humanidades.

Cada especie vegetal son fractales de las cualidades que expresan la Idea. Los animales, ideas de formas de instinto y energía plasmática. Cada especie animal son fractales de una Idea Arquetípica de cualidad instintiva que la especie debe lograr. En los vegetales, las cualidades instintivas son sus propiedades sanadoras.

La especie humana es reflejo del Hombre Original. Son fractales que tendrán que alcanzar la Idea Arquetípica de conciencia crística. (13) Toda Idea tiene su campo de energías etéricas.

Toda fractalización se produce cuando el reflejo de la Idea se plasma en una forma primitiva en el planeta. Así, cada fractal es cuna de la Idea cualitativa que adoptará la forma plasmada, y se expanden hasta formar las especies, y se desarrollan en un proceso evolutivo a imagen y semejanza de la Idea que los sostiene en cualidades instintivas. Esto, en cuanto a las especies vegetales y animales. En cuanto a la especie humana, las frecuencias evolutivas (desarrollo espiritual) actuando sobre su cuerpo, su mente, y conformando la imagen del que será origen del ser humano que le dará la verticalización de su columna vertebral y, por ende, sus chakras. Así comienza en el planeta la formación de la humanidad.


*


Llamamos fractales a los copos de nieve que son las fracciones que conforman el todo de la idea nieve. El núcleo de un fractal es generalmente una forma exacta y perfecta que vibra a imagen de la Idea Arquetípica que la sostiene. El reflejo abastece cada figura con esa Idea perfecta y, como la vibración las unifica en un todo, son autosemejantes. Los fractales no pueden ser menos ni más que la idea frecuencial que los contiene. Autoexisten y se autogeneran por el reflejo que permite esa multiplicación en el Universo Holográfico.

Como ya dijimos, fractales son cada uno de los Universos, los Planos evolutivos, los Sistemas, las especies vegetales, las especies animales, la especie humana.

-Si todos somos un fractal de la Idea Arquetípica ¿Por qué no somos ya perfectos?

-Porque la Idea Perfecta plasmada debe ser interpretada. No olvidemos que es un reflejo perfecto pero estático. Interpretarla (la Idea) es ponerla en movimiento, experimentarla para tomar conciencia activa de esta Idea.

Ejemplo: mesa es una idea estructural que, al plasmarla en la vida experimental, toma variadas formas, modos y tonos; pero las variadas e infinitas mesas siempre serán la Idea Matriz “recreada”.

En el Todo, todo son fractales. Todo es la auto- multiplicación de la Unidad Divina. El reflejo es el conducto de la forma ideal y el Todo se constituye en un Universo Holográfico. La Idea Matriz no se fracciona, pero sí lo hace en la proyección de Su reflejo, porque en él es natural la multiplicación. Cada fractal conserva en su núcleo la Imagen que le dio vida. Es en el plano Octavo donde se trabaja en las capas etéricas y se produce el nacimiento de los fractales, que se incorporarán a las frecuencias vibratorias afines en un gran abanico de posibilidades dimensionales.

No puede haber Sistemas si primero no nacieron los fractales a la luz del cuerpo etérico.

¿Porqué? Porque su origen está en la Idea Matriz, espejo de su propia verdad, verdad que, holográficamente, es multiplicada. Semejanza que responde a la frecuencia afín a esta Idea que las unifica. Esto forma el Sistema y, por ser autosemejantes, pueden ser un Sistema y actuar en una simbiosis perfecta donde Todos y Uno observan la misma identidad frecuencial. La Idea Matriz del Hombre Perfecto sostiene el proceso de desarrollo de conciencia espiritual, pero no evoluciona, porque la Idea Matriz no evoluciona, quien se desarrolla espiritualmente es el Sistema.

-¿Por qué el Sistema y no el individuo?

-Porque uno no puede sin los otros que son sus pares; por esto, la simbiosis crea un solo cuerpo en acción. Somos tanto uno como todos en una misma identidad. El Sistema es el resultado de la unificación de fractales.


*


El reflejo es el que abastece vibratoriamente a cada núcleo de fractal, que actúa como retransmisor de esa perfecta Idea.

El fractal es el primer cuerpo que se forma en la Creación y se modela en el Octavo plano.

Toda Idea Arquetípica se refleja, y ese reflejo, al multiplicarse en el campo etérico, conforma el primer diseño corporal con las partículas etéricas del Octavo plano. Al descender el reflejo, en proyección cónica, crea el segundo cuerpo: el plasmático.

Notas: (11) Este ángel inicia su Sistema Ególico para desarrollarse en el largo sendero hacia la formación del Arquetipo de la Creación: el Ser Crístico. Apoya su fuerza energética en la facultad adquirida en su experiencia encarnatoria y cuenta con los reflejos vibratorios de todo el Sistema completo (Ego e Individualidades).

(12) Si bien los Egos residen en el campo etérico, se ubican especialmente en el Eje Crístico de estas energías. (Ver desarrollo de un nuevo Ego en “El Ego Superior en el Concierto Universal de la Vida”).

(13) Todos seremos parte del cuerpo etérico de un Arcángel. Es increíble saber que seremos parte del Alma Divina de un Arcángel, por eso seremos “los herederos de las cosas divinas”.

 

CAPÍTULO XI

SIMBIOSIS


Sistema y Simbiosis (14) son dos conceptos que se desarrollan unidos; ambos son fuerzas que responden al fundamento en el que se sostiene la Creación: Todo es Uno, y la multiplicación del Uno da como resultado el Todo. Es decir, Todos (el Sistema) para Uno (la individualidad encarnada), y ese Uno, que es una parte del Todo, recibe de ese Todo el reflejo vibratorio de las individualidades experimentales.

