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Carmelo (Jhasua niño)

    El resplandeciente doble astral del niño dormido se detuvo a pocos pasos del asombrado grupo y claramente pronunció estas palabras:

    “Benditos seáis en la sencillez de vuestro corazón, y en los santos anhelos de verdad y justicia que os traen a mí.

    "Y porque sois míos desde largas edades, habéis merecido que la Eterna Ley me permita este acercamiento, que anudará más fuerte aún el lazo que os une conmigo.

    "Algunos de vosotros me acompañaréis hasta que yo sea subido a la cumbre, y otros iréis al más allá antes de ese día.

    "Unos y otros necesitaréis la fuerza divina que hace los héroes, los mártires y los santos, porque es la jornada final, y el Eterno Amor se desbordará sin medida sobre todo el que sea capaz de percibirlo. Fe, esperanza y valor que la hora se acerca…”.

    "Y levantando su mano etérea que en la penumbra parecía un resplandor de estrella, les bendijo con el signo de los Grandes Maestros.

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Monte Tabor (Jhasua niño)

    “Amigos del pasado, del presente y del porvenir: La cadena no interrumpida de inmolaciones cruentas de vuestro Mesías Instructor toca a su fin. Vosotros lo sabéis como yo. Mis sacrificios terminarán muy en breve, pero los vuestros continuarán durante veinte siglos más que faltan para el final de este ciclo de evolución. Y así como este holocausto mío será el más espantoso y terrible, porque es la apoteosis del Amor-redentor, igualmente serán para vosotros XX siglos de inmensos martirios sin honra y sin gloria, antes bien, sobrecargados de oprobios y de infamia, hasta el punto de que la humanidad dudará si sois justos o sois réprobos. 

    "También para vosotros será la apoteosis o las tinieblas pasados estos veinte siglos que os dará la Eterna Ley, para forjar vuestra grandeza o vuestra ruina, según que caminéis siguiendo mis huellas, o torzáis vuestro rumbo en pos de ideales que no son los míos.

    "En esta etapa final de Jhasua-Cristo, quedaran refundidas como en una sola claridad, todas las actuaciones anteriores que sólo aparecerán ante la ciega humanidad, como pasajes brevísimos de meteoros iluminando las tinieblas de las pasadas edades. El heroico apostolado de Juno y de Numú en Lemuria, la mansedumbre invencible de Anfión, y la Sabiduría de Antulio en Atlántida; el Amor tiernísimo de Abel, la siembra de paz y de justicia de Krishna, el renunciamiento supremo de Buda, la fuerza formidable de Moisés taumaturgo y legislador, todo se sumerge en la luz divina para formar la apoteosis de Jhasua-Cristo, que dirá ante Dios y los Hombres: Hice cuanto fue posible hacer; todo fue consumado.

    "Niño aún, sólo podéis cooperar al despertar de mi Yo superior, fortaleciendo mi espíritu y cultivando mi mente, a fin de avivar en ellas las llamas vivas del conocimiento que brilló tan radiante en horas lejanas. Mas cuando yo me haya despertado y me haya reconocido a mí mismo, permaneced tranquilos y serenos en vuestras cavernas sin alarmaros, cuando veáis aparecer los primeros relámpagos de la tempestad, que ya os anuncio que llegará tan formidable y terrible, que guardarán de ella memoria los veinte siglos que os faltan a vosotros de vidas terrestres en este ciclo de evolución planetaria.

    "Seréis dignos de lástima, si en plena borrasca llegáis a dudar de la misión divina de Jhasua-Cristo; mas es inevitable que en su corazón de hombre sea clavado también el dardo de esa duda; como los sentiréis clavarse vosotros en vuestra carne en etapas finales. La ley exige a los redentores, que ningún dolor les sea extraño de aquellos a que está sujeta la humanidad que redimen y que salvan.

    "Mis Esenios de las cavernas, mis discípulos, mis aliados, mis apóstoles, mis mártires del futuro; yo os doy en esta hora, la suprema bendición de mi amor, para que ella os sirva de estrella polar en los obscuros siglos que habéis de vivir todavía en esta Tierra, entre fangales de vicio, de sangre y de llanto. Y aunque muchas claudicaciones marcarán lunares de sombra en vuestras existencias futuras, cuidad de que sea sin manchas la final, porque ella marcará vuestra gloria y felicidad, o vuestra desdicha por otro ciclo de evolución. Paz y Amor sobre todos vosotros que sois míos hasta la eternidad!”.

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Templo de Jerusalén (Jhasua-niño)

    -¿Qué me queréis?.

    -Puesto que has escuchado el debate y que lo has comprendido, dinos cuáles de nosotros estamos en la verdad. El Altísimo se complace a veces en hablar por la boca de un párvulo. -Estas palabras fueron pronunciadas por el Gran Sacerdote con gran dulzura y casi sonriendo a la vista del niño.

-Y vos que sois aquí el Jefe Supremo, ¿no podéis ponerles de acuerdo?, -preguntó cándidamente el niño.

El asombro comenzó en los oyentes ante tal respuesta.

-Siendo así -continuó Jhasua- Jehová os contestará por mi boca.

“No me conoce ni me comprende quien habla de mi cólera y mis castigos. Yo soy una esencia, una luz, una vibración permanente y eterna. ¿Puede encolerizarse la esencia, la luz, la vibración?. Vosotros os encolerizáis, y bajo el impulso de la cólera, castigáis, mas Yo no soy un hombre revestido de vuestra grosera materialidad”. Así dice Jehová, el inmortal que no tuvo principio ni tendrá fin.

    Y el niño guardó silencio. Los Doctores se miraban unos a otros, y los que ocultamente eran Esenios, comprendieron con luz meridiana que aquel niño era un vaso que contenía un raudal de luz divina que se derramaba sobre la Tierra.

    -La Sabiduría habla por tu boca, niño -dijo el Gran Sacerdote-. Hacedle pues, las preguntas conducentes a la aclaración de las cuestiones que se trataban.

    -Sin que hagáis ninguna pregunta, yo hablaré, porque Jehová dirá lo que Él quiere que sepáis.

    “Vosotros no conocéis al Padre Celestial porque sois cobardes y estáis llenos de miedo.

    -¡Niño!… -se oyeron varias voces.

    -No lo toméis a ofensa, porque Jehová nunca ofende, sino que dice la verdad, -continuó impasible Jhasua-. Sí, estáis llenos de cobardía y de miedo, y a la Divina Sabiduría no la conquistan los miedosos, sino los valientes para colocarse frente por frente a lo desconocido, al Eterno Enigma, no de potencia a potencia y con insólito orgullo, sino con el amor de hijos que ansían conocer a su padre. Y entonces el Padre se les descubre y les dice: “Aquí estoy. Conocedme para que podáis amarme como dice la Ley, más que a todas las cosas de la Tierra.

    "¿No veis que es un contra sentidos que mande a sus criaturas amarle sobre todas las cosas de la Tierra, y luego se encolerice y animado de ira y de furor les castigue despiadadamente como hace un mal amo con sus infelices esclavos?.

    "La Ley debería decir entonces:

    "Temerás a Dios más que a todas las fuerzas y formas del mal que hay en la Tierra".

    "Os digo que tenéis miedo de escudriñar la verdad divina, y por eso sigue ella siendo una diosa escondida y esquiva que no quiere mostrarse a los hombres. Sabéis que Dios es inmutable y os permitís hablar de su ira y de su cólera. Encolerizarse es mudarse, es cambiar de estado, y esto es otro contrasentido, porque si en momentos dados se llena de ira y de furor, no es inmutable y es una blasfemia atribuir al Altísimo tan grave imperfección, propia de las atrasadas criaturas de la Tierra.

    "Dios es inmutable y porque lo es, permanece impasible ante todos los errores humanos, ante todas las hecatombes de mundos y humanidades.

    "Dios sabe que las inteligencias encarnadas, recién llegadas a los dominios de la inteligencia y de la razón, están aún, bajo el gobierno de la fuerza bruta que es la materia en humanidades primitivas; ¿cómo pues, ha de encolerizarse contra el orden establecido por Él mismo, o sea que todas las humanidades adquieran lenta y paulatinamente el conocimiento, la sabiduría y la bondad?.

    "Si la Ley Divina dice: “Amarás al Señor Dios tuyo con toda tu alma, con todas tus fuerzas y sobre todas las cosas”, es evidente que Él quiere como único don, el amor de todas sus criaturas de todos los mundos, y por tanto lo que más le complace, es que sus criaturas se esfuercen en conocerle porque nadie ama lo que no conoce.

    "En resumen, todo lo bello y bueno nos viene de Dios que es nuestro Padre Universal, y todo lo malo tiene su origen en nuestros errores, en nuestra ignorancia y en nuestras iniquidades”.

    Y el niño que había ido adquiriendo más y más animación, calló de pronto y juntando sus manos sobre el pecho y levantando a lo alto su rostro como iluminado de suave claridad, exclamó:

    “¡Padre mío! Señor de los cielos, haz que los hombres te conozcan y sólo así te amarán!”…

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Cenáculo de Nicolás de Damasco (Jhasua niño)

    -Yo estoy aquí porque vosotros queréis que la Divina Sabiduría baje a vosotros por la boca de un párvulo que apenas si sabe cuando sale el Sol.

    "Y Jehová dice así:

    "Si tenéis puro y sencillo el corazón, yo bajaré a vosotros con toda mi claridad.

    "Y aquellos que me busquen en espíritu y en verdad, me encontrarán en todas las cosas que viven y que mueren desde los soles que brillan en el espacio azul, hasta la oruga que se arrastra por la tierra.

    "Yo he arrancado un pedazo de Mí mismo -dice Jehová- y es el Mesías que os mando. Es mi Verbo, mi Palabra Eterna grabada en las olas de los mares que, os dan la carne de sus peces y el esplendor de sus perlas; grabadas en las montañas que os dan piedra para vuestras viviendas y oro para vuestro regalo y vuestro bienestar; grabadas en los árboles que os dan sus maderas y sus frutos; en las bestias todas de la Tierra que os sirven para vuestra vida.

    "Yo soy la Luz Eterna -dice Jehová- y mi Mesías es un rayo de esa luz.

    "Yo soy el Poder, la Energía, la Fuerza que veis en todo cuánto vive, y mi Mesías es una vibración de ese Poder, de esa Energía, de esa Fuerza que está por encima de todos.

    "Él ha surgido de Mí, y vive en Mí, y piensa y siente en Mí ahora, y mañana y por toda la eternidad.

    "Él os lleva mi mensaje de Amor y de Luz, pero vosotros haréis con él como habéis hecho con todos aquellos que en Mi Nombre os llevaron la Verdad.

    "Y ¿qué os dirá Moisés si es Él que irá hacia vosotros?.

    "Mi Ley que fue Mi Mensaje llevado por él, está sepultada bajo una montaña de prescripciones y mandatos que habéis ido acumulando, con lo cual no habéis hecho sino encadenar las conciencias y cargar de temor y espanto las almas, que no saben cómo poner de acuerdo la debilidad y miseria propia de su escasa evolución con los furores de Jehová, el terrible Dios tirano y déspota que habéis creado en vuestras monstruosas alucinaciones, en vez del Dios-Creador por su Amor Omnipotente que se da continuada y eternamente a todo cuanto vive y alienta en el Universo.

    "Soy Uno, pero tan grande que dentro de Mí se mueven todos los mundos y todas las humanidades que viven en esos mundos.

    "La luz que os alumbra y el aire que respiráis son emanaciones mías; y vosotros mismos que os creéis a veces tan grandes no sois más que una vibración de mi Energía Eterna.

    "Dentro de Mí vivís, os movéis y sois aún sumergidos entre el oleaje pesado de vuestro atraso y grosera materialidad.

    "Si un día por Moisés os di como primera ley el Amor hacia mí, y hacia vuestros semejantes emanados todos de Mí, por el Mesías que ahora esperáis y llamáis, no os daré otra ley sino aquella misma, llevada a la altura suprema del Amor por encima de todas las cosas creadas.

    "Y porque soy inmutable y eterno, y soy el aliento de toda vida, veo, sé y percibo cuanto pensáis y obráis y sentís; y ninguna de vuestras obras malas, me afecta ni siquiera como el ondular de un cabello. ¡Inmutable!¡Eterno!…, son frases, cuyo significado está más allá del alcance de vuestra mentalidad.

    "¡Qué horrible blasfemia pronunciáis cuando habláis de la ira de Dios, de la cólera de Dios, el furor de Dios!…

    "Mi justicia que es inexorable -dice Jehová- no es ejercida ni por la cólera, ni por el furor, sino por la Ley Suprema de causas y efectos, que rige invariablemente en todos los mundos del vasto universo.

    "Y si vosotros que sois imperfectos amáis a vuestros hijos, vuestras obras, vuestras ideas, vuestros pensamientos, subiendo en la escala de lo infinito, encontraréis claramente demostrado mi amor eterno y en grado infinito, sin límites, para todo lo que surgió de Mí mismo, y es como una prolongación mía, como un hálito mío, como un resplandor de mi Luz Eterna.

    "Las Inteligencias llegadas a la perfección más completa en todas sus facultades, son mi Idea, mi Pensamiento, mi Voluntad, mi Verbo, mi Palabra Eterna, mi Amor inconmensurable. Ellas están en Mí y Yo en Ellas formando así la maravillosa Unidad Divina que es Luz, Energía y Amor”.

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Tumba de David

    -No os hagáis ilusiones respecto a mi persona, amigos míos -dijo por fin-. He venido hacia vosotros porque sé que padecéis persecuciones a causa de vuestras ansias de justicia, de libertad y de paz, esa hermosa trilogía, reflejo de la Inteligencia Suprema que gobierna los mundos.

    "Mas no creáis que me impulse ambición alguna de ser dirigente de multitudes que reclaman sus derechos ante los poderes civiles, usurpados o no. Soy simplemente un hombre que ama a sus semejantes, porque reconoce en todos ellos a hermanos nacidos de un mismo origen y que caminan hacia un mismo destino: Dios-Amor, justicia, paz y libertad por encima de todas las cosas.

    "Las mismas ansias de liberación y de luz que os hace exponer vuestras vidas a cada instante, vive y palpita en mi ser con una fuerza que acaso no sospecháis, no obstante yo vivo en tranquilidad y paz, buscando el bien que anhelo por otro camino que vosotros.

    "Vosotros veis vuestro mal, vuestra desgracia, vuestros sufrimientos, surgiendo como animalejos dañinos de un soberano que usurpó el trono de Israel, y su horrible latrocinio quedó en herencia a sus descendientes; los veis en el poderío romano, cuyas ansias de conquista le atrajo hacia estas tierras, como a la mayoría de los países que forman la civilización actual. Pero vuestro verdadero mal no está en todo eso, según el prisma por el cual yo contemplo la situación de los pueblos, sino en el atraso intelectual y moral en que los pueblos viven, preocupados solamente de acrecentar sus bienes materiales, y dar así a su cuerpo de carne, la vida más cómoda y halagüeña que puede imaginarse.

    "Son muy pocos los que llegan a pensar, en que el principio inteligente que anima los cuerpos, tiene también sus derechos a la verdad y a la luz, y nadie se los da, antes al contrario, se busca el modo de que no los conquiste jamás.

    "¿No habéis pensado nunca en que la ignorancia es la madre de toda esclavitud?. Pensadlo ahora, y poned todo vuestro esfuerzo en luchar contra la ignorancia en que vive la mayoría de la humanidad, y habréis puesto al hombre en el camino de conseguir los derechos que con justicia reclama. Bien veis que, todas las rebeliones, los clamores, los tumultos, no han hecho más que aumentar la nómina de vuestros compañeros sacrificados al hacha de los poderosos, sin que hayáis conseguido dar un paso hacia la justicia y la libertad.

    "Ni en las sinagogas, ni en el templo, se pone sobre la mesa el pan blanco de la Verdad Divina. Debe cada cual buscarlo por sí mismo y ponerlo en su propia mesa, al calor del hogar, de la familia, como el maná celestial caído en el desierto y que cada cual recogía para sí.

    ¿Cuántos sois vosotros?.

    -!Ciento treinta y dos!… -se oyeron varias voces.

    -Bien; son ciento treinta y dos hogares hebreos o no hebreos, que comerán el pan de la Verdad y beberán el agua del Conocimiento Divino que forma los hombres fuertes, justos y libres, con la santa libertad del Dios Creador que los hizo a todos iguales, llevando en sí mismos, los poderes necesarios para cumplir su cometido en la tierra.

    "¿De qué, y por qué viven los tiranos, los déspotas, los opresores de los pueblos?. De la ambición de unos pocos y de la ignorancia de todos.

    "Demos al hombre de la actualidad, la lámpara de la Verdad Eterna encendida por el Creador para todas las almas, y haremos imposibles las tiranías, los despotismos, abortos nefandos de las fuerzas del mal, predominante por la ignorancia de las multitudes.

    -¡Pero decid Maestro!…¿quién nos sacará de la ignorancia, si en el templo y en las sinagogas se esconde la verdad? -preguntó la voz del hombre que les abrió la puerta al entrar.

    Yo soy un portavoz de la Verdad Eterna -contestó Jhasua-, y como yo, están aquí estos amigos que lo son también y al lado de ellos, otros muchos.

    "¿Os reunís en el panteón sepulcral del rey David para desahogaros mutuamente de vuestros anhelos, rotos en pedazos por la prepotencia de los dominadores?. Continuad reunidos para encender la lámpara de la Divina Sabiduría, y preparaos así a las grandes conquistas de la justicia y de la libertad.

    Un aplauso unánime indicó a Jhasua que las almas habían despertado de su letargo.

    -¿Quién sois?…¿quién sois? -gritaban en todos los tonos.

    -Me lamo Jhasua, soy hijo de un artesano; estudié la Divina Sabiduría desde niño; soy feliz por mis conquistas en el sendero de la verdad, y por eso os invito a recorrerlo, en la seguridad de que os llevará a la paz, a la justicia y a la libertad.

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Bethlehem

    -Creo que aún no es llegada la hora de que yo me presente a mis hermanos como un Maestro, pues que aún estoy aprendiendo a conocer a Dios y a las almas, creaciones suyas. ¡Me falta aún tanto por saber!. Fecundos fueron estos veinte años de vida, debido a la abnegación y sabiduría de mis maestros esenios, y a la solicitud infatigable de todos los que me han amado; pero ya que tanto lo deseáis, os expondré mis puntos de vista en los actuales momentos:

    "El hombre dado a la vida del espíritu con preferencia a la de la materia, debe mirar todos los acontecimientos como mira un maestro de alta enseñanza a los niños que comienzan su aprendizaje. Les ve obrar mal en pequeñas o grandes equivocaciones. Les ve darse golpes o trabarse en luchas por la conquista de un juguete, de una golosina, de un pajarillo que morirá en sus manos, de un objeto cualquiera que le entusiasma por un momento, y que luego desprecia porque su anhelo se ha fijado en otro mejor. Pero su yo interno permanece sereno inalterable, sin permitir que encarne en él la ardorosa pasión, madre de odios infecundos y destructores.