El Sistema completo tiene tres categorías de sistemas parciales: humano, angélico y arcangélico. Su trabajo es asociarse con el propósito de lograr la formación crística de sus individualidades. El logro de cada una de ellas se incorpora, por reflejo, en todo el Sistema al que pertenecen. Este hecho de integrarse, por reflejos crísticos, en un todo, convierte a los integrantes de cada categoría sistémica en semejantes, por la similar identidad. Esto facilita la simbiosis que regula el Sistema.

Para que se produzca este fenómeno simbiótico, primero encarna una individualidad del Sistema. Uno de sus pares, o más, ya desencarnados, toman la responsabilidad de acompañar a su compañero encarnado. Son aquéllos que, en su vida experimental, no completaron el propósito crístico. Como este propósito les pertenece, a uno o más del grupo, trabajan con el encarnado en la misma frecuencia espiritual, lo que los hace casi idénticos. Entonces, se produce una interpenetración de las individualidades que darán apoyo al compañero que encarna para completar el propósito buscado en común. Es la prestación de las energías de co-dependencia que tiene este grupo.

Estas individualidades, con su cuerpo etérico, se interpenetran con el encarnado para crear la fuerza que da el conciente para que el encarnado tenga la facilidad de llegar a buen término. Ellos son los actores simultáneos que actúan con el encarnado para dar las energías necesarias para vencer las debilidades aún sin resolver que magnetizan su accionar. Vale decir que, cuando en el Ser encarnado sus compañeros detectan condiciones disociadas de la realidad que tiene que plasmar, trabajan en simbiosis para el logro del objetivo. Las energías concientizadas que logra una individualidad, se reflejan en todas las individualidades del Sistema que las integran en sí mismas. Luego, lo que es de uno es de todos. La conquista vibratoria es del Sistema, inclusive del Ego Superior.

Entonces, cuando una individualidad encarna, parte de su Sistema trabaja desde el plano espiritual con el encarnado en una simbiosis absoluta. Son parte del Sistema que integran al uno experimental. Este hecho está en sintonía con el fundamento de la Creación, que favorece este sistema de acople, porque uno y todos pueden trabajar unidos como si fuera uno solo. Por eso es común en Seres con conciencia espiritual recordar épocas pasadas, donde se repiten errores, o bien, se hace memoria sobre logros.

Dijimos que los seres que encaran en el Planeta un trabajo son semejantes en vibración, lo que los hace casi idénticos, y que esto favorece la interpenetración o simbiosis (15) de encarnados y desencarnados. De allí, es común creer que el encarnado es “tal”, cuando en realidad el desencarnado se refleja en el Ser experimental, mostrando la personalidad que en ese momento está formando en el conciente un nuevo aspecto de la realidad que el encarnado tendrá que elaborar.

En muchos siglos era común aceptar la reencarnación, pero, en verdad, lo que se produce es una simbiosis. Método acorde al funcionamiento perfecto del Sistema.

-¿Por qué ocurre esto?

-Hay objetivos que lograr acorde a un propósito espiritual que se propuso el Sistema. Esto no se logra en una sola experiencia de una personalidad encarnada, la llevan a cabo una sucesión de individualidades del Sistema. La última que encarna, de esta serie, va a ser secundada, desde el plano etérico, por las anteriores que iniciaron esta experiencia como encarnadas y no terminaron de completar la misma. Entonces, descienden hacia su compañero encarnado por la frecuencia que los va a contener y proteger. Siendo todos semejantes en vibración es fácil, para un perceptivo, creer que uno y otro son los mismos y, se imagina, que es solo una re-encarnación. Pero hemos aprendido que cada individualidad conservará su chispa hasta el Octavo plano. La chispa es su vida y no puede entregarla a otra individualidad. Este trabajo que realizan algunos pares del Sistema establece, entre dos personalidades, una ayuda, mutua para lograr algo en común. Ser encarnado y Ser espiritual, se complementan para volverse idénticos. La individualidad espiritual mantiene “controlado” al Ser encarnado, en cierta medida, al satisfacer las necesidades del Ser experimental aún inmaduras en algunos aspectos de su personalidad.


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La simbiosis se da en todos los planos.

Cuando un Ser Angélico desciende y hace simbiosis con un humano para trabajar en el desarrollo de un conocimiento, inspirar y activar la intuición del camino a seguir, colaborar en una misión redentora, descubrimos el neutrón (ser angélico) en su descenso al campo electrónico (humano) convertido en un neutrino. Así explica el descenso del neutrón la ciencia física, tal como lo ejecuta la ciencia espiritual.

La simbiosis es un fenómeno muy común en los universos evolutivos y en los Sistemas Ególicos universales. Se ha dado que, a veces, no una, sino hasta dos o tres individualidades del Sistema que, habiendo encarnado, no culminaron algunos propósitos, acompañan y descienden al plano humano en forma espiritual, y hacen simbiosis con el par encarnado para culminar un objetivo vibratorio. Si se logra, ambos son bendecidos. Es común que se de esta situación para completar una misión evolutiva, o correctiva, o de desarrollo conceptual.

La simbiosis como recurso evolutivo y de desarrollo es muy efectiva. Los logros se reflejan y todo el Sistema lo recibe.

En los planos quinto y sexto, los seres angélicos ya no encarnan y también “no se casan ni se dan en casamiento”, como dice el Evangelio, y es así, viven en su cuerpo etérico, no envejecen, manejan energías neutras poderosas y son los catalizadores de los Universos.

Otro ejemplo de simbiosis es el que tenemos entre el Reino Hádico y seres angélicos. El Reino Hádico se mueve en los niveles neutrónicos (o etéricos) de energías neutras. Son las células vivientes de la Naturaleza, y también evolucionan y se desarrollan en vibración vital. Estos seres llegan a un estado evolutivo donde seres angélicos se equiparán con Hadas, Delfos, Elfos, uniéndose en ese punto evolutivo de conciencia. Si bien son líneas paralelas de desarrollo, llegan a unirse por simbiosis.

-¿Entonces, quien encarna?

-Seres del Reino Hádico.