    "Bien veo que en vuestro pueblo fermenta sordamente un odio concentrado contra la dominación romana, contra reyes ilegítimos, contra un sacerdocio sin más ideales que el comercio vil de las cosas sagradas. Tan grandes y dolorosos males, son simples consecuencias de la ignorancia en que se ha mantenido a este pueblo, como a la mayoría de los pueblos de la actual civilización.

    "Una fue la enseñanza de Moisés y de los Profetas, y otra muy diferente se dio como orientación a los pueblos.

    "Moisés dijo: “Amarás al Señor Dios tuyo, por encima de todas las cosas, y al prójimo como a ti mismo”. Y el pueblo ve que en los atrios mismos del templo se ama el oro y el poder, por encima de todas las cosas; que se castiga con penas y torturas terribles a los acusados de faltas en que incurren a diario, los que se hacen jueces de sus hermanos indefensos; que los poderosos mandatarios viven en un festín eterno, y el pueblo que riega la tierra con el sudor de su frente, carece hasta del pan y la lumbre bajo su mísero techo.

    "Moisés dijo en su inspirada ley: “No matarás, no hurtarás, no cometerás adulterio”, y el pueblo ve que los poderosos mandatarios, asesinan a todo el que estorba en su camino, hurtan por ruines y engañosos medios, todo aquello que excita su avaricia, y destruyen los hogares, arrebatando traidoramente la esposa compañera fiel.

    "¿Quién contiene al torrente que se desborda desde la cima de altas montañas?. El pueblo se hizo eco de las falsas acusaciones de los ambiciosos y libertinos contra los Profetas, que le hablaban en nombre de la Eterna Ley de amor y justicia, y acalló sus voces, entregándolos a la muerte en medio de crueles suplicios. Ahora el pueblo paga las consecuencias de su ignorancia, y de sus odios inconscientes.

    "Veo la sabiduría más alta en el mensaje de los Setenta que acabáis de escuchar. No hemos de sacrificar inútilmente la paz que goza todo hombre de bien, todo esenio consciente de su deber, a la idea de que mezclándose a las luchas sórdidas y apasionadas de la turbamulta, pueda conseguirse de inmediato la transformación de este doloroso estado actual.

    "Destruir la ignorancia respecto de Dios y de sus relaciones con sus criaturas, es la obra que realiza en secreto la Fraternidad Esenia, y nuestro deber es secundarla en su labor misionera encendiendo la lámpara del divino conocimiento, o sea la ciencia sublime y eterna de Dios en relación directa con el alma humana.

    "Padres, madres, jefes de familia, haced de vuestros hogares, santuarios de la verdad, del bien, del amor y de la justicia, sin más códigos ni ordenanzas que los diez mandamientos divinos que trajo Moisés a esta tierra, y será como la marca indeleble puesta en vuestra puerta, que quedará cerrada a todos los males y dolores que afligen a la humanidad.

    "Tomad mis palabras pronunciadas con el alma saliendo a mis labios, no como de un Maestro que os enseña, sino como de un joven aprendiz que ha vislumbrado la eterna belleza de la Idea Divina, en las penumbras apacibles de los santuarios de rocas, bajo los cuales se cobijan los verdaderos discípulos de Moisés”.

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Panteón de David 

    “-Amigos de la Santa Alianza:

    "Veo encendido en vuestros corazones el fuego santo de la unión fraternal, que os hará grandes y fuertes para responder al ideal supremo que os designa pueblo escogido por la ley de esta hora, para recibir al portavoz de la Verdad Eterna que es luz, paz y bienestar para todos los pueblos de la tierra.

    "Vengo, como se ha dicho del Monte Moab, donde he encontrado al Salvador que esperábamos con ansia febril, y sé que está dispuesto a sacrificarlo todo, absolutamente todo, y hasta la vida misma, en aras de la liberación de sus hermanos oprimidos por toda especie de cargas…"

    Un grito unánime entre estruendosos aplausos retumbó en las criptas del panteón de David. -"Hosanna al hijo de David, Salvador de Israel!"…

    -Acabo de encontrarle -continuó diciendo Jhasua- y he comprendido que su acción no será de armas y de sangre, sino de esa resistencia silenciosa y firme, que hace de cada corazón un bloque de diamante, en el cual se estrellan todas las acechanzas y maquinaciones de astutos adversarios, que buscarán comprar con oro las conciencias, acallar el razonamiento y la lógica, desfigurar la verdad para que reinen el fanatismo y la mentira, único medio de triunfo con que cuentan los opresores de pueblos.

    "Vuestro Mesías sabe, que sólo de vosotros mismos vendrá vuestra liberación de todas las cargas que soportáis, si sois capaces de conquistar, cueste lo que cueste, la nueva vestidura que él exigirá para todos aquellos que quieran compartir con él la ardua y penosa misión de dar a los hombres, la grandeza, la paz y la dicha que buscamos.

    "No hay lana, ni lino, ni seda, que pueda tejer esa vestidura, que no es materia corruptible, sino inmaterial y eterna: está tejida de desinterés, de abnegación de espíritu de sacrificio y de un anhelo poderoso y fuerte, como el vendaval que todo lo arrastra, de mejoramientos social, material y espiritual, para todas las razas y pueblos de la tierra.

    "Vuestro Mesías sabe, que debe ser desterrado el pensamiento egoísta, de que sólo Israel debe ser salvado. Nuestra Nación, por grande que nos parezca, es sólo como el mantel de nuestra mesa, y muy poco haremos si sólo somos capaces de mantener limpio nuestro mantel, dejando que alrededor de él se agigante en olas rabiosas el mar de sangre y llanto, de inmundicia y de miseria que nos rodea por todas partes.

    "Vuestro Mesías sabe, que el pueblo de Israel ha sido llamado el primero en esta hora de la evolución humana, para dar el grito de libertad de toda suerte de esclavitudes, y sois, amigos de la Santa Alianza, los heraldos de esa libertad hija de Dios, que hace de cada hombre un apóstol de la dignidad humana, lacerada, ofendida y pisoteada de todos los despotismos creados, y sostenidos por la soberbia y egoísmo, de audaces aventureros adueñados del poder por la inconsciencia y la ignorancia de las masas populares.

    "Vuestro Mesías sabe, que si la Santa Alianza logra destruir esa inconsciencia e ignorancia de los pueblos, sustituyéndolas por la convicción razonable y lógica de lo mejor, de lo justo, de lo grande, noble y verdadero que hay en la vida humana, el triunfo es seguro, como seguro es el fuego encendido con una chispa en día de viento, cuyas corrientes llevarán su llama viva por todas partes donde haya una planta de heno en que prender…

    Jhasua fue interrumpido por clamores fervorosos y ardientes:

    -¡Queremos ver y oír a nuestro Mesías Salvador!... ¿Si tú le has encontrado y visto, por qué no podemos verlo nosotros?.

    -Amigos míos… Yo he pasado toda mi vida preparándome con estudios, vencimientos y renunciamientos, para encontrar al Mesías que vosotros pedís ver y oír en este instante. En mi Yo interno, he aceptado ya todos los sacrificios que la Eterna Ley impone al que voluntariamente quiere compartir con Él, la salvación de los hombres. Creedme, porque estoy en condiciones de afirmarlo en nombre de Dios, que es Justicia y Amor, cuando vosotros estéis preparados, el Mesías estará ante vosotros para iniciar la marcha hacia la conquista de todas las grandezas y dichas posibles en esta tierra. Yo enciendo en esta hora vuestras lámparas apagadas, y pido a Dios, Sabiduría Eterna, que a su luz encontréis todos, el camino en el cual os espera el Salvador de la humanidad".

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Huerto de las Palmas

    Jhasua aparecía como petrificado en el centro de la estancia, pues sólo él permanecía de pie, como una estatua blanca, en la que se había concentrado la vida en el fulgor de sus ojos llenos de infinita ternura.

    -¡Paz y Amor sobre todos vosotros! -dijo por fin con su voz temblando de emoción-. Habéis doblado la rodilla ante la majestad de la Sabiduría Divina, que me consagra maestro del desierto. Sea enhorabuena, y desde ahora os prometo que al igual que vuestro patriarca Beth-Gamul, cuando yo sea llamado a la vida verdadera, os dejaré un sucesor que os conduzca por los caminos del Dio-Único, y os aparte de la engañosa ilusión de los falsos dioses que han llevado a la humanidad al abismo.

    "En vuestra Arabia de Piedra coronada por el Sinaí, recibió Moisés la única Ley Divina que llevará a la humanidad terrestre a la cumbre del ideal que le fue designado. Los vientos del Sinaí llevaron los diez mandatos divinos a todos los ámbitos de vuestras montañas y de vuestros desiertos. Y la sombra de vuestras palmeras, se impregnó de la dulce melodía… Y las aguas de vuestros oasis y las arenas de las grandes dunas, embebieron sin duda el mandato divino condensado todo él, en esta síntesis que es como un altar de granito:

    “Ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”.

    El viejo patriarca se confundió con el joven Maestro en un estrecho abrazo y éste dijo en alta voz:

    -En ti abrazo a todos estos lanceros del desierto, a los cuales pido desde el fondo de mi corazón, que no levanten jamás sus armas sino en defensa de los débiles, de los perseguidos, de los desamparados, pues sólo así mi boca os podrá decir: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque el Eterno les hartará de ella”.

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Sinagoga de Zorobabel

    "Jehová dijo así: el cielo es mi solio y la tierra estrado de mis pies. ¿Dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo?.

    "Mi mano hizo todas las cosas, y todas las cosas fueron, dice Jehová, mas yo miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que inclina su frente a mi palabra".

    "Que el Altísimo Dios de Israel ponga la luz de sus estrellas en mi mente y el fuego de su sol en mi lengua, para que sea digno transmisor del pensamiento de Isaías -dijo Jhasua empezando su comentario-.

    "Entiendo que el soberano Señor de todo lo creado busca con agrado el amante corazón de sus criaturas, para reposo de su grandeza y de su infinita majestad, y que el corazón del hombre soberbio, no puede ser jamás santuario para el Supremo Hacedor.

    "Es humilde de espíritu, el que hace suyos los dolores del huérfano y desamparado, y no encuentra descanso y gozo verdadero, sino cuando ha remediado sus dolores y ha secado sus lágrimas.

    "Es humilde de espíritu el que amando la verdad por encima de todas las cosas, da a Dios lo que es de Dios, y toma para sí su propia carga de imperfecciones y de atraso, que le lleva a prosternarse ante la Divina Justicia, clamando con todas sus fuerzas: No mires Señor mi iniquidad y miseria, sino tu gran misericordia para acoger a tu siervo, no por lo que es, sino por lo que tú quieres que sea, para glorificarte por los siglos de los siglos.

    "Es humilde de espíritu, el que sólo quiere la vida para llenarla de obras de amor y de justicia, dignas del que ha dejado penetrar en sí la Ley Divina, que dice: “Ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”. Y el Profeta añade, que no es con sacrificio de bueyes, de carneros y palomas, con lo que el hombre conquista el derecho de servir como santuario de reposo al Señor, sino con el sacrificio de las propias pasiones y renunciamientos, elevándose por el amor fraterno y la sinceridad de una vida pura, por encima de todas las ambiciones y de todos los egoísmos…

    "¡Señor Dios de Israel! Dios de nuestros padres, Dios de nuestro corazón! -exclamó el joven orador en un impulso de amor hacia la Divinidad-. ¡Muéstranos que nuestras vidas son tuyas y que nuestros espíritus florecen en obras dignas de Ti!… ¡Muéstranos que nuestro corazón es humilde conforme al pensamiento de tu siervo Isaías, y toma posesión de nosotros que te pertenecemos desde la eternidad!. Abre Señor nuestro espíritu a tu Verdad y a tu Amor, y que seamos luz de cirio en las tinieblas de nuestros hermanos, y óleo de piedad sobre sus heridas profundas”.

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Fortaleza del Rey Jebuz (Almacenes de la Santa Alianza en Jerusalén)

    “Dice el rey sabio, en el versículo I del capítulo IV de Eclesiastés: Y tornéme yo, y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol; y vi las lágrimas de los oprimidos, y sin tener quien los consuele; y vi la fuerza en la mano de sus opresores, y que para ellos no había consolador”.

    "Por esto amigos míos ha nacido la Santa Alianza en la tierra que vieron nuestros padres, y donde están sus sepulturas. Por esto ha florecido en el jardín de Jehová, el blanco rosal de la Santa Alianza, beso de amor para todos los que padecen angustias de muerte en sus hogares sin lumbre y sin pan; abrazo de fraternidad y compañerismo, para los que sienten el azote feroz de la humillación y del oprobio, en la amada tierra que los vio nacer; encuentro de almas en la misma senda, que todos vamos recorriendo en cumplimiento de la gran ley de la vida; lámpara encendida en las tinieblas, de los que buscan a tientas una mano en qué apoyarse, y un pecho amigo en qué descansar la frente fatigada…

    "El Rey-Sabio, vio todo el dolor de los humildes oprimidos, y desahogó su alma en amargas quejas diciendo, que, “todo es vanidad y aflicción de espíritu, debajo del Sol”. La Santa Alianza ha dado un paso más, y busca la unificación, que es fuerza defensiva para todos los que sufren la opresión y la injusticia. Busca el acercamiento de todos los corazones animados de un mismo sentir, de una misma fe, de un mismo ideal: la santa libertad de los hijos de Dios, bajo la suave tutela de su Ley soberana. La única ley que iguala a todos los hombres, al grande como al pequeño, al fuerte como al débil, al rico como al desposeído, puesto que a todos les dice: ama a tu prójimo como a ti mismo, no hagas a otro lo que no quieras para ti, honra a tu padre y a tu madre; no quites la vida, ni la honra, ni los bienes a tus semejantes; no manches tus labios con juramentos falsos, ni tu corazón con impúdica lascivia.

    "Esta es, amigos míos, la Santa Alianza de que todos formamos parte, en la cual ensayaremos nuestra capacidad de amarnos los unos a los otros, en tal forma y de tan perfecta manera, que el dolor de uno sea el dolor de todos, y la alegría del más pequeño sea compartida, vivida y sentida, por todos sus hermanos.

    "No es un levantamiento armado, para tirar por tierra poderes constituidos por la fuerza bruta, y levantar otros constituidos en igual forma. Es un levantamiento espiritual, para engrandecernos hasta hacernos dignos del nombre que nos hemos dado, de pueblo elegido, pueblo de Dios, pueblo de justos, de profetas de la Verdad y de la Justicia. Hasta hoy no hemos merecido esos nombres, porque toda nuestra historia, desde la muerte de Moisés hasta hoy, es una historia de ignorancia, de ignominia y crimen, de engaños y de falsedades, de odiosa profanación contra sagradas instituciones, con fines de lucro y de dominio.

    "Hombres justos y austeros hubo, que levantaron su voz inspirados por Dios para encaminar los pueblos a sus sagrados deberes; pero esos hombres llamados profetas, fueron perseguidos y muertos, para que desde el fondo de sus sepulturas no se escucharan sus voces que gritaban más alto que las conciencias dormidas de los hombres: "pecáis contra Dios, pecáis contra vuestros semejante, pecáis contra la Verdad, contra la Justicia y contra el Amor, y sobre vosotros mismos caerán las consecuencias de tan desastrosos desmanes, en contra de la Eterna Ley".

    "Cuando nuestros caminos se hayan enderezado en la eterna marcha de la vida; cuando nuestro labios se hayan purificado como los del profeta Isaías, al contacto de un fuego divino, y no destilen el engaño y la mentira; cuando nuestras manos estén limpias, como el pan de flor de harina que adorna nuestra mesa, cuando nuestros ojos no se deleiten en los placeres lúbricos, y sólo busquen gozarse en las obras de Dios para alabarle eternamente, entonces amigos míos, caerán sin esfuerzo los tiranos, los déspotas, se romperán las cadenas de todas las esclavitudes, se abrirán las puertas de todos los calabozos, las armas se oxidarán en las cuevas de las fortalezas, los gritos de guerra se transformarán en canciones de cuna, en barcarolas de pescadores, en cadencias de doncellas sentadas al telar, en cantares de labriegos segando sus trigales dorados, y endechas de pastores abrevando sus ganados!…

    "Tal es el sueño que agitó sus alas en mi mente, al forjar en ella el ideal de la Santa Alianza que os congrega en torno mío, como una inmensa cosecha de flores y de frutos en torno al labrador que las cultivó!.

    "Y si cada uno de vosotros realiza en sí mismo, mi sueño creador de la Santa Alianza, no seréis vosotros deudores míos por la iniciativa de esta obra de bien y de dicha para todos, sino que seré yo vuestro deudor, pues que habré recogido de vosotros la más pura e inmensa felicidad que puede gozar un alma humana encarnada en esta tierra!.

    Una inmensa onda de amor divino se extendió por el vasto recinto, con tal fuerza y potencialidad, que todos vieron a través de ella como transfigurado, al joven Maestro que decía para terminar:

    -Pido al Señor de los cielos y de la tierra, ser para todos vosotros, el ángel que purificó al profeta Isaías, para que no seáis más los hombres de ayer, sino los hombres del mañana glorioso de mi sueño, convertido en realidad.

    Los amigos íntimos, los ancianos, después todos, como impulsados por una extraña fuerza, se precipitaron sobre Jhasua y lo levantaron en alto cantando:

    -¡Hossanna al Profeta de Jehová, al que viene en nombre del Señor! ¡al salvador del oprimido pueblo de Israel!.

    -El hombre de bien se salva a sí mismo -contestó Jhasua tendiendo sus manos hacia todas las manos que buscaban estrecharlas.

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Monte Hor (reunión de Maestros de Divina Sabiduría)

    -Yo pienso, -dijo Jhasua-, que un verdadero Maestro de Divina Sabiduría, no puede nunca destruir lo que otros auténticos Maestros han enseñado, porque tal cosa sería como si la Eterna Idea se hiciera guerra a Sí Misma.

    "Pienso por el contrario, que los auténticos enviados divinos como Instructores de la humanidad deben estar de acuerdo en su enseñanza, aún cuando bien se comprende que pueda tener algunas variantes sin mayor importancia, y las cuales se justifican con el mayor o menor grado de comprensión de las porciones de humanidad a quienes se dirigen.

    "Y si bien lo observamos bajo un severo análisis, los Kobdas de la prehistoria que civilizaron tres Continentes, no dieron una enseñanza diferente de la de Krishna, Bhuda y Moisés. Aquel período luminoso y fecundo en grandes obras de bien y de justicia, no tuvo otros horizontes que el amor fraterno, al cual dieron formas definitivas y tangibles en aquella vasta asociación de países que denominaron Gran Alianza.