-¿Quién ejerce el proceso simbiótico?

-Los seres de conciencia angelical.

Los primeros, manejan a la perfección las energías vitales y las ecuaciones de la Naturaleza. Los segundos, son conocedores de las energías más poderosas de la Creación: las neutras. Ambos estados evolutivos conviven en estos campos etéricos.

Del Reino Hádico encarnan Delfos, Elfos, Hadas, trayendo a la Tierra los secretos de la Naturaleza que, al salir a la luz, se utilizarán en la Ciencia, Medicina, Geometría, Química, Física, etc. Estos seres, que son muy sensibles a la rudeza humana, son muy sostenidos por sus pares de la otra línea evolutiva: los seres angélicos. Estos se mueven en las energías etéricas, archivos grandiosos de las ideas arquetípicas divinas, las que plasman en los planos mentales de estos duendes angelados encarnados en el planeta.

El plano etérico donde se unen Duendes y Angélicos es un ejemplo de simbiosis perfecta. El ser angélico se simbiotiza con algún ser del Reino Hádico que está cubriendo alguna misión en el planeta.


*

ACOTACIÓN: Dentro del Sistema hay individualidades que no emiten vibración, son neutras y estáticas. Cumplen la función de completar propósitos no logrados en su totalidad por otras individualidades. Se produce por simbiosis.

Notas:(14) SIMBIOSIS (Biología): Asociación de dos organismos de especies diferentes que se favorecen mutuamente obteniendo un cierto beneficio para los dos. La simbiosis puede tener lugar entre dos vegetales, entre un vegetal y un animal, o entre dos animales. Ejemplo del primer caso es la de algas y hongos, que forman los líquenes; del segundo la de ciertas algas que viven con protozoos, esponjas, etc.; del tercero, la de los que viven en la panza de los rumiantes y contribuyen a la digestión de sustancias celulósicas. Se llama simbiontes a los individuos asociados en simbiosis.

(15) Interpenetración, apoyo común, vínculo, co- dependencia, complementación, son sinónimos complementarios de “Simbiosis”.

 

CAPÍTULO XII

SIMULTANEIDAD


          - ¿Qué es la simultaneidad?

-En la Creación el Uno se resuelve en dos. Dos Principios hacen Uno. Cuando hablamos de la Creación nos referimos al Reflejo que abarca el Todo esencial. Allí pululan todas las Ideas que abastecen la corporalidad de su Sistema, donde el Hombre es la Idea de Origen esencial, intérprete de la Palabra y poseedor de las Ideas substanciales. Estas ideas se muestran solo en el estado neutro del Absoluto. Luego, para que el hombre encarnado pueda acceder a ellas, debe ponerse mentalmente en sintonía con una frecuencia neutra. Solo se llega a ella focalizando los dos Principios, negativo y positivo, en forma simultánea. El destello de esta fricción produce la luz que revela y plasma la idea que resuelve el aparente vacío que es la necesidad.

Trabajar con convicción crística estos dos aspectos en forma simultánea, abre las arcadas trascendentales del “Yo Soy la Resurrección y la Vida…”.

Por ejemplo: si en la mortalidad estoy enfermo, en la Luz divina estoy sano. Si en mi vida experimental tengo carencia, en mi Ser Verdadero se refleja la abundancia. Así podemos continuar con todas las problemáticas de la vida; y cuando hemos procesado este modo de manifestar la realidad única del Espíritu, el pensamiento será automático en la convicción de la Verdad. Veremos plasmarse las ideas que resolverán situaciones en forma instantánea o paulatina pero auténticas para el hacer del Hombre de su Creación.


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El Principio de la Creación es Andrógino, donde el Uno se resuelve en Dos. Así se expresó en el Universo Global: Absoluto y Relativo. Los opuestos, cuando se expresan en forma simultánea, se produce la vibración más fuerte de la Creación: el Silencio, generador de la Revelación, Definición y Plasmación de la Idea Original.

-¿Por qué debe ser simultáneo?

-Porque ambos opuestos, al friccionar en el mismo instante, producen un vacío que cambia y desactiva las antiguas estructuras y construye y fundamenta las nuevas formas de la Idea. Destrucción y Construcción, dos opuestos que se neutralizan para afinar la vibración.


*


Explico a la Voz sobre una experiencia que tuve en el plano espiritual.

-Me encontraba en un camino muy arbolado que desembocaba en una playa. Llego allí, y una corriente etérea me levanta y me lleva, muy suavemente, en sus ondas dinámicas, sosteniéndome en ese desplazamiento. Me sentía muy impactada por las energías que, yo intuía, eran de origen celestial. De pronto, se hicieron tan intensas y violentas que me asusté; pero fue más todavía: esta fuerza centrífuga que emanaba de un astro radiante, giraba formando un anillo. Este astro radiante, al que no podía ver completo por la magnitud que tenía, me absorbía. Sentí pánico, porque, al acercarme, veía una masa incandescente que giraba y se retorcía. Parecía la lava que arrojan los volcanes. Quería salirme de esa corriente, pero me era imposible. En mi desesperación, todo lo que pudo emitir mi pensamiento fue: ¡Cristo! Entonces ocurrió el milagro. Mi cuerpo giró y comenzó el regreso en esa misma y apacible primera corriente que me llevó a esa terrible experiencia.

-La Voz me responde: esa energía por la que transitaste es la del Sol de tu Sistema Planetario, muy similar, en su manifestación, a otros soles de otros sistemas planetarios.

Dos energías emanan del Sol, ambas son opuestas. Una es caliente, la que tú percibiste y te impresionó por su potencia, y la otra, que está en el centro, que no visualizaste, es congelante, es masa etérica y refleja. De ambas energías, opuestas pero simultáneas, nacen infinidad de partículas, unas, de calor, y las otras partículas son heladas. Unas producen calor, es el plasma

solar, y las otras, que producen luz, provienen de la sustancia etérica central del Sol.

Esta energía, de dos opuestos simultáneos, se proyecta hacia Su Sistema Planetario. Es una energía ondulatoria que se abre y se cruza formando esta figura:


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Cada cruce es una fricción y en ese destello se refleja la vibración de origen que alimentará a los planetas de su Sistema. Esta vibración se proyecta en octavas y va evolucionando generando en cada ciclo milenario la vida en alguno de sus planetas.

Todo se expande en el espacio por fenómenos ondulatorios. Los generan los opuestos. Sino no es posible la fricción que da origen al Neutro. En este caso la vibración que parte del Sol con la nota Do, se organiza en escalas y octavas, al llegar a la Tierra lo hace como Luz (Fa sostenido) y Calor (La menor). Es vibración que se transforma en formas, colores, sonidos, aire, agua, fuego, tierra, vida. Cada una crea su propia expresión.



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Todo en la Perfección ya está creado, hay que alcanzarlo. La fricción en simultaneidad va generando este avance conceptual.

En este momento astronómico, la Tierra está desarrollándose en la nota Fa de la Fuerza Vital y creadora.

Pregunto: ¿Todo en el Universo Global se produce por opuestos simultáneos?

-Sí, así es. Sin opuestos no hay fricción y, sin ella, no hay destellos, que son el espejo donde se manifiesta la Idea Perfecta, Absoluta y Esencial.

El principio de lo autoexistente nace del opuesto, donde un vacío o nada duerme un sueño eterno. Pero he aquí que esa Nada tiene un opuesto simultáneo: el Todo. Ambos, al friccionar, revelan la Creación. Ahí nace el Big Bang plasma y éter friccionan y se revela la Idea de Universo en evolución y desarrollo, a imagen y semejanza arquetípicas.

Los soles son habitados, en su centro neutrónico o etérico, por Seres radiantes que ya son Formas Esenciales, que han llegado a ese estado de perfección y son los autores de la vibración. Ellos modulan los opuestos mediante la vibración esencial que proyectan al Sistema Planetario. Cuando esta vibración llega a un planeta, en este caso La Tierra, esta se plasma en frecuencias de interpretación y nace la palabra, la música, el arte, la ciencia y todo aquello que hace a la evolución y desarrollo.

Cuando tenemos un problema, sea de la índole que sea, es un vacío, no tiene una identidad espiritual que lo sustente. Es allí donde debemos pensar y afirmarnos en el opuesto, que es el Todo. Si nos polarizamos en ese Todo de energías que el Cristo individualiza, la constancia en sostener esta verdad corrige paulatina o instantáneamente la situación, según la fidelidad que tengamos en esta frecuencia.

El Sol emite luz y calor, en la vibración que llega al planeta, plasma y éter son los constructores de universos inconmensurables en los que pululan astros, soles y planetas o estancias para llegar, en conciencia crística, a ser el Hombre ideal de la Creación. Es la vibración divina que fecunda, es la Vida.

Pregunto: ¿en qué parte de los soles viven estos seres radiantes?

Respuesta: Estos seres, generadores de las vibraciones esenciales palpitan en el centro etérico del Sol. Ellos envían y dirigen las frecuencias que captará la humanidad sensitiva en frecuencias de amor y sabiduría.

Pregunto: ¿Es por esta razón que pueblos indígenas adoraban al Sol y le daban el nombre de Inti, y otros pueblos, como el egipcio, Atón- Ra?

Respuesta: Así es. Muchos pueblos de la historia planetaria sabían esta verdad.

Continúa diciendo la Voz:Te diré que la experiencia, que has relatado, no fue un desprendimiento de tu cuerpo álmico y mental. Fue otro fenómeno que ocurre en el plano espiritual. Si hubiera sido un desprendimiento al llegar al entorno mismo del Sol y estar cerca de la masa plasmática ardiente y de la luz de la sustancia etérica, hubieras sido consumida. ¿Qué protege el Amor Divino en esas experiencias? El Saber sin riesgo.

En el Universo Relativo, que abarca los tres estados de Conciencia Crística, todo es conocido por el Ser de la experiencia por medio de Imágenes, porque éste es un Universo Holográfico. Todo lo podemos saber y recibir por imágenes, sonidos, ideas; la Voz parte de las vibraciones Esenciales hasta el Ser que, encarnado, se conecta con la frecuencia a la que pertenece y en ella se desarrolla. Estas imágenes se multiplican y se plasman por el trabajo mental del hombre encarnado. Él es el plasmador de la Idea.

Tú, viviste la experiencia del Sol por el desarrollo de una imagen en la pantalla mental de tu Ser, y la viviste como si hubieras estado allí. Así y todo, afectó tu cuerpo temporario. Todo lo que recibimos de los planos del Espíritu es por imágenes sonoras o intuitivas en frecuencias de los planos espirituales. Una vez hecha la conección nunca nos deja. La podemos dejar, pero vuelve y se multiplica. Este es el secreto de la multiplicación de los panes y los peces. En este Universo Holográfico la Idea Original se multiplica hasta plasmarse en el plano físico. La comunicación entre los distintos planos se realiza por esta multiplicación de la idea que se da por reflejo. Así funciona. La resta, la división y la suma son recursos humanos. La multiplicación es una bendición del cielo.

Ahora, contestaré a un interrogante que está en tu mente. Lo haré de la forma más simple que cabe para este tema, ya que es imposible, en el estado de conciencia crística humana, el poder resolverlo. La Divinidad es el Absoluto Increado. Es la Perfección, y Ella abarca todo. La Perfección es un estado natural y es autoexistente. Solo en la Perfección se auto crea. El Absoluto Divino es lo único existente, eterno, y es Todo. Esta Perfección se ve a Sí Misma y el Todo de Su Ser y desde ese Punto Central Él refleja ese Todo de Él mismo, y el que recibe esta omnisciencia es el opuesto: el Universo Relativo. Su reflejo se transforma en vibraciones, energías, frecuencias, imágenes, ideas, y la idea de Hombre ideal para ser desarrollada a Su Imagen. El Universo experimental debe ser el que dinamiza y plasme. Luego, si existe un Universo Absoluto, existe un Universo Relativo.