    "Krishna y Bhuda fueron enviados al Asia Oriental; Moisés y Abel recibieron mandato para el Asia Occidental, En cuanto a mí, el postrero de todos ellos, tened por seguro que no haré más que reavivar los tintes, los tonos, los claro-obscuros del gran lienzo de la evolución humana, que todos los verdaderos Maestros de Divina Sabiduría copiamos de la Eterna Idea Madre.

    "La enseñanza de todos los Instructores, se ha basado en el Amor Universal, que es la gran Ley que rige los mundos.

    "Cada uno de ellos ha especializado su forma de comprender y sentir la Idea Madre, la ha esbozado con tintes más vivos, más profundamente definidos.

    "La enseñanza de Krishna fue como un reflejo diáfano de los antiguos Kobdas, de los cuales estaba aún cercano: freno duro para la injusticia y la prepotencia; decidida protección para los débiles y esclavizados. Treinta centurias han pasado, y el lejano oriente en general, no recuerda ya de Krishna sino que fue un valeroso príncipe que abatió a los usurpadores.

    "Tan sólo en unos pocos Santuarios-Escuelas se lee su “Baghavad-Gita”, en el que se ha resumido parte de su enseñanza más adelantada.

    "Quince centurias han corrido desde que Moisés grabó la Ley Divina en tablas de piedra para el pueblo, y sus cinco libros para las mentes más cultivadas.

    "Seis centurias hace que Bhuda se despojó de todo, para enseñar con su propia inmolación, el desprendimiento de todos los goces materiales y groseros, cuando se busca llegar a una gran altura espiritual.

    "Y la enseñanza de Krishna, de Moisés y de Bhuda ha sido igualmente falseada, adulterada y proscrita de todas la mentes y de todos los corazones, para substituirla por un monumental catafalco de prescripciones, ordenanzas y ritos, en conformidad con las tendencias interesadas de los dirigentes de pueblos, y de los interventores en el santuario de las conciencias.

    "Mi enseñanza de hoy sufrirá la misma suerte, y sería necia ilusión pretender lo contrario. Mas, dada la evolución de la humanidad actual, será mayor el número de lámparas encendidas en las tinieblas que vendrán después de mí; lámparas que resistirán ardiendo hasta morir en los patíbulos, en las hogueras, en los circos, donde los arrojarán como a los vencidos en las guerras de conquista. Y el fraude, el engaño, la errónea interpretación de la Idea Divina, volverán a subir a flote enturbiando todas las aguas, hasta que los huracanes del final de ciclo, hayan barrido de la superficie de la tierra a todos los falseadores de la Verdad Eterna.

    "¿Cuál será pues vuestra cooperación en mi doctrina?.  Constituir cada cual en su país, núcleos de discípulos conscientes para que sean los maestros del porvenir, con lo cual conseguiremos que sean más los salvados que los perdidos en las tinieblas de una nueva evolución en planetas inferiores, donde las condiciones de vida física, nos causarían espanto a los hombres de la actualidad.

    "Y para terminar os digo que, mi enseñanza para los pueblos estará basada en estas palabras de la ley de Moisés:

    “AMA A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PRÓJIMO COMO A TI MISMO”.

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Damasco en la Sinagoga de Bab-Scharqui

    -Amigos míos: hace algún tiempo que vengo escuchando en distintas circunstancias, la manifestación de un deseo, en almas que me están ligadas por vínculos hondos y fuertes, que deben perdurar por largo tiempo.

   “Danos parte Maestro, es ese Reino tuyo que nos anuncias” -dice la voz en ese deseo íntimo, que a veces sube del corazón a los labios y se traduce en palabras. A tales insinuaciones responderé esta tarde.

    "El Reino de Dios pide vencimientos y exige violencias, y tan sólo los que se los hacen, podrán conquistarlo.

    "Y como no puedo ser yo, quien os de parte en él, sino que sois vosotros, quienes debéis conquistar la participación en sus dominios, quiero que comprendáis de qué vencimientos y de qué violencias os hablo.

    "Violencia se hace, el que retuerce su propio corazón para acallar su voz, que le reclama las manifestaciones exteriores de una afección humana, hondamente sentida, cuando ella lesiona los afectos, el honor y la vida de un semejante.

    "Violencia se hace, el que habiendo recibido injuria y agravio en su honra y en todo cuanto le es querido, es capaz de estrechar sereno la mano de su detractor.

    "Vencimiento y violencia, son los de aquel que renuncia generosamente a ciertos deseos y anhelos propios de todo corazón de hombre, pero entorpecedores de sus destinos como espíritu afiliado por una alianza, a los honores de una misión determinada.

    "El Reino de Dio sólo puede ser comprendido en toda su belleza, por aquellos a quienes desciende la Luz de la Divina Sabiduría, mediante el esfuerzo perseverante del espíritu por merecer esa Luz

    "La Luz Divina ilumina a los puros de corazón y a los humildes.

    "Los mensajeros de esa Luz, son los Mesías conductores de humanidades, forjadores de mundos, auxiliares de la Energía Creadora en su constante y eterna gestación.

    "Mirad hasta qué punto van errados, aquellos que afirman que los Mesías están impedidos por su propia elevación espiritual, de acercarse a los mundos cuya evolución les fuera encomendada.

    "Las leyes inmutables del Universo, tienen en los Mesías sus fieles y sumisos cumplidores, y por lo mismo, es una grave falta de lógica y hasta de sentido común promulgar como axioma inconmovible, la imposibilidad del acercamiento de los espíritus de luz, a las esferas que prohíjan.

    "La Ley Eterna de Amor Universal, que es la base de oro y diamante en que descansa todo cuanto existe en los mundos adelantados, y en los mundos embrionarios, es la que designa los seres, los lugares y el tiempo, en que las corrientes astrales, etéreas y espirituales deben combinarse, para formar ondas, o círculos, o bóvedas psíquicas determinadas y aptas, a las diversas manifestaciones de los Mesías en los mundos que aceptaron como una heredad, para cultivar hasta su completo perfeccionamiento.

    "La ignorancia, el fanatismo y la malicia humanas, se unen siempre para negar lo que es innegable, dando lugar  a que se cumpla el profundo axioma aceptado por las antiguas Escuelas de Divina Sabiduría: La Suprema Inteligencia niega su luz a los soberbios y la da con abundancia a los humildes.

    "Por eso os he dicho, que para conquistar el Reino de Dios, el alma ha de levantar en sí misma, un edificio espiritual basado en el sólido cimiento de la aceptación amplia, generosa y sincera de la Verdad, vena de donde venga, y aunque ella sea espada de dos filos que lastime nuestro corazón de carne, tan tristemente apegado al egoísmo de lo tuyo y lo mío.

    "¡Oh! ¡cuándo olvidarán los hombres esas inarmónicas palabras que ponen en relieve al exterior, las insaciables fauces del egoísmo feroz que arrastra humanidades al caos, que destruye pueblos, que devora vidas, que aniquila afectos, y detiene el paso triunfante del amor universal!.

   Tuyo y mío”, palabras de división, palabras de guerra, de antagonismo, de enemistades y de odio, ya se las aplique a las ideas religiosas, a las actividades intelectuales, o a los bienes temporales.

    "Por eso las más elevadas inteligencias compenetradas de la Verdad Eterna, son esencialmente armónicas, desinteresadas y su bondad y tolerancia corren parejas con su claro conocimiento de Dios y de los hombres.

    "Todo bien, lo atribuyen al Supremo y Eterno Invisible, todo mal, al egoísmo y debilidades humanas.

    "Esas grandes inteligencias conquistaron el reino de Dios, del cual queréis participar, porque abdicaron de todos los egoísmos, de todas las ambiciones. Para ellas dejó de existir “lo tuyo y lo mío”, y sólo vivió el soberano amor fraterno, que sabe olvidarse de sí mismo en beneficio de los demás.

    "Y estos principios son aplicados a las colectividades, donde florece la fraternidad, dulce y suave como caricia materna sobre la humanidad, porque ellos iluminan el camino de las inteligencias hacia la Luz Increada, hacia el Eterno Amor, hacia la Suprema Inteligencia, por la cual alientan, viven, y son los mundos, los seres y las cosas.

    "Y si de verdad aspiráis a la conquista del Reino de Dios que os anuncio, comenzad por desterrar de vosotros la ambición y el egoísmo, que obstruyen los caminos de la justicia, de la felicidad y del amor.

    "¡Pobres humanidades que habitáis los mundos carnales devorados por el egoísmo!.

    "Conquistasteis sin esfuerzo y sin gloria, los reinos vegetal, animal y humano, pero no conquistaréis sin esfuerzo y sin gloria el Reino de Dios, al cual llegaron los espíritus puros o Mesías, como llegaréis vosotros más tarde o más temprano por derecho de conquista. Porque el Reino de Dios exige vencimientos y violencias y tan sólo el que los hace llegará hasta él!.

    "Si en verdad queréis participar del Reino de Dios, lejos arrojad de vosotros el orgullo con todos sus derivados: el deseo de poder y de dominio, la ostentación y la vanagloria, el afán de imponer la propia voluntad, como un yugo sobre la mente y la conciencia de los seres, todo lo cual os convierte en voraces aves negras y fatídicas, que pueblan de terror y de espanto, el viejo castillo en ruinas de la humanidad inconsciente y aletargada.

    "Que mis palabras tengan el poder de levantar el velo de tinieblas que oculta a vuestra inteligencia, la grandeza divina del Reino de Dios para que se despierte vivo en vosotros, el anhelo de poseerlo y conquistarlo por toda la eternidad”

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Damasco (Plaza de Hirám)

    -Veo que habéis confiado en mi palabra dada ayer a esta misma hora, y por eso estáis llenando la Plaza de Hirám. Ayer recibisteis el don de vuestro Etnarca; hoy os transmito la promesa de vuestros amos, de que recibiréis jornal doble desde mañana, y donativos de ropas conforme a los individuos de cada familia, si vuestras mujeres se presentan en los depósitos de la Plaza de las Caravanas.

    "El Dios que adoro, Dueño Supremo de Mundos y de seres, ha movido el corazón de vuestro príncipe y de vuestros amos, para que acudan solícitos a aliviar vuestras cargas.

    "De hoy en adelante, ellos pensarán por vosotros como si fuerais sus hijos, y vosotros pensaréis en ellos como si fueran vuestros padres.

    "Los deberes, como los derechos deben ser recíprocos para que se mantenga el equilibrio en las sociedades humanas.

    "¡Hombres del trabajo y del esfuerzo!…¡jornaleros que os ganáis el pan con el sudor de la frente!…¡siervos de humillada y penosa condición!… con vosotros hablo, y espero que mis palabras abran un horizonte nuevo a vuestros espíritus aletargados en la lucha, por el sustento de vuestras vidas.

    "Oidme bien y comprendedme bien: este planeta tierra que vosotros y yo habitamos, es un mundo inferior, donde domina el mal en todas las esferas sociales; algo así como un inmenso presidio, donde todos soportamos las penosas leyes a que está sujeta la vida en este planeta. El trabajo, el dolor y la muerte, son aquí leyes inexorable e inmutables, y sería la mayor locura rebelarse en contra de ellas, como locura es pretender desecar el agua de los mares, detener la marcha del sol que nos alumbra, o cambiar el sitio de las montañas. Las diferentes condiciones sociales, son en parte, consecuencia de la diferente capacidad de los seres, y de su distinto grado de adelanto intelectual y moral. No todos los hombres son hábiles pilotos en alta mar.

    "El egoísmo y la malicia humana, han tejido una espantosa cadena alrededor de las leyes ineludibles, y propias de este planeta.

    "Siento que muchos de vosotros estáis preguntando ¿por qué hemos de ser nosotros desposeídos y miserables, y otros inmensamente ricos y poderosos?.

    "Es este un problema sin solución para vosotros, y enseguida pensáis equivocadamente de la Justicia de Dios. Las enormes diferencias sociales, no son obra de Dios, sino del egoísmo de los hombres.

    "Y los profetas de Dios que pueden curar las enfermedades físicas, quieren también curar las enfermedades morales. El egoísmo es una enfermedad tan dañina, como la lepra que devora el cuerpo del que la posee. El egoísmo devora y consume los cuerpos, de todos aquellos adonde alcanzan sus tentáculos de pulpo. Me llamáis Profeta de Dios y lo soy; y porque lo soy he recibido de Él, el supremo mandato de destruir el egoísmo y hacer florecer el amor.

    "Mi Dios me ha dado esta inmensa satisfacción. En vuestro Etnarca el príncipe Artath y en vuestros amos ha comenzado a florecer el amor, y ellos poderosos y ricos, han pensado en aliviar vuestras cargas mejorando vuestra situación.

    "El Profeta de Dios necesita ahora que vosotros le demostréis, que hay en vuestros corazones, tierra fértil para cultivar su siembra de amor.

    "El odio y el egoísmo son fuerzas destructoras. El amor es fuerza fecunda y creadora.

    "Aquí…aquí al calor del corazón del Profeta de Dios, probemos todos unidos, de hacer florecer y fructificar el amor en esta hermosa ciudad de Damasco, resplandeciente como una sílfide de oro, a la vera de sus magníficos lagos serenos, donde se miran los cielos y se reflejan las estrellas…

    "Vuestro Etnarca y vuestros amos, han dado el primer paso. Dad vosotros el segundo, y corresponded a la justicia con que ellos acaban de obrar, con la justicia obrada por vosotros, que consiste en trabajar en sus posesiones, mediante la remuneración suficiente a vuestras necesidades.

    "¿Me lo prometéis?…¿Me dais vuestra palabra?…¿Respondéis con una sincera promesa al Profeta de Dios, que quiere con toda su alma vuestra felicidad?…

    Los ojos de Jhasua resplandecían de divina luz, y de su alma de Ungido, se desbordaba el amor sobre la multitud anhelante y esperanzada.

    Un grito unánime tres veces repetido, resonó como un huracán desatado en la selva.

    -¡Sea como tú lo quieras Profeta de Dios!.

    "¡Que no se vaya de Damasco, que viva siempre entre nosotros!…que no nos abandone nunca!.

    El Maestro subió dos gradas más del monumento de Hirám, porque la multitud se estrechaba cada vez más en torno suyo, amenazando ahogarle con su desbordante entusiasmo.

    "Mis amados damascenos -dijo el Maestro-. El Profeta de Dios no olvidará jamás esta espontánea manifestación de vuestro amor hacia mí; pero como yo he venido a destruir el egoísmo y a sembrar el amor, quiero repartir el afecto y adhesión que me demostráis, con aquellos que también por amor hacia mí, harán vuestra felicidad en adelante. Quiero vuestro amor para vuestro Etnarca, para vuestro Rey y para vuestros amos, que desde hoy tendrán para vosotros solicitudes paternales.

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Escuela de Beth-Gamul del lago Utayba (cerca de Damasco)

    -“¡Gloria a  Dios soberano y eterno en la infinita inmensidad y paz en la tierra a los hombres que buscan la Verdad y la Justicia!. De entre la bruma de pasadas edades, surge en este instante por justicia de la Ley Divina, un día de la vida terrestre de Moisés, en que Aelohim su guía le llevó a las grutas del Monte Horeb, para colmar sus ansias inmensas de rasgar los velos que ocultaban a los hombres de aquella generación, los comienzos de este globo terrestre, dado a ellos por habitación en los inescrutables arcanos de la Divinidad.

    "Y cual si las zarzas de la montaña ardieran en llamaradas, vio levantarse entre el vívido resplandor, una diminuta nubecilla blanca que subía más y más en el azulado horizonte; y luego como aérea nave, majestuosa, de flotantes velas desplegadas, bogando en la inmensidad hasta llegar a convertirse en una gigantesca nebulosa.

    "Vio luego desprenderse de ella grandes jirones, como si una mano de mago hubiera soltado al viento los blancos velos en que ocultaba Isis, los misterios de la Creación, según el hermético ocultismo de los sabios del Egipto. Vio que la furia de vertiginosos remolinos sobre sí mismos, producían corrientes magnéticas formidables, y fuerzas de atracción imposibles de definir. Les vio doblarse en llameantes espirales hasta formar globos que parecían seguirse, y a la vez huir unos de los otros, condensados cada vez más y como si en una explosión de luz, de colores y fuego, y entre un torbellino de descargas eléctricas, se hubiera rasgado el inconmensurable abismo.

    "Desfiló en breves horas, la obra de inmensas edades, y la visión de la montaña de Horeb, enseñó a Moisés lo que no le hubiera sido dado entrever en muchos años de cavilación. La formidable atracción, arrebató de los vecinos sistemas planetarios, globos de evolución más avanzada, y entre ellos la esplendorosa Venus, que tan de cerca vino a hermanarse con esta tierra, acabada de surgir de la radiante energía del Eterno Pensamiento.

    "Y el gas, el fuego y el agua, fueron sucediéndose los unos en pos de los otros, con furia de vértigo que duraba siglos, hasta que el globo terrestre destinado a ser cuna de tantas civilizaciones, pudo albergar gérmenes de vida en su corteza envuelta en el cristal de las aguas primero, y en pañales de nieve después.

    "Desde la cumbre del Horeb contempló el vidente, en las páginas imborrables de la Luz Eterna, los pasos primeros de la vida, y su inaudito esfuerzo por manifestarse en las múltiples formas que conocemos, y que no conocemos aún.

    "Monstruos pequeños y monstruos enormes, rudimentarios ensayos de lo que había de ser un lejano futuro, la más acabada manifestación de la belleza de la forma y de la expresión, comenzaron a arrastrarse pesadamente, como si fueran conscientes, de que una enormidad de siglos les contemplarían en tal espantosa manifestación de vida.

    "Y los seres del más remoto pasado, y del más avanzado porvenir, desfilaron ante el alma extática del vidente de la montaña de Horeb. Hombres deslizándose como seres alados por encima de la superficie del globo, y hombres flotantes en ígneos vapores como los Henoc y Elías, de los carros de fuego, desfigurados esbozos de la verdad magnífica del porvenir; todo ese largo peregrinaje de la evolución humana, arrancó de la pluma de Moisés aquel canto que transformado por la incomprensión y la ignorancia se tornó legendario, y al cual conocemos hoy con el nombre de Génesis; canto que he querido desglosar para vosotros del vasto archivo de la Luz Increada y Eterna.

    "Y he aquí que de la evolución de esferas y de sistemas; de mundos y de nebulosas, he llegado en mi confidencia de hoy al desenvolvimiento ascendente de las mentalidades, para deciros a vosotros discípulos de Beth-Gamul, admiradores de Moisés, vislumbrados y presentidos acaso por él en la montaña de Horeb, como artífices del pensamiento, por el cual podéis llegar a ser genios creadores de la belleza y del bien, o genios maléficos sembradores de dolor y del crimen en medio de la humanidad.

    "Inteligencias creadoras seréis, si con la onda luminosa de vuestro pensamiento de amor, acertáis a recoger de los inmensos planos de fuerzas vivas, que esperan el impulso de vuestro mandato mental, las que han de convertirse como hadas benéficas de suaves efluvios, niños alados como acariciante frescura de pétalos, querubes de paz, mensajeros tiernos de piedad y de amor, con que formaréis el nimbo de protección para vuestros seres amados, para vuestros pueblos y países… para toda la humanidad!.