-¿Por qué se dice Universo Dinámico?

-Porque en él todo es movimiento, experiencia, formación de conciencia, rectificación, Universo Holístico que se sustenta en el Reflejo de la Perfección.


*


No hay expansión si, simultáneamente, no se da la síntesis. Los simultáneos equilibran el Universo y lo estabilizan en un Neutro, es decir, en un estado de equilibrio perfecto.

La Creación que, sabemos, es más bien una Revelación, solo se muestra en la simultaneidad del Uno y el Todo. Es una ley para el hombre que solo recibe cuando lo da todo.

La destrucción y la construcción son estados simultáneos de conciencia. Lo que asciende, también desciende. Asciende la conciencia a un nivel espiritual superior, simultáneamente desciende el plasma eliminando la vieja carnalidad. En el Ser se nutre en ascenso el Yo Superior y se desnutre el Yo inferior perdiendo carnalidad.

La quietud, la Paz en la oración y en la vida, exponen y armonizan, una con otra, las tres partes del Ser, donde se expresa su propia naturaleza neutra. En este estado el reflejo puede manifestarse otorgando lo que él conlleva para bendecir al hombre. La Justicia es la restitución del bien, el Amor es la unidad con la Divinidad, la Sabiduría es conocer como Dios nos conoce.


*


El átomo es un neutro, por eso permite la simultaneidad de los opuestos: lo que se mueve, está, a la vez, quieto. El hombre, en sí, tiene la composición del átomo: lo que es uno, es trino. Luego, el hombre, en su composición completa, es un átomo: humano (electrón), ángel (neutrón), arcángel (protón). El hombre es un neutro y esto le da facultades extraordinarias. El hombre quieto se mueve con el pensamiento. Dos actos opuestos que se dan simultáneamente.

El protón (arcángel) puede pasar del núcleo y convertirse en electrón (humano). Ejemplo: El Maestro, un neutrón, puede traspasar el núcleo de un átomo e integrarse como electrón convirtiéndose en un neutrino (ángel encarnado en la humanidad).

El hombre puede manifestar la “ubicuidad”, es decir, estar en dos o tres lugares a la vez en forma simultánea, porque siendo su naturaleza un neutro, puede trabajar en los reflejos propios de las emanaciones neutrónicas. Es en el reflejo dónde el uno se multiplica infinitamente (1x1=1), siendo siempre uno y todos. Esta Ley del Reflejo actúa como espejos. Soy Yo en el Uno y Soy Yo en el Todo. Luego, puedo estar aquí y allá, ser invisible y visible, todo en el mismo instante: “El Maestro cruzó entre ellos (visible), pero no lo vieron (invisible).

Sólo en el Neutro o Reflejo se pueden dar fenómenos simultáneos sin la presencia de alguno de los polos que, como lo dice la palabra, “polariza” la acción.

 

CAPÍTULO XIII

EL FUNDAMENTO DE LA CREACIÓN


Hemos comprendido que el fundamento de la Creación es el UNO, que se multiplica en vibración crística y la unificación de estas energías abarca el Todo.

Sabiendo esto será más fácil comprender la formación del Sistema Ególico.

Sabemos que el Ser original arma su propia estructura mental tomando del Universo Divino las chispas etéricas que serán sus futuras individualidades que conformarán su cuerpo experimental. Cada una de estas individualidades encarnarán en sucesivas personalidades para interpretar el reflejo de la Imagen que les envía el Ego. Así, en una ordenada continuidad comienza el trabajo experimental de probación y desarrollo de conciencia crística. Si bien el Ego es una Imagen perfecta, es estática, y estas experiencias de sus personalidades le darán las vivencias necesarias para ser, no ya una imagen estática perfecta, sino una activa y dinámica semejanza en conciencia crística.

Así se va conformando el Sistema donde el Uno está al servicio del Todo unificado del Sistema y el Todo bendice al Uno. Al desencarnar cada personalidad entrega a su Ego Superior todo aquello logrado en su experiencia de vida y que responda a la Imagen que lo contiene. Así se forma la conciencia crística del Sistema que se transformará en energías y vibraciones sublimes. Este mismo proceso se repite en cada encarnación, y cuantos más aportes eleven a su Ego, mayor intensidad tendrán los reflejos que emitirá el Sistema.

Cada Sistema Ególico responde al fundamento de la Creación. En el Todo, todas las individualidades están unidas para fortalecer al Uno, que activa las energías para el bien del Todo. Además, todo reflejo resuelto en la experiencia de vida a semejanza del Ser Original se refleja en todo el Sistema. Por lo tanto, cada uno es una individualidad que, en unidad, forman el Todo, y todas incorporan todas las vibraciones. Cuando una individualidad encarna no solo debe trabajar para liberar los

reflejos no resueltos, sino procesar y demostrarse a sí misma nuevas energías crísticas. Para ello va a identificarse con algunas vibraciones y frecuencias que han pertenecido a alguno o algunos de sus pares anteriores. Es tanta la identificación con esa frecuencia que capta y se mueve en esa energía, entonces se dice: “es la reencarnación de tal o cual…”. En realidad, lo que existe es solo la encarnación de la chispa única que definirá eternamente esa individualidad, sin la “re-”, y se vuelve a dar que “el uno es simultáneamente el todo”.

Si bien al decir que la personalidad es una “reencarnación de…”, no estamos tan equivocados, solamente pedimos ajustar el concepto. Los conceptos también evolucionan y…ya es hora de hacerlo.

Este es un tema difícil para que entienda la mente humana. Te diré esto: todo lo que va siendo en el Universo relativo ya Es en el Universo Absoluto, y así se refleja. La Perfección no refleja nada imperfecto. Cada Sistema Ególico con la totalidad de sus individualidades ya está creado perfecto en sus diseños. El Ego Superior se dinamiza al serle entregadas las energías logradas por el Sistema. A este proceso le llamamos recrearse en la perfección.

 

CAPÍTULO XIV

LA DESPERSONALIZACIÓN


En el Todo no hay personalidades, solo existe el Uno; todos vibran al unísono en frecuencias sublimes de perfección.

En el Universo de la experiencia debemos interpretar y concientizar al Ser Original que somos y la tarea más difícil es la despersonalización del Yo inferior que nos impide unificarnos al Uno Divino.

-¿Por qué existe el proceso de despersonalización?

-Porque al ser el hombre un reflejo de la Idea Divina necesita contención para no diluirse. Esa contención la da el plasma animal primario, que da cualidades e instinto. Esa es la primea conformación de la personalidad. En los milenios de desarrollo y evolución espiritual, el plasma instintivo va desapareciendo porque va quedando solo un plasma neutro.

El Maestro Jesús, en el transcurso de su crucifixión, es atravesado a la altura de sus costillas por una lanza; de la herida se desprende sangre y un humor blanquecino. Su sacrificio debía ser completo. Se perdió por la herida la última porción de materia plasmática que le permitió encarnar por última vez. El ciclo había sido completo. Su vibración alcanzó alturas celestiales. Fue Uno en Cristo. Ya no podía más tomar materia en un planeta. Su misión ya está en los cielos.

La despersonalización no es un acto de sometimiento, es entregarse a la Voluntad Divina que siempre es benéfica.

-¿Entonces Yo, ¿quién soy?

-Una dualidad que coexiste simultáneamente en dos universos, uno perfecto y otro en experimentación.

Para comprender el proceso de la despersonalización hay que comprender qué es el Uno en el universo divino, en el universo espiritual y en el universo de la experiencia. El Uno Es Ser Uno en conciencia crística, es ser Uno con el Cristo. No se es Uno si no vibramos con Él, y, cuando somos Uno con Él, somos Todo. Lo tenemos todo, lo sabemos todo, todas las ideas vienen a nuestro interior, al “Centro del Universo” que lo revela todo. Allí lo tenemos todo, y todas las ideas, que ya están, vienen a nosotros como energías que se plasman, porque el Cristo las individualiza para nosotros. En algún aspecto nos hemos despersonalizado, hemos sido parte de la vibración del Uno y, por ende, hemos recibido del Todo Su perfección por haber sido, por un instante, Uno en el Todo.


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No pedir con la mente mortal, porque sería reconocer ausencia de algo y esto no existe en el Universo reflejo. Hay que afirmar lo que ya tenemos en el flujo radiante de las energías vibratorias del Universo Absoluto. Allí, somos uno con Cristo, entonces, formamos parte del Todo, y ese Todo responde en vibración, frecuencias e ideas.

Los instantes en que vibramos en Cristo, somos Uno con Él, y somos abrazados por el Todo Divino.

-¿Y cuando no estamos en el Todo?

-Cuando estamos en la Creencia. El Todo es la Divinidad, lo que ya es, lo esencial. El Cristo las unifica, les da vibración y las individualiza. No pidamos con la creencia. Conectémonos con las energías infinitas. Todo ya está creado para el Hombre. Sintamos la vibración del Universo y viviremos en la Verdad.


*


Una muestra de esta despersonalización es la Cruz Sagrada. Dos maderos: uno, vertical, alineado con el espíritu, el eje de la Vida. El otro, horizontal, abrazando lo humano en una aceptación de la mentalidad mortal. Carga con tu cruz (rectificación) y conéctate con las energías crísticas que siempre te bendicen. La simultaneidad de ambos opuestos te identifica con la vibración más poderosa de la Creación: el Silencio, el Neutro que movilizará las energías

puras del Universo divino. Allí, el Cristo las individualiza para ti.

 

CAPÍTULO XV

EL UNIVERSO RELATIVO


El Universo Relativo o Universo de formación de Conciencia Crística, refleja tres aspectos de desarrollo: humano, angélico y arcangélico.

El Universo Relativo es dinámico, es experimental, es formativo. Pero este sistema de desarrollo en conciencia Crística, está sostenido por su opuesto: el Universo Absoluto, esencial y estático en su perfección.

Ambos opuesto, que se dan en forma simultánea, generan la Idea, la Imagen, el Neutro de la Creación: La Luz, reflejo de la misma Esencia Divina. Es la Luz real y verdadera. No tiene espacio ni tiempo. Es instantánea y se manifiesta por revelación en el Universo reflejo de la Relatividad.

En el Neutro se produce la revelación de la Imagen o Idea Estructural. La Luz Neutra o revelación es producto de dos estados opuestos que se dan en forma simultánea: estática y dinámica.

En la Estática divina nos identificamos con su Luz, su rayo esencial reflejo, sabiendo que es lo único que produce, en la conexión, lo idéntico a Sí mismo. Allí, hemos sintonizado su frecuencia. Pero, para que se produzca la revelación, debemos despojarnos del deseo del yo inferior (despersonalización) y entregar al Padre el pensamiento magnetizado en una dinámica errónea. Revertir esta acción por una dinámica positiva, que es la entrega del problema a la Luz Crística, estructura real que sostiene al Sistema de desarrollo de conciencia del Hombre.

Es así, que hemos aplicado, como aprendices, en un estado primario de compresión, el procedimiento más simple de la simultaneidad, en el que recibimos la revelación o luz primordial en forma de ideas, palabras, tonos, modos, sonidos, etc.

Son los diseños de la luz refleja que se genera en la Luz esencial, auténtica, autoexistente; Sol central del Uno y el Todo. Es tan perfecta que no existen leyes en Ella que La regulen. Es instantánea y da vida en todo lo que existe en Su Reflejo. La estática de Su Reflejo genera la Dinámica de la Revelación.