    "Discípulos de Beth-Gamul, hombres conscientes de la fuerza poderosa del pensamiento, tomad vuestro puesto entre los genios creadores del bien y de la justicia, de la paz y del amor entre los hombres, en contraposición a los genios del mal, creadores también para su desgracia, de las tenebrosas entidades que obstaculizan y tuercen los caminos de los hombre. Almas selectas que me escucháis, conocedores de la potencia que puso el Eterno Creador a vuestra disposición, en las estupendas fuerzas mentales que podéis desarrollar a voluntad, ¿por qué no ser genios del bien y del amor para poblar el horizonte de vuestros seres afines, con los niños alados de la pureza y la ternura, que siembran  desde el espacio azul las perlas musicales de todas las sanas alegrías, y ahuyentan las tristezas de la vida; de las dulces hadas sutiles que siembran en los corazones la ilusión, el optimismo y la esperanza, que refrescan como una llovizna de bálsamo, las almas agotadas y secas, antes de haber llegado a vivir la vida verdadera?.

    "Discípulos de Beth-Gamul, al cual buscáis de uniros íntimamente por llenar el vació inmenso que dejó a vuestro lado!…Yo os digo: estaréis en él, y él estará en vosotros como una sola esencia, como una misma vida, como un mismo anhelo y una misma palpitación, el día que comencéis a ser genios creadores del bien y de la justicia, de la belleza y del amor, con la magia poderosa de vuestro pensamiento, vibrando a tono con el Pensamiento Divino y Eterno del Creador.

    "Almas creadoras de la paz, del amor y la justicia, cantemos unidos al concierto de las puras y sublimes Inteligencias, que después de haber conducido humanidades a la Verdad y a la Luz, se han unificado con la Claridad Eterna, como una resonancia de este himno inmortal.

   Gloria a Dios, en la inmensidad de los cielos infinitos, y paz en la tierra a los seres de buena voluntad”. 

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Santa Alianza (Tiro)

    "-Hermanos de la Santa Alianza, a cuya sombra os cobijáis como bajo el manto de una madre.

    "Yo soy un representante del Consejo de Jerusalén que vela por todos los que se han afiliado a esta hermandad, y será inmensa mi satisfacción si puedo llevar a mis hermanos del suelo natal el informe de vuestros progresos espirituales y morales.

    "Vosotros sois la porción de humanidad que más cerca está de la Piedad y Misericordia Divina, a la cual podéis sentir en todos los instantes de vuestra vida, mediante la certeza que debéis adquirir, de que su amorosa Providencia no descuida vuestras necesidades.

    "El hombre acaudalado, que sabe sostenida y afianzada su vida sobre cimientos de oro, piensa poco o nada en esa gran Fuerza Creadora y conservadora de vidas, que llamamos Providencia de Dios, nuestro Padre Celestial.

    "Sois vosotros amigos de la Santa Alianza, los que, si hoy tenéis lumbre encendida y el pan sobre la mesa, ignoráis si le tendréis mañana porque sólo os apoyáis en el esfuerzo grande o pequeño que hacéis por un mísero jornal diario. Para vosotros más que nadie, se derrama permanente en cada rayo de sol, en cada vibración de luz, en cada ráfaga de viento, esa omnipotente fuerza misericordiosa que transformaría en pan los guijarros del camino, si de otra forma no consiguierais vuestro alimento para cada día.

    "En las numerosas leyendas y tradiciones que se han tejido alrededor de la personalidad de Moisés, el legislador hebreo, hay una, cuyo sentido oculto se adapta admirablemente a vosotros. Es aquella que refiere el mandato de Moisés, de marcar todas las puertas de los hijos de Israel con la sangre del cordero que era costumbre comer en la fiesta de la Pascua. “Viendo esta seña -dice la leyenda- pasará de largo el ángel del Señor que vendrá a herir a los primogénitos de Egipto.

    "Era Moisés gran conocedor de las características del pueblo que conducía, incapaz por entonces, de apoyar su esperanza y su fe en lo que es invisible a los sentidos físicos. Y la fe inconsciente de aquel pueblo niño, se encendió y se afianzó en aquella señal de sangre que marcaba sus puertas.

    "Quince siglos han pasado desde entonces, y vosotros no sois ya tan niños como el pueblo de Israel cautivo en Egipto, y no necesitáis una marca de sangre en vuestras puertas para saber que estáis protegidos por la omnipotente fuerza misericordiosa, que si os ha traído a la vida, es para que la viváis en paz y justicia, bajo el suave manto de su Ley Soberana.

    "Moisés escribió para sus hermanos de raza, un ley que la inspiración divina materializó, digámoslo así, par ese pueblo en medio del cual bajaría el Verbo de Dios a  enseñar a los hombres. Pero esa misma ley fue grabada por el Supremo Creador, en el corazón de cada hombre venido a la vida material; y esa ley es tan simple y sencilla que puede encerrarse en pocas palabras: No hagas a tus semejantes lo que no quieras que se haga contigo.

    "Ley suprema y única, que la escritura mosaica ha subdividido y especificado en diez artículos que se han llamado Mandamientos, los cuales están encerrados como en un cofre de diamantes, en aquel eterno principio divino que todo hombre lleva en su corazón: No hagas a tus semejante lo que no quieras que se haga contigo.

    "Vamos ahora amigos míos a donde quiero llegar, llevándoos a todos vosotros conmigo.

    "Si ajustáis vuestra vida a ese único principio eterno, y basáis vuestra fe y esperanza en él, os digo en nombre del Dios Omnipotente que me asiste, que jamás os faltará lo necesario para vivir vuestra vida en paz y tranquilidad.

    "Meditad y reflexionad continuamente, en el significado claro y sencillo del mandato eterno, y encontraréis en él, toda la rectitud, toda la justicia, todo el bien que instintivamente busca el hombre desde que nace hasta que muere.

    "En esas breves palabras No hagas a tus semejantes lo que no quieras que se haga contigo, está condenado el despojo, el asesinato, la calumnia, la traición, el abuso de la fuerza, el engaño, la falsedad, y toda especie de daño causado a nuestros semejantes.

    "No necesitáis, pues, ser israelitas para estar obligados a esta Ley Suprema y Eterna, porque nuestro Soberano Padre Creador, lo es de todos los seres con vida que pueblan los inconmensurable mundos del Universo. Y apenas han llegado las inteligencias a la edad del razonamiento, ya está dando voces internas en el fondo del corazón el eterno y divino principio: No hagas a tus semejantes lo que no quieras que se haga contigo.

    "Tened asimismo en cuenta que todos los crímenes, delitos y abominaciones que acarrean a la vida humana la pléyade inmensa de dolores que la abruman, es por la falta de cumplimiento a ese eterno principio emanado de Dios.

    "Ajustad pues a esta sencilla enseñanza vuestra vida diaria, y yo os prometo en nombre de Dios nuestro Padre Omnipotente, que viviréis tranquilos y felices, descansando vuestro corazón en su amorosa Providencia, que si cuida de las avecillas del campo y de los insectos que viven libando flores, más aún cuidará de vosotros que podéis decirle con el alma asomada a los ojos buscándole en la inmensidad:

    ¡Padre mío que estás en los cielos!…¡He aquí tu hijo que espera y confía en Ti!.

    "Yo sé que hoy vivís confiados en la solicitud de la Santa Alianza, a la cual consideráis como vuestra madre, y que más de una vez anuda la zozobra en vuestro pecho, pensando que ella puede desaparecer. Si así fuera, otra forma tomaría la Providencia de Dios para vosotros, si os mantenéis dentro del eterno principio que os he anunciado, y que nuevamente repito, para que no lo olvidéis jamás: No hagas a tus semejante lo que no quieras que se haga contigo.

    "Quiero grabar a fuego en vuestros corazones la idea sublime y tiernísima de que todos somos hijos de Dios, y que Él es el más amante y piadoso de todos los padres. Y cometeríais un grave delito, si llegarais a pensar que Él os deja abandonados a las contingencias adversas de una azarosa vida mientras le buscáis, llamándole Padre vuestro en todos los días de vuestra existencia.

    "Se ha vulgarizado la idea de que el dolor humano es un castigo de Dios, por el pecado de un matrimonio, que marca el origen de una nueva civilización: Adamú y Evana.

    "Dios no castiga a nadie, ni puede su perfecta justicia aplicar penalidades a los hijos por las culpas de los padres, caso que las hubiera habido. Los dolores humanos son consecuencia de los errores humanos cometidos en una o en otra de las vidas sucesivas que nuestro espíritu inmortal vive, hasta alcanzar la purificación que le da derecho al Reino Eterno de dicha y amor, que nuestro Padre Universal nos tiene preparado.

    "¿No es verdad, amigos míos, que cuando vosotros emprendéis un viaje tomáis la ruta que os han marcado para llegar con felicidad a vuestro destino?.

    "Y si por un gusto o una curiosidad o un capricho, dejáis aquel camino y tomáis otro, ¿a quién culparéis sino a vosotros mismos, si os extraviáis, si caéis en un precipicio, o tenéis que afrontar espantosa lucha con las fieras?.

    "Nuestra vida física no es otra cosa que un viaje, para el cual nuestro bondadoso Padre, nuestro Dios Amor, nos ha marcado el camino, en el eterno principio que tanto os he mencionado hoy.