El Sí Mismo sabiendo de Sí Mismo. Es el inicio del desarrollo espiritual. Es el principio del Universo Relativo, y, en este proceso, se muestran nuevamente los opuestos. El Absoluto, esencial, estático en su perfección, tiene su otro yo en el dinámico, relativo, experimental. El primero es eterno, el opuesto, se inicia y culmina.

El Uno se refleja en el Todo y el Todo vuelve al Uno en conciencia esencial. En el Universo Relativo el Uno se refleja en el Todo, y ese Todo tiene que desarrollarse en el Uno. El Uno es la Individualidad de Dios, el Cristo, la Idea de Hombre a Imagen y Semejanza de Su Creador.

Desde el Sol Central del Absoluto, la Luz Esencial se expande, por reflejo, en el Todo que Lo va a interpretar. La Luz se abre como un gran abanico de posibilidades, donde todo se desarrollará a Imagen (un polo) y Semejanza (otro polo) en propiedades, cualidades, ideas y acciones.

En ese todo experimental también se dan los opuestos. Por un lado, está el pensamiento y la conducta que se alinea con la idea crística, y por el otro, polo opuesto, está la creencia o falsa interpretación del reflejo que nos sustenta.


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En el Universo Relativo o el de la experiencia y probación tenemos (como ya vimos) nueve planos de conciencia: tres para el humano, tres para el angélico y tres para el arcangélico. El décimo plano (Crístico) y el Undécimo (Esencial). Este último ya es la espiral del Universo Absoluto. Es el plano de las formas Esenciales. Es la Esencia que emana de Lo Perfecto y que refleja e ilumina el camino del Ser hacia la vuelta a su Hogar ya concientizado en Cristo. Allí imperan los Seres de formación esencial, son solo Espíritus Perfectos, porque son las funciones de la Divinidad, cuyas vibraciones específicas y únicas alimentan todos los sistemas inertes y vitales del Universo Global.

El décimo contiene la Imagen perfecta de Hombre Ideal, la Individualidad de Dios. Lo Perfecto imaginó Su propio Ser, y lo imaginó en una simbiosis con sus dos principios (Femenino y Masculino). El Hombre Ideal sería un Andrógino que, en la experiencia, se separan ambos Principios, ya que en el plano experimental los opuestos son necesarios para mantener el Eje vibratorio. A este plano Esencial (10°) llegan los Seres que han llegado a vibrar, en su experiencia, como Cristos. Ellos son Uno en Cristo y ya son Esenciales y la expansión de Su Reflejo es infinita.

 

CAPÍTULO XVI

¿EXISTE LA MUERTE?


La respuesta es NO. ¿Por qué? Porque en la Verdad revelada en el Yo Soy, no existe esa idea, nada se asemeja en ese resplandor eterno y vital que nutre al Universo, a algo que pueda morir. Lo real y verdadero, reflejo de Dios mismo, es una condición estable e inamovible que ilumina el universo espiritual y físico. Todo se transforma para desarrollarse en múltiples aspectos vitales y psíquicos.

Sólo desaparece lo que no es real, lo que no es a imagen del Ser Divino, y eso no es muerte. Solo se esfuma lo que nunca tuvo vida real. En esta nueva era que se inicia, es hora que desterremos la palabra “muerte” de la conciencia.

Es el trabajo paciente y concienzudo de los adultos empezar a formar a los niños de esta nueva era en el concepto “trascender”. La errada idea de muerte enferma, atemoriza, crea fantasmas, imagina y moviliza el terror. Si educamos a los niños en el concepto “trascender” que, de seguro, entenderán con más naturalidad que los adultos, habremos abierto las puertas del conocimiento espiritual que nos dice: “en Dios solo existe la Vida, porque Él es vida y nos la refleja”. El niño aprenderá a vivir en los planos reflejos de la vida y ya no existirán los fantasmas de lo irreal.

Todos los planos vitales de conciencia se unificarán y vivirá sabiendo que trascender de la mano de Dios, muestra que la vida es por siempre y que todos los niveles por los que podamos trascender, físicos o espirituales, son los medios para expresar la verdad espiritual, y desarrollarnos, cada vez más, en la idea de Hombre en que fuimos creados.

La nueva generación de pequeños está reclamando que rompamos estructuras falsas de pensamientos y les demos, plasmados, los conceptos reales de la Vida.

-¿Muero yo, mamá?

-No, tu trasciendes y te mudas a otra sala de aprendizaje, y volverás, una y otra vez, aquí para volver allá.

Dios en tu Vida, por siempre.

 

CAPÍTULO XVII

ENCARNACIÓN Y REENCARNACIÓN


Cuando un Ser desencarna y no tiene ninguna conquista espiritual que entregar a su Ego, éste no lo reconoce; entonces, esa personalidad queda fluctuando en el Bajo Astral del Planeta, buscando un cuerpo donde posesionarse. A esto se le llama reencarnación, sin la ayuda de su Ego o Padre. A veces ayudan a realizar este proceso los Guardianes del Libro de la Vida, aunque, generalmente, no da resultado, y esta personalidad sigue buscando una materia para reencarnar, porque es el único elemento que reconoce. Este proceso tiene su fin cuando la Justicia Divina (proceso Okmaya) da de baja a estos despojos carnales.

La reencarnación se da en el Bajo Astral. Pero el proceso de encarnación se da desde el Ego, donde se elabora otra personalidad para el desarrollo del Ser en Cristo. Cada personalidad pasa a ser una célula de su cuerpo mental espiritual. Luego, cada personalidad, o célula de Su Cuerpo, no puede reencarnar, dejaría a su Ego sin una parte vital conquistada. Luego, el proceso de aprendizaje y desarrollo se llama encarnación y dura ciclos de luz eterna, hasta que, cuando llega a los planos arcangélicos, el Ego resume toda la Verdad Crística conquistada y pasa a ser el Hombre Verdadero.