    "La desventurada humanidad, ha vivido y vive olvidada en absoluto, de ese principio eterno, que le marca el viaje feliz hacia el Reino inmortal y dichoso de su Padre. ¿A quién ha de culpar de sus dolores? ¿Es Dios que la castiga o es ella misma, que obrando fuera de ley, se carga con las terribles consecuencias de su rebelión contra la Ley?.

    "La Santa Alianza a la cual pertenecéis, ha orientado sus actividades y sus ideales hacia ese código tan sublime en su sencillez, y que no obstante, abarca cuanto de bien y de justicia puede concebir la mentalidad humana en este planeta, y saciar los anhelos de santa felicidad que vibran al unísono en todos los corazones.

    "Y si cada afiliado a la Santa Alianza, enciende su lamparilla en este principio inmortal de la Ley Divina, y busca con afán nuevos adherentes, pronto tendremos nuestras muchedumbres bogando en un mar de suaves claridades, donde florecerá el amor y la paz con exuberancia de jardines primaverales.

    "Amad a la Santa Alianza, no tan solo por el socorro material que recibís de ella, sino más aún porque es para vosotros un faro, que en los mares turbulentos de la vida, os marca el rumbo seguro que os llevará a la dicha eterna del Reino de Dios.

    "Amigos queridos de mi corazón: bendecid vuestra pobreza, porque ella os congrega en este santo recinto donde encontráis a vuestro Padre Celestial flotando como un reflejo de amor, de paz y de sosiego para vuestras almas, atormentadas a veces por la incertidumbre del mañana.

    "Yo quiero aniquilar para siempre ese duro tormento en vosotros.

    "¿Puede acaso tenerlo el hijo sintiendo el abrazo estrecho del padre que le trajo a la vida, y que le ama sobre todas las cosa?.

    "¿Puede sentir temores el parvulito a quien tiene la madre en su regazo?

    "¿Puede abrigar temores la esposa que siente, apoyado a su espalda, el brazo fuerte del compañero de su vida?.

    "Mucho más fuerte que padre, madre y compañero, es el brazo omnipotente de vuestro Soberano Creador, que jamás deja abandonada una criatura suya, cuando ella se acoge a su piedad infinita y a la justicia de su Ley Eterna!.

    "Y para terminar esta confidencia con vosotros, el Profeta de Nazareth, vuestro hermano, os transmite el pensamiento del Padre Celestial que os dice:

    "Quiero que todas vuestras enfermedades físicas sean sanas desde este momento".

    "Quiero que vuestras zozobras e inquietudes, vuestras torturas morales y materiales sean calmadas, como sosiego las tempestades del mar y la furia de los vientos".

    "Quiero que vuestras ofensas y agravios recíprocos os sean perdonados y olvidados, en las suaves vibraciones de la tolerancia y la concordia".

    "Quiero que vuestras deudas materiales, imposibles de pagar por absoluta falta de medios, sean borradas para siempre con el agua clara de la justicia que nada se puede exigir, al que nada posee".

    "Y si alguno de vuestros seres querido estuviere encarcelado, hoy le quiero libre y feliz en medio de los suyos, porque Yo soy el Padre Universal, dueño de las vidas de los hombres.

    "Así habla nuestro Dios-Amor al fondo de mi corazón en este día de paz y de gloria, que es para vosotros el gran Jubileo del Perdón, que la ordenanza de Moisés marcó a su pueblo, de cincuenta en cincuenta años.

    "Amigos de la Santa Alianza, bendigamos todos juntos a la Bondad Infinita de nuestro Padre, que nos permite darnos el abrazo fraternal y decirnos unos a los otros desde lo hondo de nuestro corazón:

"¡Paz, Esperanza y Amor sobre todos los seres!".

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Sinagoga de Joshaphat

    -La verdadera Ley de Moisés -decíales el Maestro- son los diez mandamientos de las Tablas, los cuales concuerdan en absoluta armonía con la Eterna Ley, que llevamos grabada todos los hombres en nuestro propio YO íntimo.

    "Todo lo demás son simples prescripciones tendientes a guardar el orden, la limpieza, las medidas higiénicas, que evitan enfermedades, contagios y epidemias. Pero los israelitas en general, dais mayor importancia a todo este catafalco de ordenanzas y descuidáis el principio fundamental de la Ley:No hagas a tus semejantes lo que no quieras que se haga contigo.

    "Os causa horror comer carne de determinados animales que las ordenanzas dan como dañinos a la salud, y veis como natural y justo, matar a pedradas a uno de vuestros semejantes por haber sido encontrado en falta.

    "Veis con espanto que sean descuidadas las abluciones marcadas por las ordenanzas y las diversas purificaciones del cuerpo, y no os espanta enlodar vuestra alma con el atropello a los derechos del prójimo, todo lo cual está condenado por la Ley Divina.

    "La Ley de Dios es una sola, eterna e inmutable, y tiene la finalidad de hacer al hombre justo y bueno, un verdadero hermano para su semejante. Las ordenanzas civiles, judiciales, medicinales e higiénicas, pueden ser muchas según las necesidades, climas y épocas, pero ellas no deben afectar ni rozar siquiera, la Ley Suprema de Dios, pues que entonces, en vez de ser constructivas son destructoras y traen a la larga, el estancamiento en el progreso moral y espiritual de los seres.

    "De pocas personalidades de la antigüedad, se ha hecho el mal uso que de la doctrina y personalidad de Moisés. O acaso lo vemos así, los que formamos hoy entre el pueblo, que fue su pueblo.

    "Es una triste condición humana, propia solo de la inferioridad y de la inconsciencia, el poner sombras en lo que es claridad, el arrojar manchas de betún sobre la blancura de la nieve; el salpicar de lodo las vestimentas blancas, y enturbiar las aguas claras de manantiales benditos.

    "¿Quién puede reconocer en el espantoso y cruel separatismo de castas en la India de Krishna, la pura y elevada filosofía suya que decía: “No cometáis el delito de la separatividad, porque todos somos uno en el infinito seno de Atman”.

    "¿Quién encontrará en la egolatría y deslumbrante lujo de los príncipes y poderosos del lejano oriente, en los países de religión budista…quién encontrará el desprendimiento de Shidarta Sakya Muni, el Buda que renunció a un poderoso reino, para consagrarse al dolor de los desposeídos y de los hambrientos?.

    "Es deber vuestro, mosaistas que me escucháis, el volver valientemente por la honra de vuestro legislador Moisés, cuyo nombre ha sido fieramente enlodado por la inconsciencia de los que se llaman sus seguidores.

    "La investigación, el estudio, el noble anhelo de la verdad, deben ser vuestras armas en una gloriosa campaña, para hacer surgir de entre el pantano en que fue arrojada, la doctrina y la personalidad de Moisés.

    "Hay actualmente un hombre que es apóstol de la Verdad en la ciudad de Alejandría: el maestro Filón, que ha consagrado su vida a esta gloriosa campaña que os insinúo en favor de la depuración de la filosofía mosaica. Le secunda en sus esfuerzos el príncipe Melchor de Horeb, mosaista ilustre, que en continuados viajes de estudio ha encontrado preciosos elementos comprobatorios de las transformaciones que la ignorancia y la inconsciencia humana han realizado en la obra civilizadora de Moisés.

    "Y a fin de dar forma definida y práctica a vuestro anhelo de conocimiento y de verdad, escoged de entre vosotros, tres o cuatro de los más capacitados y enviadles a la Escuela del maestro Filón en Alejandría, a escuchar su enseñanza y revisar la abundante documentación que en sus archivos se guardan referente a los escritos y enseñanzas de Moisés.

    "Entonces comprobaréis que el Moisés de vuestro Pentateuco mosaico no es sino una sombra, una triste caricatura del Moisés verdadero.

    "Entonces realizaréis una magnífica obra cultural y de mejoramiento social de vuestro pueblo, de vuestra raza, de vuestra nación que difundida profusamente por Asia, Europa y África, va llevando su fe en un Dios Creador Único, es cierto, pero va llevando también sus errores y las desastrosa tergiversación de los claros principios de Moisés, basados en la inmutable y divina Ley que recibiera por inspiración de los cielos de Dios.

    "En vuestro Pentateuco mosaico, no aparecieron nunca los diálogos de Moisés con Aheloim, con Shamed, con Ariel, inteligencias sutilísimas… serafines de luz del cielo de los Amadores, que le esbozaban las grandiosas concepciones de la Eterna Inteligencia, y las creaciones sublimes de su Amor Soberano. No aparecieron tampoco las tiernas y a la vez profundas confidencias de Moisés, con su discípulo íntimo Esén, el cual escribió fielmente cuanto oyó de los labios de su Maestro. Ni los relatos de Jetro patriarca de Madián, ni los de Séphora su hija, y acaso no habréis oído ni mencionar, el poema ternísimo que escucharon los ángeles de Dios, vaciarse como una copa de miel del corazón de Moisés, en el de su madre la princesa egipcia Thimetis, de quien se veía separado por ocultar el misterio de su nacimiento.

    "Si os llamáis mosaistas, sedlo de verdad y conscientes de vuestro deber, de salvaguardar de errores, vuestra doctrina y vuestra ley.

    "Este apostolado de verdad y de reivindicación que os enumero es inmenso, y trae consigo la seguridad de luchas terribles con los que traen a Moisés en los labios pero no en el corazón. Si os sentís con fuerzas para afrontar esa lucha, ¡adelante!… ¡yo estoy con vosotros!.

    "Si no, a lo menos buscad para vosotros mismos la luz que en la Escuela de Alejandría podéis adquirir, y en vuestros archivos particulares guardadla hasta mejores tiempos.

    "La Bondad y el Amor Divino, desbordarán sobre aquellos que se constituyan apóstoles de la Verdad y del Bien.

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