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En la Obra de Josefa Rosalía Luque Álvarez, figura este concepto de las personalidades cuando Moisés dice: “otro yo vendrá después de mí” (Moisés: “Archivo de la Luz”).

Cada Yo que emite el Ego pasa a ser la célula que conformará su cuerpo.

En otra parte (Arpas Eternas, vol. III - Cap. “Los Secretos del Padre”) habla que el Maestro ve a cada Ego aparecer con todas sus personalidades.

 

CAPÍTULO XVI

LA CRUZ SÍMBOLO DE RENACIMIENTO


Lo carnal o materialismo (lo que da poder a la materia cuando no lo tiene) es la línea horizontal. Lo espiritual, está representado en la cruz por la línea vertical.

Solo en el espíritu lo material puede crucificarse. Lo material solo pierde poder cuando cruza al Espíritu. Allí se sacrifica, se anula. Es energía contradictoria al Espíritu. Luego, se cruzan porque una se mueve en forma horizontal (Según el Evangelio “rodea la Tierra”) porque la materialidad no tiene un atisbo de iluminación divina. La línea vertical sí viene de lo alto, de la fuerza espiritual, simboliza el Eje Crístico. Luego, se cruzan, y se establece la fricción. En esta fricción se desprenden las chispas o luces de la revelación. El espíritu, activado por un acto de conciencia espiritual, refleja en sus chispas el poder del Cristo, de tal

manera que la influencia materialista queda destruida ante la Verdad. (16)

Eso significa la Cruz. Es el tránsito permanente que debe hacer el hombre para alcanzar a Dios. Sacrificar el egoísmo y todos los aspectos del deseo de poder terrestre, es crucificar lo que impide nuestro desarrollo. Lo vertical es crístico, lo horizontal es carnal.

El Maestro, en su crucifixión, rechazó el poder material y probó su nulidad, e iluminó el Eje Crístico para toda la humanidad terrestre.

Ya no tenemos excusas cuando se destruyen aspectos carnales en nuestra vida, estamos revelando nuestro eje crístico. Esta crucifixión trae, en el momento, sufrimiento en la carne, situaciones de relación y de vida, pero cuando la conciencia se refugia en el amor divino, la fuerza vertical divina nos bendice, porque hemos vislumbrado el espejo de la realidad.

En la fricción, la verticalidad del Espíritu es lo Único que puede despedir chispas de Luz. Las sombras horizontales son destruidas por la iluminación.

El despertar libre de un concepto de carnalidad puede ser liberarse de un karma, o adelantar conceptos para un desarrollo futuro.

El Maestro fue crucificado no para librarse de un concepto carnal de la vida, sino que adelantó a la humanidad al desarrollo crístico.

Nota: (16) La Verdad es el opuesto de la creencia.

 

CAPÍTULO XIX

EL PERDÓN


¿Debemos perdonar el delito, o lo que corrompéis?

¡Cómo se puede perdonar lo que Dios no ha creado!

Entonces preguntáis: ¿Qué es perdonar?

Perdonar es restituir la Imagen Divina en mí, en el otro, o en cualquier situación. Entonces allí veréis como Dios ve, la Imagen de Su propia Luz.

Perdonar de esta manera es inmolación. La inmolación no es flagelación. Es la negación del deseo egoísta de la mente mortal que deriva en odio, engaño, agresión. Unificarse a la verdadera Imagen Divina es anular el deseo de nuestra mente carnal de contestar y actuar de similar manera a la provocación.

Abrázate a la Cruz de Cristo, pide la Luz bendita de la verdad y habrás colocado, para ti y los otros, el único sostén de la Creación Divina en este plano de la redención.

Así, has perdonado en una inmolación grandiosa de tu yo instintivo, para dar lugar al Ser que realmente eres: “el Hijo de Dios”. No hay otro.

Allí mismo donde está la turbulencia, ya sea en tú alma o en situaciones externas, repito, allí mismo está Dios. Es lo único que debes ver, lo otro, es humo negro que se lo lleva el viento de la verdad y en su nombre has perdonado. Esto te bendice a ti y a tu semejante.

Perdónate, también, a ti mismo, y se te mostrará la verdad.

Si el Maestro no hubiera perdonado, el valor inmolatorio de Su sacrificio hubiera sido incompleto.

Restituid la Imagen Divina y ese perdón bendecirá a uno y a otros.

 

ÍNDICE


PRÓLOGO 4

INTRODUCCIÓN 6

CAPÍTULO I - MORADAS CELESTIALES 10

CAPÍTULO II - NIVELES DE CONCIENCIA O PLANOS CELESTIALES...21

CAPÍTULO III - PLANOS HUMANOS 28

CAPÍTULO IV - PLANOS ANGÉLICOS 35

CAPÍTULO V - PLANOS ARCANGÉLICOS 46

CAPÍTULO VI - PLANOS ESENCIALES 60

CAPÍTULO VII - OPUESTOS EN EL SISTEMA 65

CAPÍTULO VIII - LOS SISTEMAS 75

CAPÍTULO IX - PROCESO EVOLUTIVO 100

CAPÍTULO X - FRACTALES 114

CAPÍTULO XI - SIMBIOSIS 130

CAPÍTULO XII - SIMULTANEIDAD 139

CAPÍTULO XIII - EL FUNDAMENTO DE LA CREACIÓN 155

CAPÍTULO XIV - LA DESPERSONALIZACIÓN 159

CAPÍTULO XV - EL UNIVERSO RELATIVO 164

CAPÍTULO XVI - ¿EXISTE LA MUERTE? 169

CAPÍTULO XVII - ENCARNACIÓN Y REENCARNACIÓN 171

CAPÍTULO XVIII - LA CRUZ - SÍMBOLO DE RENACIMIENTO 173

CAPÍTULO XIX - EL PERDÓN 176